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Así funciona artex, la primera bolsa para comprar acciones de cuadros

Por Sol G. Moreno

Francis Bacon. Tres estudios para un retrato de George Dyer. 1963. Óleo sobre lienzo.

Hace tiempo que el mercado explora nuevas vías para monetizar todo tipo de piezas artísticas y sus derechos de propiedad. Primero llegó el arte digital, luego los NFT que revolucionaron el mundo con su tecnología ‘blockchain’ y ahora ARTEX da un paso más al crear el mercado de valores del arte. La primera pintura que saldrá ‘a bolsa’ será un tríptico de Francis Bacon valorado en 55 millones de dólares.

Un cuadro del artista británico sale a bolsa. Hemos dicho bien: a bolsa, no a subasta. A partir de la segunda quincena de junio todo aquel que desee adquirir Tres estudios para un retrato de George Dyer y no tenga los millones que cuesta, podrá contentarse con poseer al menos una parte ínfima de la tela. ¿De qué manera? Mediante ARTEX Stock Exchange, el nombre bajo el cual opera el primer mercado regulado de valores de obras de arte del mundo. Más allá del detalle anecdótico –una pintura dividida en participaciones–, es importante señalar que esta experiencia en la Bolsa del arte abre todo un universo de posibilidades.

En un momento inflacionista, de incertidumbre y volatilidad, el arte sigue siendo un valor refugio donde invertir. Entonces, ¿por qué no capitalizarlo? La idea parece sencilla, sobre todo cuando la entidad promotora habla de “fuertes rendimientos a largo plazo” y esboza unos análisis de crecimiento más que optimistas. En ese contexto, la pintura de grandes artistas como Bacon se perfilaría como una alternativa para inversores minoristas con ganas de explorar productos alternativos.

'Study for Portrait of Lucian Freud', Francis Bacon  Sotheby's, Londres

Lo cierto es que esta iniciativa no es nueva, pues ya en el pasado ha habido intentos de sacar a cotización el arte, aunque quizá al margen de los parámetros que estipula nuestro sistema financiero. Pero eso ahora ha cambiado. Recientemente ARTEX ha anunciado que ha obtenido el permiso para operar como sistema multilateral de negociación dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) y regulado por la Autoridad del Mercado Financiero competente (en este caso, el marco legislativo de MiFID II).

No en vano, la empresa –fundada por el príncipe Wenceslao de Liechtenstein y Yassir Benjelloun-Touimi– lleva tres años preparándose para este momento y trabajando para crear tanto la operativa como las colaboraciones necesarias (para este proyecto se ha aliado con Six, Bloomerg, UnaVisa y Rothschild & Co). “Desde el comienzo de nuestro viaje, queríamos que ARTEX fuera un mercado justo y transparente, donde se pudieran comercializar algunas de las mejores obras de arte jamás creadas, no solo para coleccionistas y dealers, sino también para cualquier persona apasionada por este mundo”, explica su presidente, el príncipe de Liechtenstein.

Cotización de los artistas que ARTEX publica en su página web

Acciones por valor de 100 dólares

Democratizar el arte. Esa es la idea que esgrime la empresa constituida en Luxemburgo. “Creemos que no es una mercancía, sino un pedazo de historia”, mantienen. Pero a nadie se le escapa que a los potenciales interesados en ese paquete de acciones no les mueve tanto el interés por la estética o el estilo de la pieza como el rendimiento que sean capaces de sacar de ellas. De momento, la primera pieza en cotizar en ese mercado de valores será un tríptico de Francis Bacon procedente de una colección particular. Tres estudios para un retrato de George Dyer fue pintado en 1963 y forma parte de una serie de cinco obras que el pintor realizó sobre su amante. El actual propietario del cuadro lo compró en 2017 en Sotheby’s por 52 millones de dólares –entonces la casa calculó unas estimaciones de entre 50 y 70 millones– y ahora está valorado en 55 millones (es decir, en seis años se ha revalorizado algo más de un 5%).

La empresa explica que tiene intención de cotizar inicialmente 385.000 acciones reguladas, líquidas y negociables a un precio de 100 dólares, lo que equivale al 70% del total del importe estimado de la pieza. Aquellos inversores minoristas interesados en acceder a dicha oferta, podrán hacerlo entre el 19 de junio y el 19 de julio a través de las pertinentes entidades financieras, que serán las que ofrezcan las participaciones. Finalmente, se espera que la admisión a cotización se haga efectiva el 21 de julio bajo el símbolo BAC1EU.

El Ibex del arte: Picasso, Bacon y Magritte

El futuro más inmediato pasa por la incorporación de nuevas pinturas, ya que ARTEX se ha propuesto incluir más de 1.000 millones de euros en obras durante los próximos trimestres, con grandes maestros que abarquen desde el Renacimiento hasta el siglo XX. De hecho, nombres como Van Gogh o Picasso ya suenan como posibles sucesores de Bacon (seguramente porque el malagueño forma parte, junto con Bacon y Magritte, del trío más valorado en subasta el año pasado, según el informe de Art Tactic).

Ahora bien, ¿de dónde saldrán estas obras? Los responsables de la nueva Bolsa del arte tratan de aclararlo, aunque sin aportar nombres propios: “De coleccionistas privados, museos, marchantes y galerías”. Cada una de ellas estará en manos de una sociedad anónima establecida en Luxemburgo, cuyas acciones se admitirán a cotización en ARTEX a través de una oferta pública inicial (OPI). El cobro de comisiones funcionará igual que en cualquier otro mercado bursátil.

El personal de Sotheby's sostiene 'Femme nue couchee jouant avec un chat' de Pablo Picasso
Personal de la Casa de subastas Sotheby's junto a la obra 'Escena de calle en Montmartre (Callejón de los dos hermanos y del Molino de Pimienta) del pintor holandés Vincent van Gogh

Desde luego, el negocio parece atractivo. Sin embargo, plantea más dudas que certezas. ¿Quién hará la valoración previa de las obras? ¿De qué manera se controlará su cotización? ¿Y cómo se va cuantificar el beneficio de esas acciones: a través de los resultados que su autor alcance en subasta? ¿Qué pasa si la obra capitalizada cambia de manos?

Tendremos que esperar al mes que viene para ver cómo se comportan los inversores ante este inédita Bolsa del arte. Por el momento, ya lo dijimos en el artículo sobre mercado global, si hay una palabra que se repite últimamente es contención.

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