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Christie’s saca a subasta la mayor colección de grabados de la famosa ola de Hokusai

Por Alberto G. Luna

'La gran ola de Kanagawa', Katsushika Hokusai

Se trata de un conjunto completo y poco común de la monumental serie del pintor especialista en ukiyo-e, Treinta y seis vistas del Monte Fuji, que sale a la venta por primera vez en dos décadas procedente de la colección de Huguette Berès. La casa de subastas busca batir récords este martes en su sede de Nueva York.

Cuando Hokusai pintó La gran ola de Kanagawa, allá por 1830, fijó su precio en unos cuatro euros actuales; el equivalente a una ración doble de fideos. Aunque era muy popular, por aquel entonces el grabado en madera japonés no era considerado un arte. De ahí que, del molde original utilizado se realizaran miles de copias para decorar incluso los interiores de las casas. Hoy sin embargo, muchas de ellas valen millones.

Tan solo un año después de que Christie's alcanzara una cifra récord con una de estas estampas, que colocó por 2,7 millones de dólares cuando el precio estimado rondaba los 500.000, la casa de subastas ha anunciado su próxima venta este mes de marzo con motivo de la Semana de Asia en Nueva York.

Se trata de un conjunto completo y poco común de la monumental serie del pintor especialista en ukiyo-e, Treinta y seis vistas del Monte Fuji, que sale a la venta por primera vez en dos décadas. Hasta 46 grabados en madera, algunos más tardíos que otros y en diferentes estados de conservación, procedentes de la colección de Huguette Berès, galerista y marchante de arte francesa fallecida en 1999.

La última vez que salió a la venta en 2002, la colección se adquirió en Sotheby’s París por 1,4 millones de dólares, el récord absoluto para Hokusai en aquel momento. Hoy en día, el trabajo del japonés es mucho más popular. En 2021 se vendió una sola impresión por 1,6 millones de dólares, diez veces su estimación inicial. Y el año pasado, además de batir su récord personal, se colocó entre los 200 artistas más exitosos del mercado del arte, ocupando actualmente el puesto 158 con más de 8,5 millones de facturación anual según Artprice.

Pero no todo son pelotazos para las casas de subastas. El año pasado se adquirieron algunas de sus famosas olas por ‘solo’ 187.000, 277.000 y 440.000 euros; mientras otra estimada en casi 500.000 ni se llegó a colocar en Sotheby's Hong Kong. Otros de sus grabados en los que no aparece la ola pero sí el Monte Fuji, el mar o distintos paisajes, se suelen traspasar por precios razonables de 30.000, 20.000, 10.000 e incluso 8.000 euros, convirtiéndose de esta forma en inversiones muy interesantes. También llama la atención un inquietante The ghost of Iowa vendido por únicamente 800 euros; A courtesan with her lover in black robe por 947 o un Monte Fuji noir —muy valorado en la época— que tampoco se logró vender en París.

‘A courtesan with her lover in black robe’, Katsushika Hokusai
‘The Ghost of Oiwa’, Katsushika Hokusai
‘Fuji noir’, Katsushika Hokusai

Quizás por todo esto Christie's haya realizado una gira mundial previa para dar a conocer la subasta entre sus potenciales compradores y de esta forma inflar los precios, haciendo paradas estratégicas en Tokio, París y especialmente Hong Kong, donde últimamente se están batiendo récords insólitos. No es ningún secreto que la casa de subastas de hecho, espera alcanzar de nuevo cifras récord. La sede donde se producirá físicamente la venta —Nueva York— tampoco ha sido elegida al azar. Casi el 40% de las compras de este artista vienen de EEUU.

Además de Christie's, la casa de subastas Bonhams se ha sumado a la Semana de Asia y su sede de Madison Avenue también venderá estampas muy interesantes del mismo artista nipón a excelentes precios, que oscilan entre los 1.000 y 3.000 euros. Todas son auténticas joyas, pero una destaca sobre el resto. Sunshū Ejiri (Ejiri in Suruga Province) muestra a un grupo de viajeros en un camino sinuoso sorprendidos por una repentina ráfaga de viento. Las figuras del lado derecho están colocadas en diagonal, pero en el izquierdo se encogen y retroceden hacia arriba. En dirección a un Monte Fuji representado con tres golpes rápidos: un fugaz ascenso, un salto a la cima y un deslizamiento hacia una tierra que es del mismo color que el cielo.

‘Sunshū Ejiri (Ejiri in Suruga Province)’, Katsushika Hokusai

Las Treinta y seis vistas del Monte Fuji y, especialmente, la que sin duda es una de las imágenes más famosas del arte asiático, la gran ola lista para golpear un trío de pequeños botes con el Monte Fuji de fondo, fueron pintadas por Hokusai al final de la época aislacionista Edo, influyendo posteriormente en artistas como GéricaultBalsa de la Medusa—, Monet y sus turbulentos paisajes costeros, Camille ClaudelLa Vague—, LichtensteinChica ahogándose—, Degas, Toulouse-Lautrec o Vincent van Gogh, entre otros. En una carta a su hermano firmada en 1888, el propio van Gogh de hecho, le escribió: "La gran ola de Hokusai te hace gritar (no sabía que uno pudiera ser tan aterrador con el azul y el verde), pero en su caso con sus líneas, su dibujo… Te dices a ti mismo: estas olas son garras, el barco está atrapado en ellas, puedes sentirlo". Con el azul de Prusia y las formas de la ola de Hokusai en el cielo, Noche estrellada es la muestra más clara de la huella que dejó el artista nipón en los fundadores modernistas europeos.

Después de unos años de crecimiento tras la pandemia, el mercado mundial del arte se contrajo el año pasado un 4%, de 67.800 a 65.000 millones de dólares, según el informe anual publicado por UBS/Art Basel. ¿Podrá Hokusai reanimar el mercado? Lo comprobaremos este martes 19 de marzo.

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