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La trienal de milán muestra cómo será tu próxima casa (spoiler: olvídate de la típica cocina, habitaciones y pasillo)

Por Rubén M. Mateo

La exposición ‘Home Sweet Home', de la Trienal de Milán, propone reflexionar desde la óptica del hogar sobre la evolución de las nuevas formas de vida, los roles de género y la función social del diseño. Hablamos con su comisaria, Nina Bassoli.

Tenemos unos 200.000 años de historia de vida colectiva en grupos y unos 60 años de vida solitaria. El cambio social es extraordinario. El 22% de los estadounidenses vivía solo en 1950. Hoy hasta el 49%. Los hogares compuestos por una sola persona eran del 9%, mientras que en la actualidad representan el 28% en el país norteamericano. En Estocolmo, este porcentaje alcanza el 60%. Los menores de 35 años son el grupo que más ha experimentado este cambio”.

Con estos porcentajes empieza ‘When we live alone' (2022), documental que reflexiona sobre cómo la arquitectura puede dar respuestas a esta realidad social. “Algunos piensan que el hecho de vivir solo o estar soltero se relaciona con problemas de relaciones humanas o de comunicación. Estos aspectos suelen estudiarse desde ese ángulo. A mí lo que me interesa es cómo se da forma a los espacios. Encuentro eso fascinante”, afirma durante el documental el sociólogo japonés Yoshikazu Nango, quien considera que vivimos en una época donde es cada vez más frecuente encontrar productos y servicios más adaptados a los gustos y necesidades personales.

Durante el film, se muestra el proyecto llevado a cabo por el arquitecto Takahashi Ippei en Tokio. Consiste en un mini edificio de ocho minúsculas habitaciones –69 metros cuadrados en total– estructuradas en base al uso y necesidades de sus habitantes. Por ejemplo, las hay concebidas alrededor de una gran bañera con ventanal, de un tatami o enfocadas en quienes encuentran más necesario tener un espacio para maquillarse. En cada una hay un elemento distintivo de uso.

“Las personas que viven solas van de un lugar a otro de la ciudad. Para ellos, los parques y los metros forman parte de su hogar. Cuando llegan a casa solo tienen unas pocas necesidades. No necesitan que su alojamiento esté totalmente equipado. Un apartamento con una buena bañera o con una buena cocina o que deje entrar el sol podría ser suficiente para ellos. Este edificio es una suma de estos espacios”, explica el arquitecto durante el film. Este es uno de los documentales que puede visionarse en la exposición ‘Home Sweet Home’ (‘Hogar dulce hogar') de la Trienal de Milán, que celebra su centenario rindiendo tributo a la casa. El recorrido se divide en cinco áreas temáticas históricas y 10 espacios específicos cargados de mensajes políticos y sociales. La exposición está pensada como una “muestra de muestras” sobre el hogar, como explica su curadora, Nina Bassoli, quien ha charlado con El Grito.

Solo Chair

Espacios compartidos

El proyecto residencial disruptivo de Ippei puede visionarse en el espacio ‘A Section of Now', del Canadian Center for Architecture (CCA), en el que se invita a reflexionar sobre cómo la arquitectura puede dar respuestas a los radicales y veloces cambios de la sociedad y la inestabilidad de conceptos como familia, esperanza de vida, propiedad, trabajo y tecnología.

Durante el recorrido también encontramos la propuesta ‘Longhouse’, del estudio de arquitectura DOGMA, que pretende demostrar cómo la separación de los espacios para la vida y el trabajo, entre la esfera pública, privada y espiritual son solo una construcción cultural relativamente reciente. Mientras las formas habitacionales hoy dominantes refuerzan la propiedad privada y la familia nuclear, las ‘Longhouse’ son estructuras comunitarias en condición de hospedar bajo el mismo techo la familia amplia, un grupo de personas vinculadas por parentesco, o a una entera comunidad, en la cual a menudo desaparecen las distinciones entre sagrado y profano, público y privado, hogar y lugar de trabajo.

Assemble Loves Food, Assemble Studio
Foto: Melania Dalle Grave, DSL Studio

“En áreas rurales se demuestra cómo bajo un mismo techo se puede al mismo tiempo vivir juntos, trabajar o hacer retiros. A la vez es posible casarse en una condición de absoluta convivencia. No prevé la propiedad privada. No contempla la división de los espacios siguiendo los esquemas de propiedad, solo según los esquemas de uso, que es lo que regula la división. Esto nos hace pensar que la idea del apartamento de dos o tres habitaciones es solo una de las muchísimas formas de habitar”, explica la comisaria de ‘Home Sweet Home’.

Por su parte, el espacio ‘Assemble Loves Food’, de Assemble Studio, simboliza el lugar híbrido de almuerzo y trabajo. Una mesa con 20 cubiertos y diversas piezas de cerámica ha sido la elegida para representarlo. El hábitat híbrido se ha visto impulsado por la irrupción de la tecnología y el teletrabajo, que ha sido un catalizador para la modificación de espacios y objetos dentro de la casa.

“Cambian algunas formas estándar como las de una mesa, pero también la forma de una cama, porque hoy podemos trabajar en todas partes. Requerimos que estos objetos salgan de su estandarización que codifica comportamientos”, asegura Bassoli, quien se manifiesta sobre la cama triangular alargada que preside el espacio ‘A Section of Now’: “Si una cama es rectangular es para que podamos dormir en ella como pareja, pero no se prevé que pueda ser útil de otra manera. Esta cama triangular y más larga, con diferentes proporciones, imagino que se puede usar para muchas cosas, pero también, por ejemplo, para trabajar juntos, o también puede funcionar como un sofá y luego transformarse en una cama”.

Mariya
Mariya

La cocina es uno de los espacios del hogar que ha experimentado un mayor cambio a lo largo del último siglo, tanto por su ubicación como por su consideración social. Si bien la elaboración culinaria quedaba relegada a un espacio marginado en el pasado, hoy es en muchísimos hogares un espacio más del salón. Además, emergen en diversas ciudades del mundo proyectos donde la cocina compartida se convierte en un lugar de emancipación, de intercambio y de apoyo para trabajadores de barrios enteros. Así lo propone el estudio de arquitectura catalán MAIO. Después de haber estudiado en profundidad durante años diversos tipos de cocinas comunitarias en todo el mundo –desde Perú a México, pasando por Senegal y Japón– lleva a la Trienal Urban-Ktype, un prototipo de cocina urbana que pueda ser instalada en el espacio público para favorecer estas prácticas emergentes.

“El prototipo de cocina pública es un trabajo muy bonito. Históricamente, la preparación de la comida, como demuestran los archivos, es un trabajo realizado siempre por mujeres de forma no reconocida, no retribuido y en lugares separados”, explica Bassoli, quien destaca que también emerge la idea de hacer públicas las tareas culinarias. “Tiene intencionalidad política de emancipación, de reconquista de una libertad y de un rol social que por muchas décadas las mujeres no han visto reconocido. Hay un discurso sólidamente feminista conectado a la organización y cuidado de la casa”, afirma.

El ángel de los fogones cambia de bando

“¿Tu mujer te ayuda con los trabajos domésticos?; mi mujer es el ángel de los fogones; querida, bastaba preguntar: guapa, ¿cómo es que todavía no te has casado?; una casa sin una mujer es una casa a la mitad; es natural que el niño los primeros meses de vida esté con mamá?” Durante décadas, estas frases machistas han retumbado en los oídos de las italianas –y no solo de las italianas–. El grupo Sex & the City ha bordado estas frases en delantales de forma irónica, cambiando el femenino por el masculino. La asociación, fundada por Florencia Andreola y Azzurra Muzzonigro, observa la ciudad con visión de género. Su espacio en la muestra se concibe como una gran lavandería donde las sábanas cuelgan del techo, llevando el trabajo doméstico fuera de casa y haciéndolo visible al público. “La exposición busca hablar con ironía de temas que han sido violentos e injustos en nuestra historia. Por ejemplo, los roles y las cuestiones de género en el cuidado de la casa. En Italia no es todavía cosa del pasado. Aún está presente en nuestras vidas algunos lugares comunes como que la mujer sea el ángel de los fogones o que esta cuide de la casa mientras el hombre trabaja”, expone Nina Bassoli.

En las imágenes de archivo puede apreciarse cómo las mujeres siempre aparecen representadas en el interior de la casa o ejerciendo el trabajo doméstico. En una de 1986, perteneciente a ‘La habitación bonita’, de la muestra ‘El proyecto doméstico’, el maniquí de una mujer ataviado con un delantal posa con un plumero. Mientras tanto, los eventos públicos y los flashes estuvieron reservados para los hombres. “La muestra busca hacer reflexionar y poner en valor el cambio en la relación política. Si las mujeres por tantos años han trabajado dentro de casa con un trabajo no retribuido, hoy la idea de trabajar dentro del hogar tiene más visibilidad y más conciencia”, sostiene la arquitecta.

Mariya
Mariya

De estos 100 años pueden sacarse varias lecturas sobre la evolución de los hogares. "Desde las primeras exposiciones internacionales, pasando por la experimentación de los años 30, el optimismo modernista de la reconstrucción de posguerra, el boom económico, las experiencias posmodernas y deconstructivas hasta el pluralismo contemporáneo, los cambios se han materializado en experimentaciones audaces en grado de vehicular nuevos lenguajes, nuevas aspiraciones éticas y nuevos programas para la arquitectura", explica Bassoli.

Los roles han cambiado y los ambientes de la casa que estaban divididos ahora son más fluidos. El hogar, predominado por la hegemonía humana, también da cobijo a menudo a más seres vivos. Otro de los espacios, el ‘Parlamento de las Plantas’, de Céline Baumann, invita a reflexionar sobre la relación política que tenemos con ellas. Muchas especies aptas para las temperaturas domésticas fueron importadas a Europa desde lugares exóticos tras una historia colonial. “Las plantas que tenía mi abuela son similares a las que tengo yo. Sin embargo, lo que ha cambiado mucho es la conciencia que tenemos con respecto al valor que tienen”, afirma la comisaria.

El recorrido de ‘Home Sweet Home’ se inicia en un lavabo del cuarto de baño. El lugar donde comenzamos el ritual diario de lavarnos la cara y mirarnos en el espejo.