Exposiciones

Los más destacados fotoperiodistas de España se dan cita en el Hay Festival Segovia

Por GUILLERMO MARTÍNEZ

Foto: Ricardo Garcia Vilanova

Una exposición reúne el trabajo de más de 70 fotoperiodistas españoles. Desde el 5 de septiembre hasta el 8 de octubre los visitantes podrán ser testigos de un recorrido visual por los acontecimientos más importantes de las últimas décadas.

Por primera vez, una exposición reúne el trabajo de más de 70 de los mejores fotoperiodistas de España, entre ellos todos los galardonados con el Premio Nacional de Fotoperiodismo otorgado por la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV) y que reconocen los trabajos realizados durante el año anterior a su entrega. Englobada en el Hay Festival Segovia, la ciudad castellana está siendo testigo de un recorrido visual por los acontecimientos más importantes de las últimas décadas.

El cambio climático, las revueltas de Egipto y Túnez, los flujos migratorios producidos por la guerra de Siria, las tragedias del estrecho, desalojos, fiestas, conflictos y el 15M son solo algunos de los temas que están presentes en La Alhóndiga, la sala de exposiciones que acoge la muestra desde el 5 de septiembre hasta el 8 de octubre.

Reconocidos autores como Susana Vera, Maysun, Ricardo Garcia Vilanova, Pedro Armestre, Mar Sáez, Samuel Aranda, Domingo J. Casas, Álvaro Barrientos, Olmo Calvo o Santi Palacios participan en esta exhibición dedicada a los 10 años del Premio Nacional de Fotoperiodismo. “No solo se exponen todas las fotografías premiadas, que son más de 40, sino otras 50 más seleccionadas de todas las que se presentaron en las diferentes ediciones del Premio”, explica Antonio Graell, comisario de la exposición.

Primer Premio. Foto: Chema Moya (Agencia EFE)
Foto: Susana Vera
Premio Enrique Meneses. Foto: Gonzalo Arroyo Moreno
Foto: Pedro Armestre
Foto: Alvaro Barrientos

Además, la muestra reserva un espacio para rendir un homenaje a todos los profesionales que se presentaron al concurso algún año, y lo hace mediante una imagen pequeña de ellos acompañada de su nombre. “Este tipo de muestras son importantes para que el trabajo de sus autores sea conocido y también para recordar muchos sucesos que se olvidan en cuánto otro resulta más actual”, ha explicado el propio Graell.

Desde El Grito hemos hablado con dos de los participantes de la muestra para que nos cuenten las historias que se esconden detrás de algunas de sus instantáneas favoritas.

Maysun, los conflictos más allá de las guerras

Esta fotoperiodista sabe bien que conflicto no solo es sinónimo de guerra. “Para mí, conflicto es todo lo que puede azotar a una sociedad y producir cambios en ella, y bajo esa concepción baso mi trabajo”, nos resume. Por eso, en la primera foto elegida aparece Karen, hija de Lolita Chávez, del pueblo k'iche's, en Guatemala. Quería contar la vida de Lolita a través de su ausencia, pues tuvo que exiliarse en España por ser una de las mayores defensoras de la naturaleza y su territorio, por lo que Maysun se trasladó al país latinoamericano.

Karen Medrano Chávez aparece sentada, de espaldas, en un emplazamiento sagrado maya fundado en 1400. Ella es el hilo conductor de una madre que tuvo que escapar de su tierra tras haber sufrido numerosos intentos de asesinato y recibir repetidas amenazas de muerte. “Conocimos a su familia, a sus compañeros de lucha, pero nunca a ella, a Lolita”, remarca la fotógrafa. En un momento dado, Maysun vio a Karen sentada, en armonía con la naturaleza que tanto defiende su madre, en un lugar sagrado para ellos, y disparó su cámara: “Como comunicadora me importa mucho intentar que la gente se quede también con las cosas que necesitamos preservar, no solo las que estamos destruyendo”, apunta.

©Maysun fotografía

Aparece una mujer nonagenaria de nombre peculiar: Sinforosa. Ella, junto a Martín, fueron los dos últimos habitantes, sin compañía durante décadas, del pueblo de La Estrella, en Aragón. Los dos se negaron a abandonar este hogar sin cobertura, sin agua corriente ni electricidad, pero que, en cambio, les proporcionaba todo lo que necesitaban para continuar con su vida. “Cuando los conocí, llevaban más de 45 años solos y se negaban a abandonar su hogar. Ella decía: aquí nací, me casé y aquí me quiero morir”, rememora Maysun.

En una de sus visitas, Sinforosa explicaba minuciosamente a la fotógrafa los frutos que recolectaban en la única zona en la que Maysun ha llegado a experimentar realmente lo que es el silencio: “Me hablaban de las cerezas que tenían, que antes eran mejores porque el invierno era más frío, y la vi ahí, con su pelo ondulado, cortito, como de los años 20, y me pareció un poco la Blancanieves de la España vaciada. Me pareció una foto casi de un cuadro, ella ahí con sus cerezas”, describe la autora de la imagen.

Maysun ganó la Mención de Honor del Premio Nacional de Fotoperiodismo 2016.

Palacios, de Melilla a Bucha

Santi Palacios fotografía

Aquel 28 de marzo de 2014 sucedió algo inesperado para Santi Palacios. Apostado en Melilla, la Guardia Civil no le permitía acercarse al lugar que los migrantes africanos elegían para intentar saltar la valla que les separa de España. “Ese día fue extraño. Avanzamos poco a poco y de repente nos encontramos al lado de la valla, donde varios jóvenes suplicaban que les dejaran quedarse en España y celebraban haber entrado ya al país. Poco después serían expulsados en caliente a Marruecos”, relata.

En esos momentos, todo pasa muy rápido. Ardua tarea la de retratar qué sucede en territorios tan complejos como las fronteras. “Recuerdo que nos dejaron fotografiar lo que sucedía hasta cierto momento que nos echaron de allí. Entendíamos que era para bajar a la fuerza a los migrantes y expulsarlos”, añade. Esa realidad les hizo reflexionar, a él y a sus compañeros, hasta qué punto las imágenes pueden utilizarse “para normalizar una situación que no se debe normalizar”, en sus propios términos, y “cómo se utilizan los medios de comunicación para que en ellos aparezca lo que se deja ver y lo que no”.

©Santi Palacios fotografía

Palacios ya había estado en Ucrania, concretamente en el Dombás, en 2015. Cuando estalló la guerra en febrero de 2022, cogió el primer avión con destino a Polonia. Al poco, entraron en Ucrania. “Me centré en el franco noroeste, en la ciudad de Bucha, y yo ya estaba por la zona días antes de que las tropas rusas se retiraran”, explica. Cuando entró a la ciudad se encontró con la matanza de cientos de civiles cuyos cuerpos estaban tirados por las calles. “Es muy duro lo que vi, pero es nuestro trabajo. Tenemos la obligación de aportar algo de luz para entender lo que sucede y transmitirlo de la forma más decente, respetuosa y útil posible”, comenta al respecto.

Al fin y al cabo, el fotoperiodista estaba siendo testigo de las consecuencias de lo que parecían crímenes de guerra. “Yo fui uno de los primeros en entrar a la ciudad tras la retirada y recuerdo que el reportaje tuvo mucho impacto, sobre todo en el mundo hispanohablante”, subraya el fotógrafo.

Santi Palacios ganó el Premio Nacional de Fotoperiodismo 2016 y quedó en segundo lugar en la edición de 2018, mismo año en que ganó también el Premio Félix Ordóñez, que premia las fotografías ligadas con la cultura y el deporte, también de la ANIGP-TV.