EXPOSICIONES

La identidad de género en PhotoEspaña: un debate abierto desde la época victoriana

Por GUILLERMO MARTÍNEZ

Estetica Culera, 2019 © Yolanda Andrade

La XXVI edición de PhotoEspaña gira su mirada hacia aquellas fotógrafas pioneras que se atrevieron a cuestionar los cánones de género en un tiempo en el que las mujeres ni siquiera tenían derecho al voto.

La experimentación con la identidad de género siempre estuvo ahí, aunque no saliera a la luz. Han tenido que pasar décadas, incluso más de un siglo, para que algunas instantáneas realizadas por diferentes fotógrafas de diferentes partes del mundo sean tomadas como referentes en un ámbito en constante transformación. Desde la estadounidense Alice Austen del siglo XIX que retrataba a mujeres lesbianas hasta el artista plástico japonés Yasumasa Morimura, que reinterpreta obras icónicas que han guiado a la cultura occidental, pasando por los negativos “privados” de las noruegas Marie Høeg y Bolette Berg y la interpretación del género en América Latina en los años 80. Así son las exposiciones que ha preparado PhotoEspaña en la XXVI edición de este festival internacional de fotografía y artes visuales.

Los férreos parámetros sociales en los que se movía la época victoriana no fueron óbice para que Alice Austen se convirtiera en una de las primeras mujeres que desafiara los cánones de género en sus fotografías antes de terminar el siglo XIX. Pionera a la hora de retratar a mujeres explícitamente lesbianas, las obras de esta estadounidense repletas de esteticismo y sensibilidad llegan a un contexto contemporáneo que nos habla en presente. Una mujer apoyada en una bicicleta, jugando al tenis o dos parejas de féminas son algunas de las composiciones que marcaron un tiempo en el que la transgresión del género apenas había comenzado a nacer.

Sin miedo, las amigas más cercanas a la fotógrafa posaron para ella, al igual que lo hizo Gertrude Tate, su pareja. Así, Austen decidió dedicar a la fotografía cuatro décadas de su vida, dejando tras de sí un archivo con más de 8.000 imágenes que quedaron para la posteridad, pero también para su época contemporánea. Ejemplo de ello es la serie que realizó para el libro ‘Bicycling for ladies’, de la sufragista irlandesa Maria Ward, mediante el que la bicicleta se convirtió en un símbolo para la lucha por el derecho al voto femenino. Desde PhotoEspaña han preparado una muestra de sus fotografías que se podrá visitar de forma gratuita en el Museo Nacional del Romanticismo desde el 30 de mayo hasta el 3 de septiembre.

Fotografías “privadas”, su secreto mejor guardado

La lucha por el derecho al voto femenino fue, también, lo que unió de por vida a las fotógrafas noruegas Marie Høeg y Bolette Berg. Su peripecia fotográfica se enmarcó entre 1894 y 1903, en la ciudad de Horten, en el sur de Noruega. Ocultas tras otras tantas cajas de negativos, como si de un secreto se tratara, se encontró una marcada como “privada”. Ahí llegó la fama internacional de la que ahora disfrutan estas dos fotógrafas, pues su revelado sacó a la luz imágenes que muestran a las dos artistas transgrediendo los roles e identidades de género junto a hermanos y amigos.

Exposicion Victoria Civera

Estas cajas fueron encontradas entre algunos negativos pertenecientes a su legado que salieron a subasta en la década de 1970. En un primer momento, el coleccionista Leif Preus se hizo con ellos, y después los vendió al Estado noruego. Los negativos presentaban paisajes y reproducciones de obras de arte, hasta que dieron con aquellas cajas privadas en las que la creación artística de las dos fotografías reinaba en todo su esplendor.

© BERG & HØEG. COLLECTION OF PREUS MUSEUM

Ahora, el Preus Museum, el Museo Nacional de Fotografía de Noruega, gestiona el legado de Marie Høeg y Bolette Berg, y tiene los negativos de vidrio originales en su colección. Desde PhotoEspaña han querido rendir homenaje a estas dos fotógrafas mediante una muestra que tendrá lugar entre el 30 de mayo y el 24 de agosto en el madrileño Círculo de Bellas Artes y cuya entrada cuesta 5 euros.

El género desde latinoamérica

La experimentación en torno a la identidad de género y su transgresión ha continuado con el paso de los años. Cada artista con su propio acervo cultural se ha ido aproximando a estas realidades en transformación para mostrar composiciones que vayan más allá de lo establecido. Es el caso de las fotógrafas Graciela Iturbide, Yolanda Andrade y Paz Errázuriz, quienes se dan la mano con la vedette y activista Terry Holiday mediante sus ilustraciones para completar la exposición organizada por PhotoEspaña en la Galería Memoria, con entrada libre, desde el 30 de mayo hasta el 25 de julio. El viaje espacial y temporal propuesto lleva al espectador a situarse en América Latina a finales de la década de los años 70 y 80, donde la fantasía es el motor que resiste ante la normatividad del sistema establecido y la vigilancia que recae sobre sus cuerpos.

Terry y Federico, 1977 © Yolanda Andrade
Terry Holiday, 1978 © Yolanda Andrade

Retratar el retrato mediante la fotografía

Por último, el japonés Yasumasa Morimura también estará presente en este ciclo de exhibiciones fotográficas. La propuesta de este artista rebasa los límites de la construcción histórica de la imagen occidental. Entre el homenaje y la crítica, el artista interviene obras reconocibles por el gran público para cuestionar los convencionalismos sociales. Se trata de un ejercicio de travestismo artístico en el que el género sirve de palanca para poner sobre la mesa temas como la identidad y el ego. Morimura reelabora ciertas imágenes que han marcado el devenir de la cultura mientras afronta cuestiones como la identidad nacional, la apropiación cultural, la fama y el género. Su serie ‘Fotografías históricas' podrá visitarse de forma gratuita desde el 24 de mayo hasta el 31 de julio en la galería Juan de Aizpuru, en Madrid.

JUANA DE AIZPURU Yasumasa Morimura Van Eyck in a Red Turban, 2016 © YASUMASA MORIMURA
JUANA DE AIZPURU Yasumasa Morimura Two Caravaggios David painting Goliath, 2016 © YASUMASA MORIMURA

En ella, el público encontrará reelaboraciones en la que Morimura, mediante un hábil uso del maquillaje, el vestuario, el atrezzo y la manipulación digital, se convierte en el David vencedor de Goliat, obra de Caravaggio, en el hombre que Van Eyck retrató con un turbante rojo y las dos Fridas que se dan la mano en la pintura de Frida Kahlo, entre tantas otras creaciones.