Exposiciones

Marilyn y Elvis, antes de convertirse en Marilyn y Elvis

Por Romina Vallés. Barcelona

Izquierda: ‘Sin Título (Marilyn Monroe)’, 1946. Foto: Andre de Dienes. Derecha: ‘Se acabaron las toallas de papel’, 1956. Foto: Alfred Wertheimer.

En ‘Becoming Marilyn & Becoming Elvis’ se pueden ver fotos de Marilyn a los 19 años en bikini o de Elvis robando un beso a una chica antes de un concierto. La vida de dos artistas antes de alcanzar la fama.

Cabello demasiado rizado e indisciplinado, se recomienda coloración y permanente”. Son las palabras que se leen en la ficha de Norma Jeane Baker (o Norma Jeane Mortenson, apellido de su padrastro), cuando firmó su contrato con la agencia de modelos Blue Book Modeling. Corría el año 1945 y tenía 19 años, la pelirroja californiana. Este consejo la convertiría en Marilyn Monroe: la rubia más famosa de Hollywood, todo un icono que llevamos clavado en la retina. Ahora, la exposición Becoming Marilyn & Becoming Elvis del Fotonostrum de Barcelona muestra por primera vez en nuestro país las imágenes más emblemáticas de Marilyn Monroe y Elvis Presley antes de convertirse en celebridades.

Fue en 1945 cuando el joven fotógrafo de moda Andre de Dienes vio por primera vez a Norma mientras buscaba a una modelo para su nuevo proyecto. Al conocerla a través de Book Modeling quedó automáticamente cautivado por su belleza y simpatía. Una infancia y adolescencia entre el orfanato (por una madre con una enfermedad mental) y varias casas de acogida, con supuestos abusos sexuales incluidos, no habían opacado ni un ápice su vitalidad y la sonrisa que muestra en las fotos que Dienes le hará pocas semanas después de su primer encuentro.

‘Sin Título (Marilyn Monroe)’, 1949. Foto: Andre de Dienes
‘Sin Título (Elvis Presley), Chattanooga, Tennessee 1956 

Para llevar a cabo esta sesión, fotógrafo y modelo se embarcaron en un viaje por la costa oeste de Estados Unidos. El resultado son las instantáneas de una Norma Jeane de cabello largo y ondulado, en bikini, bien posando en la arena, bien dispuesta a lanzar un balón o atándose un lazo a la cabeza, siempre con ese rictus radiante e inocente y en actitud natural, relajada. Poco tiempo antes de esas imágenes, la joven, casada desde los 16 años con su vecino, pasaba sus días trabajando en una fábrica de municiones aeronáuticas.

A partir de las imágenes captadas por Dienes, Norma Jeane se convierte en su musa. Esta relación influirá enormemente en el futuro de la modelo: en 1946 se publicará la sesión de fotos en la revista Family Circle, lo que marcará el debut de la joven como maniquí de portada para una publicación nacional. “Solo habían pasado ocho meses desde que la vi por primera vez, pero el cambio ya era evidente. Tenía el pelo más rubio y vestía con más ‘sex-appeal’ (...) ¡Vivía en un pequeño apartamento y hacía con su vida lo que le daba la gana!”, narrará el fotógrafo ese mismo año, cuando Norma Jeane firma su primer contrato con la 20th Century Fox, ya con el nombre de Marilyn Monroe.

De esa época en la que aún no ha alcanzado la fama, también es su polémica sesión de fotos desnuda para el fotógrafo Tom Kelley, por la que cobró 50 dólares. Dienes la seguirá retratando en su metamorfosis hasta leyenda viva de Hollywood. Las últimas fotos de la exposición datan de 1953, coincidiendo con el estreno de algunas de las películas más emblemáticas, como Los caballeros las prefieren rubias o Cómo casarse con un millonario.

Marilyn Monroe, Los Angeles, California, 1953. Foto: Andre de Dienes
‘Sin Título (Marilyn Monroe)’, Bel Air, California 1953. Foto: Andre de Dienes
‘Sin Título (Marilyn Monroe)’, Zuma Beach, California, 1945. Foto: Andre de Dienes
‘Sin Título  (Marilyn Monroe)’, Tobay Beach, New York 1949. Foto: Andre de Dienes 

Elvis: de acomodador de cine a grabar su primer disco

En 1956, Alfred Wertheimer fue contratado por RCA Victor Récords para fotografiar a un prometedor talento de la música, un tal Elvis Aaron Presley, que entonces tenía 21 años y era oriundo de Tupelo, Mississippi. La familia del joven, que se mudó a Memphis, Tennessee, cuando este tenía 13 años, era tan humilde que el chico pidió una bicicleta a sus padres, pero estos solo pudieron comprarle una guitarra de apenas 13 dólares.

A los diez años, cantó por primera vez en público en un concurso regional en el que obtuvo el segundo premio. Desde muy pequeño, era asiduo a las misas cantadas en ‘country gospel’ y a maratones musicales de ‘rythm & blues’. Después de graduarse en la Humes High School y trabajar como acomodador de cine y conductor de camionetas para una empresa de electricidad, entró en el estudio de grabación de Sun Records, un modesto sello local, y grabó su primer disco por cuatro dólares.

Elvis leyendo el correo de sus fans, New York, 1956. Foto: Alfred Wertheimer 

Después grabó otras dos canciones -Tha 's All Right, Mama y Blue Moon of Kentucky- y, aunque ninguna de las dos alcanzó suficiente repercusión, bastaron para se decidiera a dejar su trabajo e iniciar una carrera como músico profesional. Poco después, RCA Récords lo contrató por cuarenta mil dólares y organizó una importante campaña publicitaria para lanzarlo al estrellato.

Para la sesión de fotos, Wertheimer acompañó al joven entre Memphis y Nueva York. Su objetivo era captar esa humilde esencia de Presley, desde sus modestos viajes en tren hasta los ensayos, pasando por los pequeños camerinos en los que muchas veces, el chico, estaba acompañado por su madre. Incluso inmortalizó algunas de las imágenes más íntimas del cantante, como un beso que le dio a Barbara Gray, una joven a la que apenas conocía, en el hueco de una escalera del Mosque Theater de Richmond, en Virginia, donde actuaba ese día.

Medio siglo después de ese evento, Gray relataría cómo, tras varios abrazos y caricias de Elvis, y pese a mostrarse algo escurridiza, al final consintió que el futuro rey del rock juntara su lengua con la de ella. En una entrevista en 2011, el fotógrafo, por su parte, describió cómo casi se pierde aquel beso: “Bajé la escalera y me encontré a dos personas en el estrecho pasillo; eran Elvis y una joven. Y me dije a mí mismo: 'Hmmm… Tengo que acercarme para hacerles fotos'”. Tras el concierto, Elvis pretendía que Barbara se quedara con él, pero esta prefirió marcharse y nunca más volvieron a coincidir.

‘Cuadro en A’, New York, 1956. Foto: Alfred Wertheimer 
‘El beso’, The Mosque Theater, Richmond, Virginia. 1956. Foto: Alfred Wertheimer 
‘Elvis de camino a Memphis’, Tennessee, 1956. Foto: Alfred Wertheimer 

La secuencia de toda esta historia puede verse ahora en la doble exposición de obras de los fotógrafos André de Dienes y Alfred Wertheimer, organizada por Fotonostrum en colaboración con la Colección MUUS. La mayoría de las obras expuestas -fotografías originales ‘vintage’ firmadas por los autores- están a la venta. Los precios oscilan, sobre todo, entre los 2.000-3.000 euros, aunque hay algunas valoradas en los 5.000 y hasta 8.000€. Están en Barcelona hasta el 24 de marzo.