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‘Gratia Plena’, la exposición que está desquiciando a los ultracatólicos en Italia

Por Rubén M. Mateo. Roma

INRI (San Longino), Andrea Saltini

Tras ser atacado en el cuello con un cuchillo al defender su pintura ‘INRI’, acusada de blasfemia, el artista Andrea Saltini reabre la muestra hasta el próximo 2 de junio en la Iglesia San Ignacio de Carpi, localidad cercana a Módena.

Pasadas las fiestas a la gente ya se le habrá olvidado”. Con este pensamiento se tomó las vacaciones de Navidad del año 2002 el mago Anthony Blake. Cuando volvió, el caso estaba en plena ebullición en los medios. Blake aceptó el reto de Antena 3 de predecir la combinación ganadora del sorteo de lotería del 22 de diciembre. Días antes, en el centro comercial La Vaguada de Madrid, ante las cámaras del programa, anotó un número en una de las páginas de su libro y lo metió en una caja, cerrada con tres llaves a la vista del público y vigilada 24 horas por cámaras y personal de seguridad. Una de las llaves fue a parar a Mar Saura, la presentadora del programa, la otra a la empresa de seguridad y la tercera al bolsillo del propio Blake. La caja, situada en una urna, permaneció allí durante seis días, hasta que el día del sorteo partió a las 7.30 horas hacia el plató de Antena 3 en un furgón blindado. Momentos después de que se cantara el Gordo, Mar Saura se hizo con las tres llaves, se dirigió a la urna y abrió la caja. En el libro del mentalista estaba escrito el número ganador: 8.103.

Pasado el furor sin embargo, algunas cabeceras volcaron sus esfuerzos en destapar al mago. Un periodista, recuerda Blake en varias entrevistas, descolgó el teléfono:

–Me ha dicho Antena 3 que tenías un enano–, inquirió. –Sí, el único problema era darle de comer, pero descubrimos que en la caja había una rendija. Entonces, con quesito y con jamón fileteado le dábamos de comer–, bromeó el mentalista. –Déjate de tonterías. –No, déjate de tonterías tú, tío. Un paisano encerrado una semana en una caja de una cuarta. ¿Tú de verdad crees en los enanos? –, zanjó Blake.

De la Roma o de la Lazio. De carbonara o amatriciana. Italia, un país con marcadas divisiones, empezando por un desarrollado Norte y un Sur siempre más castigado, también tiene sus particulares tortillas con o sin cebolla. Il Belpaese está además partido entre quienes pagan sus enfados gritando Porco Dio (sucio Dios) y quienes alteran una letra y optan por un suavizado Porco Due (sucio dos) para evitar blasfemar. Algunos representantes del Porco Due orquestaron recientemente una campaña de cancelación contra la última obra del artista Andrea Saltini, Gratia Plena, que se puede visitar hasta el próximo 2 de junio en la Iglesia San Ignacio de Carpi, localidad cercana a Módena y cuna del autor. Imitando el modus operandi de Hazte Oír y su autobús, la asociación ProVita e Famiglia sacó a pasear por las calles del pueblo el pasado 26 de marzo un furgón-remolque con una valla publicitaría que pedía la retirada de la obra: “Stop a la muestra blasfema en la Iglesia de San Ignacio de Carpi”. Bajo el lema, una fotografía de la pintura INRI (San Longino) –la más polémica de las telas expuestas– y una cruz roja tachándola.

Vista de la exposición. Foto: Maurizio Bresciani
Vista de la exposición. Foto: Maurizio Bresciani
Vista de la exposición. Foto: Maurizio Bresciani

En el cuadro de la discordia aparece Jesucristo desnudo y moribundo, tendido en el suelo tras bajar de la cruz. La cabeza de un arrodillado San Longino –el centurión romano que le atravesó el costado con su lanza– tapa los genitales del Señor. Algunos ciudadanos se ofendieron al interpretar que Longino está practicando sexo oral a Cristo. “Pedimos humildemente a la Santa Sede que acoja y escuche el grito de ayuda de la comunidad católica de Carpi, escandalizada por la exposición en una iglesia consagrada de una obra de arte que, independientemente de la intención del artista Andrea Saltini, ha suscitado en muchos ciudadanos, creyentes o no, interpretaciones blasfemas y de connotación sexual que tienen como objeto a Cristo y la Virgen María”, denunció el pasado 25 de marzo la asociación ProVita e Famiglia, que anunció haber recogido más de 30.000 firmas que pedían su retirada del templo. Asimismo, en su particular lanzada, criticaron el “incomprensible franco rechazo de las autoridades eclesiásticas locales de responder con misericordia al apelo de su pueblo”.

Vista de la exposición. Foto: Maurizio Bresciani

Revisitando a Caravaggio

La exposición está cargada de simbolismo. Son 12, como los apóstoles, las pinturas más importantes de la muestra que acoge el Museo Diocesano Cardinal Rodolfo Pio di Savoia, en el interior de la Iglesia San Ignacio de Carpi, de la que forma parte. La obra completa se concibe como una búsqueda personal de la espiritualidad, de diálogo con el más allá, del misterio y de la fe. En ella se invita al espectador a una experiencia de profunda contemplación y debate mediante el lenguaje propio del arte contemporáneo. Un idioma que propone en esta ocasión relecturas de momentos singulares de las sagradas escrituras y de personajes clave de los evangelios como Cristo, la Virgen María, San Pedro, Santo Tomás o Juan Bautista, entre otros. Así, pueden apreciarse versiones personales del autor sobre algunas obras de Caravaggio o referidas al Paráclito, que se parece a una Piedad, pero con una figura en un traje espacial en lugar de la Virgen María, que acuna el cuerpo de Cristo.

La muestra se abre con Pescador de Hombres, un San Pedro rendido, tumbado y sin fuerzas sobre un espejo de agua que pretende ser rescatado, según la lectura de Carlo Bellini, vicario para la Pastoral de la Diócesis de Capri. En San Juan Bautista vemos una representación más simbólica y estética. “La piel roja encendida reclama el fuego del Espíritu Santo, la sabiduría de quien sabe que vendrá otro que bautizará en Espíritu Santo y fuego”, explica el autor en el catálogo, para subrayar que los rayajos presentes en muchos cuadros –también en este– tienen la intención de evocar siempre la presencia del Espíritu Santo.

En No Creeré se ve a un hombre joven abriéndose la camisa. El título se refiere a las palabras de Santo Tomás, que enfrente de Jesús resucitado quiere tocar con la mano la herida del costado. El personaje es el propio apóstol Santo Tomás que, después de tocar la herida de Jesús, cree y se abre al amor y se convierte en santo. En Caravaggio uber alles el autor pretende construir un puente con la actualidad. Cristo se convierte en un motociclista vestido con un moderno mono verde y el casco, sostenido por el famoso motivo del brazo inerte. ‘Natanael… Un israelí en el cual no hay falsedad’, referida a San Bartolomé, significa “don de dios” y representa en el imaginario del artista cómo podía ser el apóstol San Bartolomé. El título se refiere “a las palabras pronunciadas por Jesús cuando lo encuentra”, explica Saltini.

‘Pescatore di uomini (ascensione di Pietro)’, Andrea Saltini
‘Paraclito’, Andrea Saltini

En la serie precedente a Gratia Plena, el autor representó la preocupación durante la pandemia del Covid, augurando una salvación que podía venir a través del espacio. En Paráclito (con él que está al lado del acusado) se aprecia que la obra recupera esta temática figurativa con el paráclito representado en un astronauta que “de verdad socorre y defiende a los hombres”. Noli me tangere (No me molestes)v, frase pronunciada por Cristo resucitado a Magdalena, es usada por el autor para indicar quiénes son los dos personajes representados en el cuadro. Esta obra muestra en realidad el episodio del lavado de pies. Este cuadro es el que contiene idealmente las dinámicas que conforman el camino espiritual personal del artista en sentido literal. “El episodio nos cuenta tradicionalmente que Cristo no vino para ser servido, sino para servir y esta es también la actitud y el pensamiento del artista hacia el arte a medida que pasan los años”, se puede leer en el catálogo que puede ser consultado en la web de la diócesis de Carpi.

En Gratia Plena, compuesta por tres telas, el tema es la concepción virginal de María, “que la hace cantar el Magnificat y la hace hermosa entre todas las mujeres”. Pero algunos fariseos dudan. “Hay algo increíble en el Dios que se hace hombre, y luego hombres enmascarados y bien vestidos investigan, con arrogancia, pero llenos de asombro. María lleva una especie de armadura que la protege”, describe el autor. En el último panel, María sube al cielo, como reflejan los trazos de pintura dorada, “pero hasta el final los hombres intentan ponerle una máscara para anularla y transformarla en lo que no es. Para el artista esto también simboliza idealmente el estado actual de las mujeres”, concluye.

Sobre INRI (San Longino), que ha desencadenado el enfado de algunos ultracatólicos, el artista afirma que el verdadero protagonista es el centurión romano al cual tanto se evoca en el arte clásico con la lanza en la mano, preparado para atravesar el cuerpo de Jesús. “En esta obra ya ha sucedido todo. Longino ha atravesado el costado de Cristo con la lanza y se acerca a su cuerpo tendido. La mano que presiona sobre el costado es el acto mismo que identifica al personaje, sujeto principal de la obra: San Longino”, expone en el catálogo, en el que se aclara que la tela fue concebida en forma horizontal, para ser vista desde arriba.

Ante el incendio desatado, aseguraba Saltini en una entrevista al periódico Il Resto del Carlino que quiso simplemente “cubrir la desnudez de un hombre, como en el pasado se hizo con la Capilla Sixtina”. “No hay ningún intento malicioso. No hay nada de escabroso en San Longino que toca el costado de un Cristo que baja de la cruz. Probablemente lo está ayudando”, concluyó. Algunos ciudadanos comenzaron a concentrarse fuera de la Iglesia para realizar “oraciones de reparación” y pedir su retirada. En los manifiestos que repartieron a las puertas del templo se podía leer:

“La muestra con título Gratia Plena en exposición durante estos días en la Iglesia consagrada de San Ignacio en Carpi deja a los fieles sin palabras por el desprecio. Un arte sagrado que suscita sentimientos opuestos respecto a aquellos que deberían estar reservados a nuestro Señor crucificado, no se debe considerar como tal. La Iglesia, en su historia, siempre ha desempeñado un rol didáctico de expresión de devoción y de amor de Dios a través del arte. Esto debido a que el feligrés a menudo no tenía los instrumentos culturales e intelectuales para comprender y sobre todo leer las sagradas escrituras. Aquí ocurre exactamente lo contrario. Aquí el porqué de nuestra pregunta que guía nuestro juicio sobre esta muestra es: ¿todo esto para mayor gloria de Dios? La respuesta es claramente negativa”.

‘Natanaele... un israelita in cui non c'è falsità (Gv 1,47)’, Andrea Saltini

Andrea Saltini, ateo confeso, reconoce sin embargo que es un gran lector de las lecturas sagradas. Carlo Bellini, vicario y curador, es uno de los señalados. “Han visto alusiones a elementos eróticos y sexuales, pero en realidad estos no existen. Hay cuerpos desnudos, como en muchos otros, pero no hay elementos eróticos explícitos en una manera clamorosa”, sentencia el vicario, que ofrece una lectura bíblica de la obra. “Este cuadro de la crucifixión y de la deposición con el Longino tiene su centro de atención en la mano que alcanza la herida. Tiene una connotación bíblica muy fuerte. Sabemos que la herida, clásicamente, se encuentra en el costado. Aquí la herida aparece más abajo, casi en la barriga. En la Biblia se señalan las vísceras de misericordia. Más allá, Jesús dice que de sus entrañas brotará agua viva. A día de hoy la barriga es reconocida por muchos como el lugar de las emociones, de la misericordia y de la compasión. Este es el punto del cuadro. El Longino va a verificar si de verdad existe este corte, si esta corriente de misericordia ha salido de Jesucristo, como hará luego Santo Tomás, que querrá tocar con su mano la herida, el costado de Jesús. Tocar las heridas, porque de aquella herida nace la misericordia”, concluye en una entrevista en el canal oficial de la Diócesis de Carpi.

El incidente

Una campaña de cancelación y acusaciones de blasfemia no ha sido el único precio a pagar por Saltini. El pasado 28 de marzo casi lo hace con su vida. Un desconocido disfrazado con una peluca y ataviado con una mascarilla entró a la exposición y se dirigió a la polémica obra INRI armado con un arma blanca. Primero la manchó con un bote de spray negro y luego la agujereó con un cuchillo. Andrea Saltini, que se encontraba en el templo, corrió para interponerse como escudo humano y salvar su obra. En el forcejeo, el delincuente hirió accidentalmente a Santini en el cuello y salió huyendo sin que hasta ahora haya sido identificado por la policía italiana. Saltini fue trasladado al hospital y recibió cuatro puntos de sutura, además de un susto que bien pudo acabar en tragedia por unos milímetros.

“Estoy buscando reconquistar mi estado de normalidad, retomar el trabajo con mis viejas preocupaciones y pintar”, declaró una semana después del atentado el artista a Il Corriere della Sera. Al diario italiano dijo que revive continuamente la agresión y que el dolor se encargaba de recordársela a cada instante. “Tras ser dado de alta, puso una denuncia y se encuentra en estado de shock. El artista pide a toda la comunidad de Carpi reflexionar sobre los límites del disentimiento, el derecho a criticar y a expresar el pensamiento, así como sobre el contenido de las innumerables publicaciones que se han difundido y compartido en las redes sociales, provocando una profunda perturbación. Saltini espera que lo antes posible haya una oportunidad en la que podamos iniciar un debate abierto y libre, respetando la sensibilidad y las opiniones de todos”, dijo el abogado del artista, Giuseppe Chierici, en un comunicado.

Días después del ataque, un centenar de personas se manifestó en solidaridad con Santini a las puertas de la iglesia. Muchos de ellos lo hacían con gafas de sol, complemento que siempre acompaña al pintor y lo distingue en sus apariciones públicas. El artista también recibió el apoyo del alcalde de la localidad, la diócesis y la asociación anti abortista que puso en marcha el furgón publicitario dos días antes del atentado. Mediante su presidente, Antonio Brandi, mostró su condena y su repulsa contra la “injustificable agresión”.

La muestra volvió a abrir recientemente sus puertas y lo hizo con largas filas y un control de seguridad reforzado que prohíbe la introducción de bolsos y objetos. La obra está ahora custodiada por vallas que aseguran una distancia prudencial. Debido a la imposibilidad de ser reparada, los visitantes pueden contemplar la pintura con sus cicatrices: un agujero central en el estómago de Cristo y una mancha de spray negra. No obstante, algunos fieles y asociaciones católicas no dan su brazo a torcer y continúan su lucha particular en los juzgados contra lo que consideran una blasfemia.

Andrea Saltini

Batalla judicial

El 15 de marzo, el abogado Francesco Minutillo, representante de algunos fieles ofendidos presentó una denuncia en la procura de Módena contra el artista Andrea Saltini, el obispo monseñor Erio Castellucci y los curadores de la muestra, Carlo Bellini y Cristina Muccioli. Esta se interpuso por “vilipendio de la religión católica, blasfemia y exposición de imágenes blasfemas en lugar sagrado con anexa solicitud de secuestro de los cuadros obscenos donde Jesús y María son representados en actos sexuales”.

La procura procedió a pedir el archivo de la causa, al considerar el juez Giuseppe Amara que se trata de “obras referentes a la actividad de un artista, fruto de su propia elaboración que, compartida o no, resulta libre manifestación de pensamiento y, por tanto, susceptible de diversas interpretaciones del autor de las obras y no una expresión de gratuito desprecio hacia la confesión religiosa”. La procura precisó también que resulta “también posible que el significado atribuido sea también diferente a aquel ofensivo, como fue percibido por los exponentes”.

El pasado jueves, el abogado Minutillo depositó un acto de formal oposición a la petición de archivo de la fiscalía. “Me quedé estupefacto cuando accedí al expediente del fiscal y vi que no se había llevado a cabo ninguna actividad de investigación. Una conducta que presagiaba valoraciones erróneas tanto de hecho como de derecho. La fiscalía evaluó las obras sólo por libertad de pensamiento, sin tener en cuenta el lugar de exposición, una iglesia consagrada, y que la obra más blasfema haya sido colocada delante del altar mayor. Precisamente esta elección, hecha también por la diócesis, ha indignado y ofendido más a los fieles y constituye un delito de desacato. Sobre esta circunstancia, hemos indicado como persona informada de los hechos, entre otros, a monseñor Francesco Cavina, ex obispo de Carpi".

Además, el abogado hace referencia a la incorporación de “elementos absolutamente inéditos”, refiriéndose a una grabación en audio de una visita guiada del pasado 3 de marzo en la cual una encargada diocesana, ante una pregunta sobre si el cuadro representa un acto sexual, respondió: “Beh… Podría ser, ya que provocar es uno de los intentos del artista”.

En su día, en las páginas de El Mundo se pudo leer: “Anthony Blake quiso convertirse en el David Copperfield español adivinando el número premiado en el sorteo de lotería de Navidad, pero le han crecido los enanos. Antena 3 sospecha que el mentalista simuló acertar el ‘gordo’ valiéndose de “un enano” escondido bajo la urna. Según ha sabido El Mundo, la indignación entre empleados de la cadena de televisión es creciente: el equipo de producción está “sorprendido y aterrado” por la zafiedad del truco (…) Trabajadores de Antena 3 Televisión tuvieron ya el pasado 16 de diciembre indicios del “burdo engaño” al que se sometería a la audiencia. “Es un fraude y hay que contarlo”, han denunciado.

Recordaba en una entrevista a La Sexta Noche Anthony Blake el episodio que vivió días después de “acertar” el Gordo. “Un periodista muy serio me dijo: es que lo tuyo tiene truco. Le contesté: ¿a esa conclusión llegaste tú solo o te ayudó alguien? Seguimos hablando de esto veinte años después. ¿Os dais cuenta de la campaña publicitaria tan fantástica? Fue una provocación. Los artistas tenemos que ser provocadores. Que me perdonen los artistas de los cuadros de hotel. ¿Cuántas veces has ido a un hotel y has visto colgado un cuadro en la habitación? ¿Te acuerdas de alguno? No. Porque no te impacta”.

El mago solía cerrar sus espectáculos con la misma frase: “Recuerden, todo lo que han visto es producto de su imaginación”.

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