Rubens, Rembrandt y una sorpresa flamenca: los Old Masters más vendidos de 2023

Este año el mercado de arte clásico no ha logrado sus mejores resultados, suponiendo menos de un 10% de la facturación total. Atrás parecen quedar las épocas en las que batía todos los récords, como sucedió en 2017, cuando el Salvator Mundi de Da Vinci se convirtió en la obra más cara de la historia. Fue rematado en 450 millones de dólares, aun a pesar de toda la polémica que encerraba –y sigue encerrando– su autoría. Cuatro años después, y ya en pospandemia, el Retrato de un joven de Botticelli se remató en 92 millones, pero desde entonces los resultados han sido más modestos y el arte contemporáneo ha ido ganando terreno en el mercado.

Esto se debe, sobre todo, a la escasez de grandes obras maestras, que son las que suelen despertar guerras de pujas y subidas de precio apasionadas. Gracias a Rubens, sin embargo, que ha obtenido los mejores resultados, Sotheby's se ha coronado como la casa que más ganancias ha obtenido con obra de grandes maestros antiguos. Con tan solo nueve lotes, los lienzos del genio barroco han facturado más de 62 millones de euros, de los cuales 53 han sido obtenidos con dos únicas obras de gran calidad, procedentes de la Fish Davidson Collection, que se desmembra tras el divorcio de sus dueños.

En los últimos años, la recaudación en subastas por obras de Rubens había sido modesta, y debemos remontarnos hasta el 2016 –y, yendo más atrás, hasta el 2002, cuando batió su récord absoluto alcanzando los 50 millones de libras– para encontrar elevados resultados en la puja de sus obras, debido a las pocas obras del autor que todavía permanecen en manos privadas.

Gracias a ello, el valor de su trabajo ha aumentado con creces, como muestran las dos últimas piezas adjudicadas este año. Salomé con la cabeza de San Juan Bautista fue subastado en Sotheby's Nueva York por 5,5 millones de dólares. La misma casa que remató más tarde el mismo lienzo en 26,9 millones. Por su parte, Retrato de un hombre como Marte, ascendió de los 6,8 millones que se pagaron por él en 2002 a los 26,2, aunque la cifra que esperaban obtener sus dueños se encontraba entre los 20 y los 30 millones.

Otro de los artistas más destacados del año en el mercado de los Old Masters ha sido Rembrandt, debido al descubrimiento de piezas de gran calidad del artista que no se conocían hasta el momento, fenómeno cada vez menos frecuente. Especialmente relevantes han sido dos retratos colgantes fechados en 1635 y recientemente redescubiertos, que seguramente pertenezcan a un matrimonio al que el artista conociera personalmente. Esta pareja de obras reapareció este verano en Christie's Londres tras más de doscientos años en manos de una misma familia. Además, las obras no se encontraban en ningún catálogo razonado del autor, pero su provenance podía rastrearse fácilmente. Esto las convertía en dos lienzos con una situación excepcional, pues además de mostrar una gran calidad aúnan la frescura del descubrimiento y la seguridad de una autoría y una trayectoria que pueden rastrearse fácilmente, cualidades que no suelen darse juntas, o al menos no con tanta claridad como en este caso.

Esta pareja de lienzos elevó su precio de los 10 millones estimados hasta los 14,3, pero no fue la única obra del autor neerlandés que se redescubrió este año. Lo mismo ocurrió con una pequeña y delicada grisalla que muestra la Adoración de los Magos. En 2021, la pieza se ofrecía en Christie's Ámsterdam como una obra del círculo de Rembrandt, y aunque la casa estimó su valor en 11.000 dólares, acabó obteniendo 992.700 por ella, precio sin duda motivado por la sospecha de que provenía de la mano del artista y no de su entorno. Tras años de estudio esto se ha terminado probando como cierto, motivando que, en esta ocasión, se remate en 13.79 millones de dólares.

Sweerts, el tapado de los Maestros Antiguos

A pesar de que ha habido otros resultados destacados este año, como los dos retratos de Goya que se remataron en enero por 16,4 millones, batiendo el récord anterior del artista de Fuendetodos, la gran sorpresa la ha dado Michael Sweerts, un artista cuyos retratos combinan la delicadeza y profundidad psicológica con cierto aire extraño, incluso siniestro.

La obra que más ha sobresalido ha sido Estudio del artista con una costurera, una pieza enigmática y hasta ahora desconocida que se vendió este verano por 16 millones, aunque su estimación más elevada se encontraba en los 3,8. En este lienzo, la luz dramática del Barroco eleva como protagonistas de la composición a una joven costurera y a una serie de esculturas y grisallas, algunas a medio hacer o incluso rotas, que yacen en una pila como cadáveres, generando en el espectador cierta sensación de incomprensión e inquietud. El motivo de que una obra tan sugerente –como suelen serlo las de Sweerts– haya pasado desapercibida hasta el momento se debe, según explica Christie's, quien ofreció la pieza, a que la diversidad del estilo del flamenco y el olvido en el que cayó tras su fallecimiento hizo que, hasta principios del siglo XX, sus obras fuesen denostadas, ignoradas o mal atribuidas en la mayoría de los casos.

Este no fue, sin embargo, el único descubrimiento del fascinante trabajo de Sweerts este año. La misma casa ofreció a finales de año otro de sus cuadros, que de los 756.000 dólares en que se estimó elevó su valor a casi 2,2 millones. Esta obra, también atípica –incluso dentro de la trayectoria del artista, plagada de tipologías poco utilizadas y de representaciones innovadoras– muestra a un artista posando con una de sus piezas, un lienzo de la Virgen en oración. La luz de la composición se dirige casi por entero al cuadro religioso, de modo que el artista permanece en la penumbra, convirtiéndose casi en una sombra cuyas facciones no se pueden reconocer. La obra fue atribuida a Sweerts después de que su propietario, que no conocía la autoría, sospechase que se podía tratar de un cuadro del flamenco, lo cual quedó confirmado tras un estudio de la pieza.

Este ha sido, por tanto, un año de modestos resultados, pero marcado por la salida al mercado de algunos lotes muy destacados y, sobre todo, por el redescubrimiento de piezas desconocidas.