Arquitectura & Diseño

Ettore Sottsass, el chamán del diseño “terapéutico”

Por Beatriz Fabián

Vista de la exposición 'Ettore Sottsass.

El creador italiano apelaba con sus propuestas a las emociones y a ellas nos traslada la exposición El pensamiento mágico, visitable en el Centro Pompidou Málaga hasta el 25 de febrero. Se trata de una selección de más de un centenar de obras que evidencian el deseo de Sottsass de trascender a través de sus diseños.

E ttore Sottsass (Innsbruck, 1917 - Milán, 2007) tuvo otras vidas antes de convertirse en el enfant terrible del diseño. De origen austríaco y de padre también arquitecto, estudió en el Politécnico de Turín, se alistó en el ejército e hizo trabajos forzados en Yugoslavia. A finales de los años 40 fue comisario de una exposición en la Triennale de Milán, colaboró con la mítica revista Domus y estuvo en contacto con grandes nombres del diseño de todos los tiempos, como el italiano Gio Ponti o el norteamericano como Georges Nelson, a quien le debe su inclinación más por el diseño que por la arquitectura.

Esta muestra exhibe piezas procedentes de las colecciones del Centre Pompidou (Musée National D’Art Moderne-Centre de Création Industrielle y Bibliothèque Kandinsky), e incide en la noción del diseño mágico de Sottsass que frente a las ideas racionalistas del momento reivindica una apelación a las emociones que producen los objetos a los que dota de “una presencia ritual y simbólica”.

Recibió formación como pintor, realizó esculturas inspiradas en la vanguardia moderna, experimentó con la pintura abstracta, participó en el arte Concreto italiano y trabajó como arquitecto en el estudio de su padre , a partir de 1947, empezó a proyectar muebles y diseñar interiores. Frente a las primeras obras de los años 40, inspiradas en las vanguardias artísticas y arquitectónicas, a la cerámica que empieza a realizar en 1956, le imprime una “función terapéutica” , inspirada en la filosofía oriental y en las culturas ancestrales.

© Ettore Sottsass

Para este creador, el año 1958 es clave y así lo recoge la exhibición porque se convierte en diseñador y asesor de la empresa Olivetti que desarrolla el primer ordenador italiano y para la que crea las inconfundibles máquinas de escribir, convertidas hoy en un icono del diseño made in Italy, además de mobiliario de oficina.

Otra fecha importante es 1981, cuando Sottsass funda el famoso Grupo Memphis, en su apartamento de Milán junto a amigos y escuchando la canción de Bob Dylan, Stuck Inside of Mobile with the Memphis Blues Again, de donde surge el nombre de un grupo. Reivindicaban el uso de los colores llamativos, de las formas geométricas y los patrones de gran impacto gráfico y el plástico como material estrella para sus creaciones. A su inspiración en el Art Deco, el Pop Art y el Kitsch de los 50, este grupo reivindicaba el anti-diseño y la libertad creativa. Michele De Lucchi, Martine Bedin, Michael Graves, Barbara Radice, Peter Shire, Nathalie Du Pasquier y Shiro Kuramata querían alejarse de las tendencias formales de la arquitectura y del interiorismo.

El fin del pensamiento racional

Las comisarias Marie-Ange Brayer Céline Saraiva del Centre Pompidou han ideado una exposición que desvela la esencia de la frase de Sottsass, “siempre he creído que el diseño comienza donde terminan los procesos racionales y comienzan los mágicos”. La visita arranca en la década de 1940, con los primeros pasos creativos de Ettore Sottsass, y culmina en el Grupo Memphis, en la década de 1980.

El recorrido comienza en una inmersión a través de las agendas de Sottsass que dan a conocer su vida más íntima, primero a partir de modelos estándar y, a partir de 1974, creadas por él mismo. Constituyen un ejemplo muy expresivo de su modo de ver el tiempo, a base de ejes verticales a lo largo de los que va desgranando hitos profesionales, anotados junto a otros eventos y citas con elementos gráficos y dibujos realizados en color que las convierten en piezas únicas de gran valor biográfico.

Proyecto de arquitectura monumental para la conservación de la memoria nacional popular, 1976 © Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. RMN-GP
Maqueta espacial, 1946-1947 © Centre Pompidou, MNAM-CCI/Georges Meguerditchian/Dist. RMN-GP
Cabinet, 1948-1949 © Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. RMN-GP
Vista de la exposición ‘Ettore Sottsass

Destaca en la exposición del Centro Pompidou Málaga la pieza Maqueta Espacial (1946-1947), la única que queda de este periodo y que refleja la influencia que ejerció en él el escultor Anton Pevsner a quien conoció en París. Además, añade una visión arquitectónica y constructivista del espacio y está realizada con un material industrial como la chapa en acabado bruto.

El Gabinete Grassotti es también una pieza destacada, una verdadera joya del año 1949, realizada en madera lacada en verde, que el diseñador creó para esta firma de aperitivos y que hace referencia a los principios de la arquitectura japonesa por la que profesaba gran fascinación. Es una suerte de miniarquitectura, una estantería compuesta por espacios formados por bloques de color y vacíos o huecos libres que marcan una composición casi musical.

Por su parte, la serie de cerámica Offerta a Shiva, de 1964, se la dedica el artista a la divinidad hindú, símbolo del renacimiento, y muestra una etapa en la vida de Sottsass que estuvo enfermo y hospitalizado en Palo Alto California. La realizó después de su serie Ceramiche delle Tenenre (1963) y simboliza “una vuelta a la vida y a la luz”, como se indica en la exposición. Esta ofrenda a Shiva está formada por platos de sencillo diseño, geometría elemental, realizados amano con arcilla roja y con formas que hacen referencia al cosmos y el diseñador les quería otorgar una fusión terapéutica desde pues de su periodo negro más que su uso funcional.

Una máquina revolucionaria

Fue en 1969 cuando, tras concebir distintos modelos de máquinas de escribir y calculadoras, que permanecen en el imaginario del público como verdaderos iconos del diseño, cuando ideó junto a Perry King la máquina de escribir portátil Valentine que estaba pensada para el público en general y que supuso toda una revolución en sí misma porque, debido a que estaba realizada en plástico moldeado por inyección, era ligera y se podía trasladar con facilidad, gracias además a un maletín de transporte. La elección de colores rojo para la carcasa y amarillo para los carretes de tinta respondía a la estética de la cultura pop y la convertían en un objeto de carácter lúdico.

De este modo Sottsass hacía gala de su idea de que el diseño puede mejorar la vida de las personas, como explicaba aquí: “Así que empecé a pensar que estos objetos, que me disponía a fabricar, solo tendrían sentido si ayudaban a la gente a vivir de alguna manera (...). En definitiva consideraba que, si existía una razón para diseñar objetos, esta solo podía residir en el hecho de realizar una especie de acción terapéutica”, comentaba.

Maquina de escribir Valentine. Foto: Álex Zea/Europa Press
Fruteros de cerámica del año 1958. Foto: EFE/Jorge Zapata

Otro hito en el que se detiene la muestra de Málaga es la exposición titulada Miljö för en ny planet (Paisaje para un nuevo planeta), una individual de Ettore Sottsass, en el Museo Nacional de Estocolmo, celebrada en 1969, donde mostró piezas en forma de tótems y arquitecturas primitivas que consideraba como “ejercicios de concentración”.

Arquitecturas metafóricas (1976) recoge una serie de diseños de arquitectura que realizó para una muestra colectiva en Bolonia, una suerte de “manifiestos” que beben del funcionalismo en los que las arquitecturas parecen ser fruto de un trabajo de collage que mezcla referencias históricas y materiales.

Beverly, 1981 © Centre Pompidou

En cuanto a la pieza titulada Beverly (1981), a medio camino entre aparador, estantería y consola, fue diseñada para la primera exposición del Grupo Memphis en 1981 y constituye una obra emblemática de su trabajo al combinar la policromía con patrones asimétricos. Está realizada en un material tan popular entonces como el estratificado mezclado irónicamente con acabados que imitan a la madera con la intencionalidad de retratar un estilo kitsch e introducir el carácter lúdico.

Por último, la muestra recoge el expresivo mundo de los estratificados que empleó, por ejemplo, para los acabados de los armarios Superbox o en diseños como Bacterio o Serpente, inspirados en templos de la India, que desarrolló junto a la empresa Abet Laminati a finales de los años 70.