Arquitectura & Diseño

Casas con búnkeres, la última ¿frivolidad? de las grandes fortunas

Por Angel L. Martinez

DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio

El día después de que Putin amenazase con usar armas nucleares para “destruir la civilización”, se ponía de nuevo en subasta un búnker en Aragón. Era un 1 de marzo, apenas veinticuatro horas después de que el presidente ruso advirtiese a la OTAN de las consecuencias “trágicas” de enviar tropas a Ucrania, y el refugio nuclear en la localidad oscense de Benabarre volvía a recibir pujas. Algo más que una coincidencia, a juzgar por el creciente interés en la arquitectura y diseños de búnkeres dentro y fuera de España.

El portal online de subastas Escrapalia lo anuncia como “uno de los refugios más avanzados de España”. Apenas dos baños, dormitorio, cocina y comedor en los 70 metros cuadrados visibles de esta finca rústica en la comarca de La Ribagorza, a 90 kms de Huesca y 65 kms de Lérida, en el Prepirineo. Pero lo interesante está en el subsuelo de este cubículo en mitad de la nada. Más de 150 metros cuadrados de un espacio antisísmico, antiatómico y con altas medidas de seguridad construido en 2011. Un sótano habilitado para 12 personas cuyos sistemas de agua potable, gasoil y placas solares le dan una autonomía de 3 a 5 meses. “En caso de que una explosión atómica o nubes radioactivas afecte Europa, se estaría sumamente protegido”, dice el anuncio.

“La gente sigue tan interesada como antes”, explica a El Grito por teléfono Pilar Oñate, responsable de la partida en subasta. “Además, ahora el lote es mayor”. El anuncio actual incluye 8 hectáreas y el acuífero Estopiñan, con potencial para la explotación de agua mineral. Un total de 12 hectáreas que ha hecho aumentar la tasación del lote hasta los 1,7 millones de euros; 1,2 millones el precio de venta, respecto a los 750.000 euros del pasado octubre, precio de salida cuando se puso en circulación por primera vez.

No es el único búnker en España que ha generado interés. A los pocos meses del comienzo de la guerra, una casa en un pueblo a las afueras de Madrid multiplicaba sus visitas por las mismas razones. El número 6 de la calle Poeta Luis Chamizo, en Fresnedillas de la Oliva cuenta con un fortín de granito de la Guerra Civil. La zona, a media hora de Brunete, una de las poblaciones con más búnkeres del país, cayó en el bando nacional a finales de 1936. Después el fortín pasó a ser parte de casi 3.000 metros cuadrados de una parcela con vivienda unifamiliar equipada con 8 habitaciones, 2 cocinas y 6 baños. El nieto de la propietaria, Jesús Miranda, socio principal de la Inmobiliaria CODE, puso en venta el búnker, el terreno y los 376 metros cuadrados edificados por 413.000 euros en marzo de 2022.

“La finca se vendió poco tiempo después de anunciarse por un precio algo menor al de salida”, cuentan desde la Inmobiliaria CODE, subrayando la inusual atención despertada por la casa. Un atractivo confirmado también por Antonio Alcahud y Francisco Márquez, fundadores de Refugios Atómicos ABQ y Underground Building, respectivamente; dos de las principales empresas dedicadas al singular mercado de la construcción de búnkeres y espacios similares en España. Marquez, de hecho, indica que el interés por sus construcciones se ha disparado en los últimos tiempos, sobre todo por parte de clientes exclusivos.

Los arquitectos que se especializaron en búnkeres de lujo

Singularidad y exclusividad es lo que trabaja el estudio ABIBOO, del arquitecto burgalés Alfredo Muñoz, con oficinas en Estados Unidos, España y Asia. La especialización que este estudio tenía en diseños en entornos hostiles, llevó a que un particular de Carolina del Sur, en EEUU les contactase tan pronto como estalló la pandemia por coronavirus para la construcción de un búnker. A los pocos meses, el diseño de DBX Bunker había terminado. El resultado del proyecto, entregado un año y medio más tarde, es una vivienda unifamiliar de ultra-lujo auto suficiente apta para 10 personas. Un espacio subterráneo concebido en módulos que rodean un jardín de cultivo hidropónico, que actúa como un invernadero, enterrado bajo un especio de 1.200 metros cuadrados en mitad de algún lugar secreto del estado sureño de la costa este estadounidense.

“En España hubo bastante más interés por este tipo de diseños cuando empezó la guerra en Ucrania. Mientras que en Estados Unidos hemos notado un pico fuerte en los últimos meses”, explica Alfredo Muñoz, en conversación telefónica desde Nueva York. “Este interés nos ha llevado a intentar resolver una necesidad del mercado: búnkeres accesibles para quienes no pueden permitirse 5-10 millones de dólares en un refugio”. Desde entonces, ABIBOO trabaja en búnkeres prefabricados de fácil transporte e instalación.

DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio
DBX Doomsday Bunker por ABIBOO Studio

Nomad Bunkers, como el estudio de Muñoz ha bautizado a su invención, es una solución práctica no solo porque cabe en un contenedor de barco, lo que permite transportarla donde sea necesaria su instalación. Sino que también es una solución relativamente económica, cuyo modelo básico ronda los 150.000 euros, que busca cumplir con todos los parámetros relacionados con la protección contra la radiación, sistemas de vida y medidas de autosuficiencia de un búnker atómico. Un trabajo que ABIBOO y otra empresa española esperan ver completamente realizado durante este año, cuando esperan poner en venta este búnker modular.

“Que se pueda modular como un plug and play es su principal característica y lo que condiciona el precio final de cada búnker, porque los mayores costes derivan de la complejidad estructural del prototipo”, cuenta Alfredo. El arquitecto confiesa que casi todas las viviendas hechas en España para jugadores del Real Madrid y para super-ricos fuera y dentro del país incluían el diseño de panic rooms para proteger a los habitantes de la vivienda durante un par de días. Sin embargo, el diseño de un búnker implica dificultades añadidas.

Por un lado está la autonomía, que implica la habitabilidad temporal del módulo aún si está completamente desconectado de la red eléctrica, de la de saneamiento y agua, así como su ventilación. Por otro lado, si se quiere que el búnker resista la radiación en caso de catástrofe nuclear, este tiene que estar enterrado. Ello implica que esté protegido contra la corrosión mediante acero inoxidable. “Son las dificultades de una solución más rápida y económica. Diferente a los búnkeres de superlujo que tardan en construirse hasta dos años. Más aún si lo haces a medida, como el que está haciendo Mark Zuckerberg en Hawai”, resume Alfredo Muñoz.

Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio
Nomad Bunker por ABIBOO Studio

Los multimillonarios que se preparan para el día del juicio final se multiplican al hilo de conocerse que el creador de Facebook ha invertido 100 millones de dólares en un refugio subterráneo secreto del que se ha rumoreado que cuenta con trampillas que conducen a pasadizos secretos, aparcamientos para yates, helicópteros y submarinos, cañones de agua, fosos que se incendian en caso de intrusos e incluso una sala de descontaminación para librarse de los gérmenes del mundo exterior. Algo que ha sido confirmado por Ron Hubbard, director ejecutivo de Atlas Survival Shelters, mayor constructor de búnkeres del mundo.

Más allá de las excentricidades de los multimillonarios y de tendencias derivadas de las coyunturas bélicas y catastróficas de la geopolítica, la construcción de búnkeres y la rehabilitación de antiguos refugios es una realidad que precede a la guerra de Ucrania y a la pandemia. Es el caso de Underground House Plan B, del estudio Sergey Makhno Architects. Como si de un mal presagio se tratase, este estudio ucraniano proyectó una residencia a 15 metros bajo un helipuerto en mitad de un bosque de Ucrania en 2019, meses antes del confinamiento por coronavirus y más de un año antes de la invasión rusa.

La rehabilitación de búnkeres es casi un tipo de arquitectura en Alemania, donde hay muchos búnkeres de la Segunda Guerra Mundial; entre ellos, más de 700 no están bajo tierra. Aprovechando esto, los arquitectos de Bremen, Rainer Mielke y Claus Freudenberg realizan un proyecto pionero por el que ya han renovado media docena de búnkeres y están en fase de planificación de otros tantos. El número de viejos búnkeres en Alemania fue aprovechado por el arquitecto británico John Pawson para diseñar el Museo Feuerle de Berlín. Algo similar hizo el conocido estudio BIG Arquitect para su proyecto del Museo Tirpitz de Dinamarca, en 2017, a partir de un búnker de la misma época. Más allá de las fronteras europeas, el estudio surcoreano CoRe Architects también transformó un búnker militar de 1970 en un centro creativo en Seúl.

Aunque también está la opción de disfrutar íntimamente de sobrevivir dentro de un búnker sin necesidad de construirlo o sin tener que rehabilitar el hogar. Así lo permiten las viviendas vacacionales hechas a partir de refugios reformados para la ocasión. Es el caso del proyecto Savannen 12, un viejo búnker defensivo en la isla sueca de Gotland restaurado por el estudio Skälso Arkitekter como casa vacacional minimalista y moderna. O el antiguo refugio de la Segunda Guerra Mundial con vistas a la playa de Dorset, en Reino Unido, rehabilitado por el estudio Corstorphine & Wright y con el ilustrativo nombre de 'The Bunker'.

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