Arquitectura & Diseño

Una fachada futurista con forma de aleta moldea la nueva estación de trenes de Praga

Por Elvira Sáez Saiz

© Masaryčka

Frente en forma de aleta, lamas doradas que protegen del calor y nueve pisos en su extremo más alto. Nos adentramos en Masaryčka, el proyecto del estudio de arquitectura Zaha Hadid construido en una plaza pública de Praga, sobre la histórica estación de tren Masaryk, que está siendo reformada actualmente.

La capital de República Checa, también conocida como la ciudad de las cien torres o Praga dorada (zlatá Praha) cuenta con un nuevo edificio que, podríamos decir, rinde homenaje a este último sobrenombre. La fachada de Masaryčka brilla como también lo hacen algunos de los edificios del casco antiguo construidos en piedra que, al recibir la luz del sol, adquieren una tonalidad amarilla que recuerda al oro.

El edificio, obra del estudio Zaha Hadid, fundado por la fallecida arquitecta, está ubicado en la Ciudad Nueva de Praga -a un kilómetro al este de la plaza Staroměstské- y forma parte del proyecto de renovación de la estación ferroviaria Masaryk, que tiene como objetivo mejorar la accesibilidad a los andenes, así como la circulación por los mismos. De esta forma, la construcción hace las veces de puerta de entrada para los pasajeros que utilizan los trenes, tanto suburbanos o nacionales, como el enlace al aeropuerto Vaclav Havel, que todavía está en proceso de desarrollo. En su interior, de 28.000 metros cuadrados, también acogerá locales comerciales y oficinas, estas últimas en la parte superior. No obstante, no verán la luz hasta 2026, que es cuando se prevé la apertura al público.

© Masaryčka
© Masaryčka

Lo que sí está finalizado es su exterior, de estilo futurista, que contrasta con la arquitectura clásica de la Ciudad Vieja, pero sin perder la armonía. La estructura está conformada por dos bloques, con uno de los frentes en forma de aleta o proa. Visto en conjunto desde uno de sus laterales recuerda a un inmenso crucero que va a emprender o finalizar un viaje. Las lamas doradas que ornamentan todo el complejo pasan de ser horizontales a verticales en el extremo del mismo, aportando líneas curvas y movimiento a todo el diseño. Pero además de su espectacularidad, también contribuyen a la protección solar en verano, sin evitar el paso de la luz natural a todas las áreas de trabajo.

La naturaleza también tiene gran presencia a través de las numerosas terrazas en cascada que se encuentran en ambos edificios y los jardines de la azotea con especies de plantas y árboles locales, a los que se podrá acceder desde las oficinas. Su riego se llevará a cabo con el agua que se obtenga a través del sistema de recogida de lluvia del que dispone la construcción y que se complementa con el reciclaje de aguas grises para optimizar al máximo el uso de este recurso.

Respecto a la ventilación, cuenta con una planta de alta eficiencia con sistemas de recuperación de calor residual que permiten reducir el consumo de energía. Asimismo, durante la construcción se ha dado prioridad a los proveedores y materiales locales, muchos de ellos reciclados, procurando cumplir los objetivos de reducción de emisiones de carbono de 2025.

© Masaryčka
© Masaryčka

Gracias a todo ello, Masaryčka ha recibido la certificación LEED Platinum, el nivel más alto de reconocimiento que la U.S. Green Building Council otorga a los edificios que cumplen con los estándares más elevados de sostenibilidad y eficiencia energética.