Xiao Jiang (1977, Jiangxi, China) reside en Shanghai donde tiene su estudio. Ha venido a España acompañado de su mujer Ying Li, quien también es su musa, presente en varios de sus cuadros. Recorremos junto a él y un traductor de chino su exposición, presente en el Centro de Arte Contemporáneo López de la Serna, lo que nos hace más desafiante descubrir y entender su trabajo. Una amplia selección de obras, de diferentes formatos, centradas en las dos facetas cruciales de su producción pictórica: paisajes y escenas domésticas. Cuadros que muestran momentos comunes, como los días cotidianos, que dan título a la muestra y a dos de las obras allí incluidas.
Nos desvela Xiao que en uno de los lienzos es su esposa quien aparece representada, y en otro con el mismo título, sus padres. Como es característico en su obra, se trata de personajes sin rostro que esquivan la mirada, potenciando el poder del silencio y la sugestión.
El artista proviene de una región montañosa del sureste de China cuyas extensiones boscosas, sierras escarpadas y senderos agrestes han sido una constante en su pintura desde que en 2013 iniciara una serie de paisajes al aire libre. Comenzó sus estudios en la Academia de Arte China y en 2003 obtuvo su graduación. Sus primeros trabajos fueron en el centro cultural de su ciudad y en 2006 se trasladó a Shanghai para dedicarse por completo a su producción pictórica. Allí inauguró su primera exposición. Desde entonces ha participado en otras colectivas y presentado muestras en solitario principalmente en China. Entre sus últimas exposiciones cabe destacar la de Nueva York en 2022 por Karma Gallery, primera muestra fuera del continente asiático; Vanguard Gallery en Shanghai en 2021 y 2018; o LEO Gallery en Hong Kong en 2020.
Estas nuevas obras presentadas ahora en Madrid, conllevan la firma característica del pintor con su estilo neorromántico, en la medida que transpone al hombre y a la naturaleza. Pinturas atmosféricas que describen ambientes pausados y silenciosos, invitando a la reflexión y a la propia interpretación del espectador. Con una poderosa capacidad para provocar curiosidad, como en las imágenes del célebre pintor estadounidense Edward Hopper. La arpillera que utiliza como soporte al óleo, le fuerza a aplicar el pigmento con pinceladas meditadas. Xiao se concentra y medita sobre la esencia de la pintura en sí misma.
Es la primera vez que visita España y Europa, ¿qué le ha llamado más la atención de Madrid?
Tengo una alta expectativa de este viaje porque solo conocía España a través de los libros e internet. Nada más llegar he visitado el Museo del Prado. Una vez allí, al primero que he buscado ha sido a Velázquez. Aprendí a pintar desde muy pequeño y mis profesores nos hablaban de los grandes maestros occidentales. Velázquez representaba un lugar muy destacado. Ha sido siempre una de mis aspiraciones, el poder contemplar su obra en persona. También me encontré con las obras de Goya, que me han encantado. Igual que El Greco.
¿Por qué el título de la exposición Ordinary Days?
El título de Un día cualquiera lo otorgan dos de las obras expuestas en las salas. Pero no es un hecho específico o concreto. Simplemente hablar de días corrientes.
¿Qué influencia tiene en su obra, su localidad natal Jinggangsan?
Desde la escuela primaria en el colegio me empezó a gustar la pintura, pero crecía y estudiaba igual que el resto de los niños. Ese entorno de la infancia ha dejado una influencia y ha jugado un papel muy importante en mi creación artística, como las montañas, que están tan presentes en mi obra y en los últimos cuadros se vuelven más abstractas.
¿Cuál es la intención de su obra?
Pretendo transmitir, de una manera sutil, mis sentimientos o, al menos, una proyección de mi estado de ánimo. No pienso mucho en mis espectadores, trabajo y pinto para mi propio interior.
Los artistas chinos que están destacando hoy en día incluyen en su obra elementos vinculados con la tecnología. No es su caso.
Creo que estos elementos más modernos no son adecuados para incluirlos en mi obra o en la pintura en general. Los veo innecesarios. A veces en mis cuadros aparecen elementos como torres eléctricas, pero solo las he incluido por su forma, pensando en el paisaje.
¿Vivimos abducidos por la tecnología?
No lo tengo en cuenta. No pienso en eso.
La soledad está presente en sus cuadros de interior.
En mi fase creativa procuro ralentizar mi trabajo, intento pintar lentamente. Espero que los espectadores puedan apreciar los cuadros en una exposición también, pausadamente. Hoy en día la gente ve las exposiciones de una forma apresurada. Mi intención es que mire, ralentice sus pasos, y aprecie los cuadros de manera más lenta, más despacio. El concepto de lentitud no se refiere solo al proceso de pintar, sino también tiene que ver con la manera de pensar y de mirar.
¿Cuál ha sido la evolución en su proceso creativo para lograr esa lentitud deseada?
En los últimos años, en mi labor creativa de pintar estos cuadros, he adoptado y utilizado un soporte diferente, una tela hecha de cáñamo. Se trata de una tela muy gruesa y rugosa, en la que cuesta mucho pintar un trazo rápido sobre ella. Opté intencionadamente por este material para ralentizar mi trabajo y mi manera de pintar. Es algo muy interesante, de esta manera, me obliga a centrarme todavía más en el propio proceso de pintar. Que el proceso de trabajo sea lento es muy importante. También con el deseo o esperanza de que los espectadores dediquen más tiempo en mirar los cuadros. Estaría feliz si lo lograse.
¿Trabaja con varios cuadros a la vez?
Solo pinto un cuadro a la vez. Cuando termino uno, empiezo otro.
¿Cuánto tarda en realizar un cuadro?
Para mi es muy difícil distinguir el tiempo dedicado a pintar propiamente dicho o al tiempo dedicado a reflexionar sobre lo que estoy pintando. Hay pintores que hacen un planteamiento muy detallado antes de tomar el pincel, pero una vez empiezan a pintar es un proceso continuo. En cambio hay otros pintores, como es mi caso, que no realizamos gran trabajo de conceptuación previo al pincel. Yo voy pensando a medida que voy creando y pintando. Paro muchas veces hago modificaciones sobre la marcha. Es mi estilo de creación.
¿Qué importancia tiene la memoria en su proceso de creación y en su obra?
Es muy importante en mi obra. En la mayoría de mis cuadros en el proceso creativo utilizo una foto que me sirve de base, pero como un medio auxiliar a mi memoria. Me ayuda a volver a ese momento. No estoy copiando esa fotografía a propósito en mis cuadros. Es decir, me ayuda a recuperar la sensación que tuve en ese momento, a reforzar la memoria. Me permite extraer lo abstracto que se generó en ese momento o escenario.
¿Cuánto cree que tiene de poética su obra?
Algunos de mis cuadros denotan un carácter lírico. Deseo expresar mis sentimientos, pero no es la visualización de una poesía en concreto.
¿Qué espera del espectador frente a su pintura?
Espero que sobre todo le guste la exposición. Pero si logro que los espectadores lleguen a reflexionar sobre sus días cotidianos, sería una gran noticia. Me gustaría que hubiera una libre interpretación de mi obra, dando espacio y cabida a esa reflexión, y volver a la esencia misma de la pintura.
Trabajó en el centro cultural de su ciudad como diseñador de arte y escenarios, ¿verdad? ¿Influyó eso en su manera de pintar?
Trabajé un tiempo en el centro cultural de mi ciudad, en un trabajo un tanto peculiar en labores artísticas que englobaba muchas cosas, la escenografía y diseños de escenarios, pero de manera básica con la pintura y caligrafía.
Sus cuadros parecen escenografías para una narración…
En mi trabajo hay elementos para una narrativa pero esto no tiene que ver con mi trabajo en el centro cultural, tiene más que ver con mi afición a la lectura y mi interés por el cine.
¿Cuál es el género literario que más le interesa?
Como lector soy omnívoro, leo todo tipo de libros, no tengo preferencia. No puedo decir que mis lecturas ejerzan una influencia directa en mi obra, pero de manera indirecta sí, leo novelas de suspense o poesía.
¿Le gusta el cine? ¿Qué directores?
Cuando era joven me gustaban las películas artísticas, vi mucho cine entonces, buenas y malas. Ahora veo cine sin distinción de género, siempre que sea una buena película. Me gusta tanto el cine americano como el español, especialmente directores como Almodóvar.
¿Cree que hay influencia del cine en las escenas de interior de su obra?
Hay influencia en mayor o menor medida, pero no solamente del cine. Una persona para crecer necesita nutrirse y alimentarse, cada elemento puede dejar influencia en mi trabajo.
¿Qué artistas han influido en su trayectoria?
Absorbo y me alimento de los grandes pintores de la historia del arte, pero sin fijarme en ninguno en especial. Muchos han influido en mi obra, aquellos que han dejado su impronta en la historia del arte. Absorbo estos nutrientes y los transformo e incluyo de manera sutil en mi trabajo. A lo largo de mi carrera, dependiendo de las etapas, me fijaba en diferentes artistas. En mi etapa de formación copiamos a los grandes occidentales como Velázquez o Manet. También me han gustado mucho artistas chinos como los pintores de la etapa republicana china, entre 1911 y 1949. En la década de los cincuenta y sesenta hubo artistas que influyeron en mi etapa de formación.
Podemos concluir que, en su trabajo, ¿hay una tendencia hacia la abstracción?
En mi obra sí existen elementos abstractos, pero realmente no lo sé. Yo mismo me encuentro en ese camino todavía.
