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Warhol, picasso, basquiat... Los artistas que no encuentran compradores en 2023

Por Sol G. Moreno

Hace meses que los expertos alertan de que los dos últimos años no han sido más que un espejismo, un efecto rebote causado por el parón de la pandemia. Warhol, Basquiat o Picasso se dispararon en las listas de los más caros en 2022 –récord absoluto de cifras–, pero ahora algunos de sus lotes quedan desiertos. ¿Por qué? No es la guerra ni la inflación, sino la corrección del mercado.

¿Imaginan valorar un cuadro por la parte trasera? A veces el reverso esconde datos muy valiosos –como sellos, escudos o pegatinas sobre su procedencia– que ayudan a multiplicar el precio de una determinada obra. Pero darle la vuelta es algo que, naturalmente, no solemos hacer. Como tampoco acostumbramos a valorar una subasta por los lotes que no se han vendido. Sin embargo, en ocasiones conviene fijarse en la cruz de los resultados; solo así sabremos cuál es realmente la salud del mercado del arte.

Por una vez vamos a dejar de lado los éxitos para bucear entre los fracasos y elaborar nuestro particular “listado de perdedores” con aquellas piezas que regresaron a los depósitos porque nadie se animó a adquirirlas. A fin de cuentas, también merecen sus 15 minutos de fama, como diría Warhol.

Con él precisamente empezamos este elenco de piezas que pudieron protagonizar titulares, pero quedaron relegadas al olvido. El padre del pop art ocupó el primer puesto de los más caros el año pasado con su ‘Shot Sage Blue Marilyn’ vendida en 194 millones de dólares, pero el 20 de mayo no pudo repetir la hazaña cuando Sotheby’s ofreció el retrato de Hartmut Stöcker (claro, que el empresario no es la diva rubia).

Andy Warhol. Shot Sage Blue Marilyn, 1964
Andy Warhol. Retrato de Hartmut Stöcker, 1980
Imagen cortesía de Sotheby’s.

Algo semejante ocurrió con Jean-Michel Basquiat, el niño mimado de las ferias y las casas de subastas. El cuadro del grafitero en colaboración con Warhol tenía todos los visos de interesar a los coleccionistas con perfil inversor, pero parece que no terminó de convencer a ninguno. Quizá la actual saturación de obras a la venta de ambos persuadió a los posibles interesados en este trabajo conjunto.

El tercer nombre de este peculiar ranking es Pablo Picasso. El autor malagueño se encuentra aquí por culpa de ‘Mujer sentada con sombrero de paja (María Teresa)’, que el 11 de mayo tuvo que regresar a la distinguida colección particular de la que venía. Nadie pujó por este retrato cubista de su amante, el primero de toda una serie muy valorada. Christie’s había estimado el lienzo entre 20 y 30 millones de dólares, además contaba con el beneplácito de Claude Picasso, pero no fue suficiente para despertar el interés de nuevos dueños.

En esa misma jornada tampoco encontró comprador una acuarela ‘Sin título’ de Jackson Pollock. Igual porque quien ansía una obra suya, la prefiere con dripping; es decir, el artista en estado puro cuando bailaba sobre el óleo mientras dejaba gotear sus colores. El tercer gran damnificado de esa noche –y quinto de nuestro listado– fue Ives Klein, cuando ‘Antropometría’ pasó sin pena ni gloria, a pesar de contar con una interesante estimación de entre ocho y 12 millones de dólares.

Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat. PE D G, Dos cabezas, 1984-1985
Imagen cortesía de Sotheby’s.
Pablo Picasso. Mujer sentada con sombrero (María Teresa), 1938
Imagen cortesía de Christie’s.

CORRECCIÓN DEL MERCADO

Warhol, Basquiat, Picasso, Pollock y Klein. Los cinco son artistas de récord cuyas obras se han rematado –y se siguen rematando, no nos engañemos– por precios millonarios. Entonces, ¿por qué ya no se venden tan fácilmente? ¿Será porque se ha acabado el dinero que los inversores tenían ahorrado o porque los precios son demasiado elevados? ¿Acaso ha cambiado el interés de los coleccionistas por estos autores?

Nada de eso. Lo que ocurre es que estamos asistiendo a ese cambio de tendencia tan anunciado por los analistas. De hecho, si durante el primer trimestre se han repetido palabras como contención, cautela o prudencia, este verano ya hemos escuchado términos más contundentes como corrección, ajuste o contracción. Pero no hay por qué alarmarse. Según los expertos no se trata de una recesión, sino más bien de una estabilización, un regreso a la cordura que perdimos tras la pandemia. “Lo que hemos experimentado en los últimos años no ha sido un entorno de mercado normal. La combinación de la impresión de dinero durante el covid y, hasta hace poco, las bajas tasas de interés han derivado en una burbuja del mercado. Y estos no se mantienen alcistas indefinidamente”, comentaba a The New York Times el experto y miembro de la Asociación de Asesores Profesionales de Arte Todd Levin.

Ives Klein. Antropometría sin título, 1960
Imagen cortesía de Christie’s.
Jackson Pollock. Untitled, 1951
Imagen cortesía de Christie’s.

Desde El Grito ya lo decíamos en mayo cuando repasamos los últimos informes sobre mercado del arte y esas cifras millonarias inéditas con las que cerramos el año pasado: los remates de récord no son necesariamente buenos. Evidentemente, no nos referíamos a las casas de subastas que aprovecharon la racha de esa locura de precios sin precedentes y esa ansiedad por comprar, sino a la situación global del mercado. ¿Era realmente sostenible? Expertos de Art News y The Art Newspaper ya anunciaban en febrero que la situación no se podría mantener durante mucho tiempo y que en algún momento asistiríamos a un reajuste. Las subastas de marzo ya anticiparon una leve disminución de precios, algo que se volvió a ver en las jornadas celebradas en mayo, cuando confirmamos los primeros síntomas de agotamiento del mercado secundario. Ahora, con el primer semestre del año cerrado, parece que ese cambio de tendencia definitivamente se ha producido. Ya no hay suposiciones sino certezas: la corrección ya es un hecho. Basta con fijarse en los datos de los últimos meses para entenderlo; pero no en los grandes remates –Sotheby’s, Christie’s y Phillips siguen acumulando ganancias millonarias, aunque no con tanta alegría como hace 12 meses– sino en los lotes que acabamos de mencionar: los que no se vendieron.

LAS CAÍDAS DE CHRISTIE’S Y SOTHEBY’S

Resulta sintomático ver cómo esos signos de corrección se apreciaron especialmente en mayo, cuando Christie’s se desplomaba un 66% en su subasta de arte moderno y contemporáneo con respecto al año anterior. La venta de la colección del ejecutivo discográfico Mo Ostin, por ejemplo, consiguió recaudar 123,8 millones de dólares, cifra muy por debajo de los 246 millones obtenidos con la segunda sesión de la colección Macklowe esa misma fecha del año pasado. Más datos: el 11 de mayo solo 44 de los 54 lotes ofertados encontraron comprador, quedando una decena de ellos desiertos. Picasso fue el protagonista de la velada, no solo entre los perdedores –como ya hemos visto– sino también entre los ganadores, al adjudicarse ‘Naturaleza muerta en la ventana’ por 41,8 millones de dólares. De los cuatro lotes del pintor malagueño que se ofrecían ese día, se vendieron dos. Tuvo un 50% de éxito (o de fracaso, según se mire). La propia casa hacía balance del semestre y anunciaba unas ganancias de 3.200 millones de dólares, lo que supone un 23% menos que el mismo periodo del año anterior.

Pablo Picasso. Naturaleza muerta en la ventana, 1932
Imagen cortesía de Christie’s.
Jean-Michel Basquiat. El Gran Espectaculo (The Nile), 1983
Imagen cortesía de Christie’s.

“Después de dos años excepcionales, Christie’s se ha adaptado a un mercado diferente durante la primera mitad de 2023, como consecuencia de un entorno más desafiante. En este nuevo panorama, nuestro empeño sigue siendo mantener la afluencia continua de nuevos clientes y conseguir una mayor participación global online, que actualmente alcanza casi el 80% del total de ofertas”, aseveraba Guillermo Cerutti, Consejero Delegado de Christie’s.

Su competidora Sotheby’s tampoco se ha librado del reajuste. Si comparamos sus resultados de mayo con los que obtuvo en 2022, en su caso tendríamos que hablar de una pérdida de negocio del 38%. Y otro dato importante: en la sesión de arte contemporáneo a duras penas consiguió llegar a la estimación inferior de los lotes adjudicados (Richter, por ejemplo, tuvo que rebajar sus expectativas más de un 35%). A la dificultad por alcanzar los precios más modestos, se sumó un detalle nada anecdótico en la sesión dedicada al siglo XXI, es decir, al arte ultramoderno. Basquiat –fallecido en 1988– fue quien lideró la jornada y se impuso como protagonista indiscutible gracias a ‘El gran espectáculo (El Nilo)’ rematado en 67,1 millones de dólares. La estrategia de incluir al grafitero norteamericano en una sesión dedicada específicamente a jóvenes autores sirvió para paliar las pérdidas, que cayeron un 5% con respecto a la misma subasta del año pasado.

LOS OLD MASTERS TAMBIÉN LLORAN

Alguien podría pensar que ese reajuste de precios en el arte contemporáneo podría deberse a una fluctuación de la demanda de los autores vivos, históricamente más expuestos a los vaivenes del mercado. Sin embargo, los Old Masters también se han visto afectados, lo que significa que se trata de una tendencia generalizada. Aquí debemos mencionar un retrato de Lucas Cranach el joven ofrecido el 25 de mayo en Christie’s. Ya quedó desierto el año pasado, cuando salió a la venta por medio millón de dólares, por eso esta vez la casa volvió a intentarlo con una rebaja del 50%. Ni aun así consiguió que el cuadro, con certificado de Max J. Friedländer que sugería la atribución de Cranach el joven, se vendiese.

Lucas Cranach el Joven. Retrato de Casar Cruciger
Imagen cortesía de Christie’s.
Clara Peeters. Canasta de mimbre con manzanas y peras, taza de plata con uvas verdes y rojas, una ardilla, langostinos, frutas y bellotas.
Imagen cortesía de Christie’s.

Más recientemente, a principios de julio Sotheby’s debía conformarse en la semana grande de Londres con unas modestas ganancias de 39 millones de libras, tras ver cómo un tercio de los lotes ofrecidos quedaban desiertos. Entre ellos ‘Mar en calma’ de Jan van de Capelle, ‘La huida a Egipto’ de Bartolome Schedoni o un bodegón del pintor holandés Anthony Claesz. Y hace tan solo un par de semanas una composición frutal de Clara Peeters quedó igualmente sin comprador.

En el extremo opuesto, Klimt se erige como vencedor del año –de momento–, con ‘Mujer con abanico’ adjudicada por casi 100 millones de dólares (tasas incluidas). Este y otros buenos remates de los últimos meses se deben a las guarantees, recurso que se está poniendo muy de moda últimamente. Pero eso bien merece otro artículo, porque en este solo caben los perdedores…