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La catalana que se fue de España y ahora alcanza cifras récords en subasta: "Me encantaría tener más presencia en casa"

Por Mario Canal

Cristina BanBan

Las obras de Cristina BanBan se cotizan al alza. Sus cifras en subastas alcanzan ya los 148 mil euros y los grandes ‘gatekeepers’ del arte han entendido el poder de sus figuras rotundas. Sus obras pueden verse en ciudades como Nueva York, Tokio o Londres, donde estos días expone en la prestigiosa galería Skarstedt. Hablamos con la artista de la que hablan todos.

Lo que hace la catalana tiene rollo: es contemporáneo, posee la fuerza del ahora, pulsa el Zeitgeist. Pero la originalidad creativa y habilidad artística que surge de sus cuadros –y ahí radica su éxito– trasciende el momento presente.

Una vez seducidos por la implacable estética de la figuras rotundas de Cristina BanBan (Barcelona, 1987), lo que nos atrapa es todo lo demás: la historia del arte que transita en sus obras, con escorzos del barroco, pero también la frescura del cómic y la radicalidad de Lucien Freud. O su tremenda capacidad para retratar los estados psicológicos ambiguos de sus personajes, inmóviles en escenas con las que todos conectamos. Que de alguna forma conocemos e intuimos: conciencia colectiva.

La ambición y solidez de su trabajo es evidente y convence a coleccionistas. Los precios de sus obras oscilan ya entre los 16 mil y los 148 mil euros. Pero también los grandes gatekeepers del arte han entendido el poder de su obra. Si hace unos meses recaló en Tokio, de la mano de la Galería Perrotin –que representa a Takashi Murakami y Maurizio Cattelan–, ahora sus obras pueden verse en Londres, en la galería Skarstedt, que tiene en su elenco a artistas como Richard Prince, Jeff Koons o Barbara Kruger.

Mientras prepara esta exposición escuchando una playlist que comparte con El Grito, ha encontrado tiempo para responder a algunas preguntas sobre su trabajo y otros muchos temas: poderío cañí, la toxicidad del arte, el autorretrato como doppelgänger, cuándo acabar un lienzo, el lado bueno de Instagram, los suburbios de Barcelona, el éxito en Nueva York y mucho más.

‘Figurilla I’, Cristina BanBan, 2023
‘Figurilla I’, Cristina BanBan, 2023

¿Siempre pudiste dibujar bien? ¿Es algo que hacías de forma natural desde pequeña?

Siempre tuve la curiosidad por dibujar y pintar. Empecé a una edad bastante temprana, tomé clases desde los cuatro años de manera diaria, con una enseñanza muy conservadora realista donde te hacían copiar de un modelo. Hoy en día lo agradezco porque me dio las skills necesarias que con el tiempo se convirtieron en mi herramienta de expresión.

¿Cuál fue la primera expo que te impactó?

Visité el Museo Picasso de Barcelona en una excursión con la escuela a los ocho o nueve años y recuerdo que fue uno de los primeros momentos en los que conecté con el trabajo de un artista. Mi afición por la pintura me venía de forma natural, solo que con los años fui creciendo alrededor de este círculo.

Se perciben referentes de la propia historia del arte en tu obra, ¿es algo que te planteas y sobre lo que reflexionas?

Está bien que el espectador haga sus propias relaciones y contextualice mi trabajo con ciertas corrientes o momentos artísticos. Esto no es algo que yo haga conscientemente, pero creo que hay ciertos aspectos que influyen en la trayectoria de un artista, como su procedencia, tradición y sus estudios académicos. Me licencié en Bellas Artes en Barcelona y, aun siendo esta una ciudad moderna y cosmopolita, los estudios en aquel entonces (quizás han cambiado) estaban enfocados de una manera bastante tradicional.

‘Dos Figuras’, Cristina BanBan, 2023
 ‘Tres Mujeres y un Arco’, Cristina BanBan, 2023

Lo monstruoso -en tanto que deforme- está bastante presente pero no es grotesco, hay una belleza en la fuerza con la que lo transmites… ¿lo relacionas con la autoaceptación?

Contra más pasa el tiempo y voy madurando como artista más me doy cuenta que mi pintura está sumamente ligada a mis emociones. Comenté que mis últimos shows se centraban en una pintura con atención en lo estético, en los conceptos más puros de la pintura como la composición, el color, la textura, etc., sin querer trabajar en una pintura narrativa. No quería contar historias. Pero lo cierto es que están cargadas de emoción, y cambian según mi estado de ánimo y físico. Están totalmente conectadas a mí, creo que la pintura, por más estereotipado o cliché que pueda sonar, me mantiene cuerda.

La dualidad vulnerables-emancipados está muy presente en tu personajes, ¿crees que van más hacia un lado o hacia el otro?

Es interesante que menciones la “dualidad” como concepto. En Nueva York tengo mi círculo de amigos pintores a los que invito a que vean las obras antes de que sean recogidas para la exposición y, recientemente, recuerdo hablar sobre esa dualidad que está presente en mi trabajo y de la que me percaté con la última serie. En mi opinión, existe ese diálogo entre colores planos y volumen, figura y fondo, lo mental y el movimiento físico, trabajar sobre mojado y en seco, el yo y lo universal…

¿Qué sucede cuando te vas de España? ¿Cómo te sientes y como has visto el impacto de vivir fuera en tu trabajo?

Es un sentimiento siempre de tristeza porque mi corazón está en varios lugares del mundo, España y, ahora, en NY donde vivo y trabajo. Vaya, ¡otra dualidad! Londres y, luego, NY fueron los lugares que me dieron el nombre y reconocimiento, pero para mí es importante tener una presencia en España.

Tu obra se ha revalorizado en estas dos ciudades extranjeras, ¿crees que en España cuesta más darse a conocer?

Estoy orgullosa de que mi trabajo forme parte de increíbles colecciones en España. Este año, durante ARCO, tuve el placer de conocer a muchos coleccionistas españoles. Me encantaría formar parte de más instituciones y museos en España ya que estoy orgullosa de mis orígenes y es importante tener una presencia en casa.

¿Qué queda de los suburbios de BCN en tu obra? ¿Y cómo influye NYC?

De los suburbios de Barcelona, rescato las ganas y el empeño por salir de ellos, energía que se necesita para sobrevivir en grandes ciudades como Nueva York.

¿Cómo es tu proceso de trabajo desde la concepción hasta la finalización?

Trabajo en óleo y acrílico sobre lino. Utilizo carboncillo y fotografías de modelos para empezar el esqueleto y luego pinto. No me gusta intelectualizar mi trabajo ni tampoco pensar demasiado en el proceso, para mí la pintura es algo más orgánico así que no hay mucha explicación entre concepción y finalización. El cuerpo de la mujer sirve de vehículo para mis pinturas, que son una especie de diario donde descargo emociones intensas.

‘Dúo. Pensadora III’, Cristina BanBan, 2023

¿Cuándo decides qué tema vas a tratar en cada obra? ¿Y cuándo decides que lo has acabado?

La composición la pienso previamente y está bien controlada pero el resto de la pintura no está predeterminada, dejo que coja su propio ritmo sin influir demasiado con el pensamiento para que el resultado sea lo más real posible.

Entiendo que están acabadas cuando siento que se sostienen por sí solas. En la vida real soy una persona que piensa mucho, le da muchas vueltas a las cosas, pero en la pintura he aprendido a creer firmemente en mi intuición así que paro antes de joder la pintura.

¿Necesitas entrar en algún tipo de emoción cuando pintas?

Pinto mejor cuando estoy concentrada. A veces te pasan cosas en tu vida personal que interfieren en tu trabajo, hay días que no puedes forzarte a pintar y otros en que los problemas se convierten en combustible para la pintura.

¿Podemos ver tu obra desde el punto de vista de la introspección psicológica? ¿Qué nos dice tu obra de ti?

Me he servido de mi propia imagen como referente por mucho tiempo porque es el material que se tiene más a mano. Este año he tenido la suerte de poder colaborar con dos modelos increíbles que me han servido de inspiración. Como te comentaba antes, las pinturas están conectadas con lo que me pasa a nivel personal así que en cierta manera se podría decir que son obras autobiográficas, incluso cuando utilizo otras formas y caras de distintas modelos se convierten en doppelgängers porque canalizan mis sentimientos, hasta el punto que a veces se fusionan con mi anatomía también.

Hay algo muy español en la forma con la que se relacionan los cuerpos, muy física… ¿Habría otros elementos que contengan códigos culturales españoles?

Sí, creo que es lo que hablábamos de la historia y el origen de cada uno. Admiro a las mujeres con fuerza y expresión, con su movimiento y miradas. Como han descrito alguna vez a mis mujeres, me inspira su “poderío”, algo muy español.

¿Cuáles son tus referentes pictóricos?

Me interesan pintores con obra figurativa como Francis Bacon, Freud, Paula Rego… Pero también adoro todo el movimiento del expresionismo abstracto, me fascina una pintura más visceral, de gesto y pincelada expresiva.

El mercado te cuida, ¿temes no penetrar en otras dimensiones del espacio artístico como el ámbito institucional o crítico?

Todo tiene su curso y, si estás en buenas manos, tus dealers se preocuparán de que esto vaya ocurriendo. Pienso que mi carrera es de fondo así que no tengo prisa en quemar todos los cartuchos ahora mismo.

‘Dúo. Pensadora II’, Cristina BanBan, 2023
‘Dos Figuras con Paisaje’, Cristina BanBan, 2023

¿Cuál sería la mayor alerta sobre la dureza o potencial toxicidad del mundo artístico que has tenido?

Un artista tiene que aprender a protegerse y a permitirse decir que no. La demanda y sobreproducción puede quemarte y, por ende, hacerte no disfrutar de lo que es la pintura para ti. Hay que conocer tus límites y poner por delante a la pintura y a tu salud a las exigencias del mercado.

¿Crees que las redes sociales son los nuevos museos?

Me parece que son interesantes porque permiten que la gente te pueda conocer un poco más como eres personalmente y pueden seguir un poco del proceso en el estudio. Instagram me ha permitido conectar con mucha gente sobre todo cuando se viaja, creo que en ese caso es una herramienta increíble.

¿Qué veremos en tu expo de Londres este otoño?

Es una colección de 11 pinturas con algún formato nuevo. Estoy muy satisfecha de esta serie, creo que son pinturas fuertes. Estoy con muchas ganas de celebrar y ver cómo son recibidas en la ciudad donde se inició mi carrera profesional como artista.

¿Cuáles serían tus cinco referencias artísticas no pictóricas fundamentales?

Me inspira el flamenco, las personas que sienten intensamente, ir a bibliotecas o tiendas de libros, la playa y una buena conversación.

¿’Playlist’ actual con 10 temas que uses para pintar?