Aunque no te lo creas, esta casa con jardín tipo Cape Cod está en la azotea de un edificio del East Village

En la década de los 80, el propietario de los dos pisos superiores de este edificio en East Village decidió hacer uso de su azotea para construir un estudio independiente, pero no uno cualquiera. Henry Merwin Shrady, escultor, pintor y restaurador de casas, se inspiró en las casas costeras de Cape Cod (Massachusetts) para crear una cabaña con revestimiento de tejas, ventanas a dos alturas e, incluso, una torre octogonal.

Este espacio, que desde un principio llamó la atención de los vecinos y transeúntes, se convirtió en el hogar de su hijo cuando estudiaba en la universidad y más tarde se puso en alquiler. No está conectado a la vivienda inferior, sino que se accede a él a través de una escalera del edificio, por lo que su privacidad es completa. Su interior consta de un monoespacio con dormitorio, cocina americana, baño completo y puertas francesas. ¿Lo mejor? La amplia terraza con comedor que lo rodea en la que, por momentos, es posible escapar del bullicio de la ciudad.

En 2018 la familia Shrady puso a la venta tanto la cabaña de la azotea como su vivienda habitual, situada justo debajo: un dúplex de más de 600 metros cuadrados con salón a dos alturas, una gran cocina, tres habitaciones y cinco baños. En ese momento se vendió por 3,5 millones de dólares y sus nuevos propietarios renovaron varios elementos: sustituyeron el suelo de madera por roble en espiga, mandaron pintar las paredes con un acabado especial de Mark Chamberlain -artista y pintor neoyorquino- y cambiaron las encimeras de la cocina, entre otras reformas. Respecto a la azotea, donde más cambios aplicaron fue en la terraza, en la que anteriormente solamente había macetas y ahora hay pequeños árboles frutales, enredaderas y suelo adoquinado.

En la decoración de la vivienda principal puede apreciarse la presencia predominante del estilo clásico y lujoso con elementos como la lámpara de araña de su sala de estar, la chimenea de mármol, sus alfombras o los muebles de madera que se ve actualizada por el color de los sofás, cojines y otras piezas decorativas.

Llama especialmente la atención el suelo de la cocina, que la divide en dos espacios: por un lado, la zona de cocinar con el suelo pintado en rombos de colores y, por otro, el comedor, que mantiene el color de la madera. También destaca uno de los baños con bañera exenta junto a dos ventanales, grifería dorada y suelo de madera. Incluso cuenta con una alfombra y mesita de madera auxiliar. En el estudio, por su parte, el estilo es más desenfadado, aunque también mantiene toques clásicos como el asiento en el saledizo de la ventana.

En conjunto -con la azotea y el estudio- la propiedad suma alrededor de 914 metros cuadrados. Ahora ha salido de nuevo al mercado por 9,75 millones de dólares, casi triplicando su precio de hace 6 años.