Dos antonio lópez, un tapiz de isabel la católica… las compras del ministerio de cultura en arte en 2023

Existe un pique entre los museos nacionales por ver quién ha recibido más recursos estatales para comprar arte. ¿El Prado o el Reina Sofía? El año pasado ambos cerraron prácticamente con un empate técnico: 1,37 millones de euros para el primero, frente a 1,29 millones para el segundo. Teniendo en cuenta que, juntos, acapararon el 40% de la inversión total –6,62 millones de euros a repartir entre 27 instituciones–, no está nada mal. Pero en 2023 se ha sumado un nuevo agente al tablero de juego y no es uno cualquiera; se trata de la Galería de las Colecciones Reales, un espacio que promete hacer la competencia a nuestros dos grandes museos, no solo en cuanto a visitantes sino también en adquisiciones.

Por lo pronto, el recién llegado ya se ha quedado con la que hasta ahora es la compra pública más cara del año: un tapiz de Isabel la Católica que representa uno de los Triunfi de Petrarca. El Ministerio de Cultura y Deporte lo adquirió a principios de marzo por un millón de euros, tras ejercer su derecho de tanteo entre particulares. Una cifra elevada que se justifica por la importancia de la pieza, única conservada en España de la serie de seis paños –hoy perdidos– que la reina católica compró en 1504 (solo se conserva otro ejemplar del conjunto en el Metropolitan). El Triunfo del Tiempo ha pasado así de manos privadas a Patrimonio Nacional y ya se expone en La Galería junto a otros paños de la colección real.

Otra de las piezas que el Estado ha recuperado para nuestro patrimonio es un exquisito mármol de Venus y Cupido. En su caso, no es de un autor español sino italiano, Giovanni Bandini, pero tiene el interés de haber pertenecido a la colección particular del mecenas y poeta sevillano Juan de Arguijo. Es una de las adquisiciones más recientes y el Museo Nacional de Prado ha pagado con fondos propios los 750.000 euros que pedía su anterior dueño.

Tanto el tapiz como la escultura habían sido declarados Bien de Interés Cultural (BIC), lo que significa que no pueden salir del país y que la venta debía restringirse al mercado nacional. Justo lo que ocurre con el ‘Ecce Homo’ de Caravaggio que se iba a subastar en Ansorena y que ahora tiene Colnaghi. Cuando se produce un blindaje de estas características, es habitual que el Estado muestre su interés por la pieza, aunque no siempre esté en disposición de adquirirla. El paño de seda y el mármol italiano ya forman parte de las colecciones públicas, ¿ocurrirá lo mismo con la pintura del milanés? Todo puede pasar. Si las plegarias de los sorollistas fueron escuchadas ayer mismo en Segre –su Trovador callejero. Visita del músico fue adquirido por 300.000 euros presumiblemente para el Museo Sorolla, colocándose en tercera posición–, los caravaggistas también podemos soñar.

Una caja nazarí de madera y marfil de 180.000 euros

El cuarto puesto de obras más caras adquiridas por el Estado este año lo ocupa una pieza nazarí que el Ministerio encontró en el mercado internacional, concretamente en Christie’s Londres. Es una caja o píxide de marfil, madera y bronce con un cuidado trabajo de taracea adquirido por 180.000 euros que ya se exhibe en el Museo de Artes Decorativas.

El mismo dinero se ha gastado en la Natividad de Joan de Borgonya, ofrecida por Setdart hace siete meses. El hecho de que la tabla hubiese sido declarada BIC, y por tanto inexportable, ya daba algunas pistas sobre el interés del Estado por hacerse con ella para el Museo de Bellas Artes de Valencia. Pero esta no fue la única compra pública aquella jornada de marzo en Setdart, donde hubo otra adquisición destacada para el museo valenciano: David con la cabeza de Goliat, una obra que tenía sorpresa. Salía atribuido como “anónimo napolitano del siglo XVII” pero escondía la mano de Pedro de Orrente, pintor barroco español formado en Italia. Se adjudicó por unos escasos 4.200 euros, cifra que debió de agradar al Estado, teniendo en cuenta los últimos precios del artista murciano: en 2021 su Adoración de los pastores alcanzó los 30.000 euros y más recientemente, en mayo de 2023, una escena mitológica le ha costado al Prado 120.000 euros (apúntenla novena posición de nuestro top ten).

El centro dirigido por Pablo González Tornel últimamente está muy activo en su política de adquisiciones, no solo en subasta sino también en venta privada (baste citar la adquisición hace 14 meses de la colección Lladró). El pasado febrero también se benefició de ello, cuando el representante del Ministerio de Cultura y Deporte acudió a Ansorena con un desiderátum. Estaba interesado en una tabla inédita de Juan de Juanes y titulada Verónica de la Virgen. La composición despertó el interés de varios coleccionistas presentes en la sala, que hicieron subir el lote desde los 15.000 euros iniciales hasta los 37.000 euros en los que se adjudicó. Fue entonces cuando el Estado ejerció su derecho de tanteo y se hizo con la pieza.

Esta manera de operar del Ministerio en las casas de subastas –y entre particulares– es la habitual cuando se quiere recuperar una pieza para el patrimonio español. Evidentemente no puede pedirse la obra antes de ser subastada porque la casa tiene derecho a ofrecerla al resto de coleccionistas, o al menos permitir que pujen. Por eso cuando el representante del Estado acude a la sala, tanto subastadores como coleccionistas se echan a temblar.

Eso es lo que ocurrió en julio, por ejemplo, cuando Segre ofreció una pareja de tablas de reyes del Maestro de Becerril. Como en otras ocasiones, el representante del Estado estaba presente aquella tarde en la casa madrileña y muy pendiente de los lotes 56 y 57. Llegó la primera oportunidad: Ezequiel. La pieza comenzó en 8.000 euros y enseguida voló hasta los 14.000, gracias a varios pujadores en sala y a un anónimo al teléfono, que fue quien se terminó adjudicando el lote. El Ministerio, en ese momento, callado. Segunda oportunidad: Salomón, también con un precio de salida de 8.000 euros. Al no poder adquirir ya la pareja, varios coleccionistas renunciaron a las pujas, que se estancaron en 9.500 euros. Fue entonces cuando el representante del Estado ejerció su derecho y, justo después de la bajada de martillo, arrebató la obra al último pujador.

Un verano frenético tras las elecciones

Tras el anuncio de elecciones generales las adquisiciones estatales se moderaron hasta agosto. A partir de entonces fue cuando vivimos uno de los veranos más prolíficos de la historia con nombres propios como Murillo, Ramón Casas o Antonio López entre ellos. En total, casi un millón de euros gastados entre los que cabe destacar dos parejas de pinturas: una para el Prado y otra para el Reina Sofía (seguimos con la paridad). A este último se han incorporado dos retratos familiares de Antonio López que han costado 175.000 euros cada uno –veremos si Manuel Segade los expone–, mientras que el museo dirigido por Migue Falomir ha recibido dos bocetos de Bartolomé Estaban Murillo valorados en 200.000 ambos (a los que hay que sumar El sátiro de Antonio Fillol por 110.000 euros). Para el Museo Arqueológico Nacional se ha destinado un cimacio del Califato Omeya por el que se ha pagado 175.000 euros.

Esta exuberancia de compras públicas realizadas se ha visto reforzada con el inicio de curso de las subastas. Hace apenas unas semanas el Ministerio se gastó 120.000 euros en el Bautismo de Cristo de José de Ibarra, el pintor más destacado del Virreinato de Nueva España.

Esperemos que esta buena racha se mantenga durante los últimos meses del año, momento en el que las adquisiciones se disparan para agotar los presupuestos. ¿Nos dará el Estado una última sorpresa? No perdemos la esperanza.

Las diez compras más importantes del estado en 2023 (hasta octubre)

1. Tapiz El triunfo del tiempo. Adquirido por un millón de euros a una colección particular. Destino: Galería de las Colecciones Reales, Madrid.
2. Venus y Cupido de Giovanni Bandini. Adquirida por 750.000 euros con fondos propios del Museo del Prado a una colección particular. Destino: Museo Nacional del Prado, Madrid.
3. Trovador callejero. Visita del músico de Joaquín Sorolla. Adquirido por 300.000 euros en Segre. Destino: Museo de Sorolla, Madrid
4. Píxide octogonal nazarí. Adquirida por 180.000 euros en Christie’s Londres. Destino: Museo Nacional de Artes Decorativas, Madrid.
5. Natividad de Joan de Borgonya. Adquirida por 180.000 euros en Setdart. Destino: Museo Bellas Artes, Valencia.
6. Sinforosio y Josefa de Antonio López. Adquirida por 175.000 euros a una colección particular. Destino: Museo Nacional Reina Sofía, Madrid.
7. Antonio y Josefa de Antonio López. Adquirida por 175.000 euros a una colección particular. Destino: Museo Nacional Reina Sofía, Madrid.
8. Cimacio del Califato Omeya. Adquirido por 175.000 euros a Vico Galería de Arqueología. Destino: Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
9. Nacimiento de Adonis. Pedro de Orrente. Adquirida a una colección particular por 120.000 euros. Destino: Museo Nacional del Prado, Madrid.
10. El sátiro de Antonio Fillol. Adquirida a los herederos del artista por 110.000 euros. Destino: Museo Nacional del Prado, Madrid.