Exposiciones

Florida Avenue: retrato de una calle

Por Sofía Guardiola

Calles de Florida

La serie del fotógrafo madrileño Juan Baraja, profundiza en los contrastes que se producen a lo largo de la extensa avenida situada en Washington D.C. y en todas sus historias que se producen día tras día. Este proyecto, que acaba de mostrarse en la antigua residencia de embajadores, en Washington D.C, se podrá ver a partir del mes de noviembre en la galería La Cometa, en Madrid.

Actualmente, la calle Florida es una avenida situada en el corazón de Washington D.C que atraviesa barrios residenciales, zonas de mercados y otras castigadas por la pobreza, la indigencia o la drogadicción. Se trata de una avenida sometida al ritmo vertiginoso de la ciudad, de modo que su morfología cambia rápidamente. Tal y como explica Juan Baraja “en pocos meses levantan un bloque de pisos y todo el barrio que había a su alrededor cambia completamente”.

Pero Florida Avenue no siempre fue así, una de las arterias del centro de la urbe estadounidense, y ni siquiera recibió dicho nombre en origen. Cuando se construyó fue bautizada como Boundary Street –Calle Límite–, puesto que delimitaba el borde norteño de la ciudad. Poco a poco, a medida que esta fue creciendo, pasó a tener una situación cada vez menos periférica, y en 1890 fue bautizada con el nombre por el que hoy en día se la conoce.

Lo más característico de este lugar son sus contrastes, eje principal de la serie ‘Florida Avenue’. Un mercado central a punto de cerrar para ser sustituido por uno más moderno, una cafetería hipster con un grill que parece sacado de una película de Hollywood, escenas que al propio autor le evocan a la obra de Hopper conviviendo con otras en las que puede verse cómo el consumo de crack afecta a algunos de los habitantes de la zona, parejas jóvenes que parecen vivir una típica vida estadounidense junto a personas que se arreglan de forma peculiar para salir por la noche…

Fotografía de Juan Baraja
Fotografía de Juan Baraja

Su trazado, además, es extraño: si se contempla un mapa, puede verse cómo desaparece en ciertas ocasiones, al cruzarse con otras calles, para volver a aparecer dos manzanas más arriba o más abajo.

Todo ello lo sabe bien el fotógrafo Juan Baraja (Toledo, 1984), que ha recorrido en numerosas ocasiones la calle de un extremo a otro, siempre con su cámara de gran formato, dispuesto a inmortalizar la vida de un lugar en continuo movimiento, sometida al cambio constante y a reflejar la esencia y la vida de los que frecuentan este enclave.

El proyecto comenzó con una invitación de la embajada estadounidense en España, a través de Spanish Culture, para realizar en Washington D.C una breve residencia artística de diez días en los que desarrollar un trabajo que culminase con una exposición. La invitación estaba dirigida a fotógrafos que hubiesen pasado por la Real Academia Española, y Juan Baraja fue el primero de ellos en recibirla y emprender el viaje. Su trabajo se centra en las relaciones que se establecen entre la arquitectura, el urbanismo y aquellos que habitan los espacios, así como de los vínculos que se generan entre el hombre y los lugares que ocupa. Ha realizado exposiciones en ciudades como Madrid, Bogotá o Berlín.

Fotografía de Juan Baraja
Fotografía de Juan Baraja

Combinación de color con blanco y negro

En este proyecto, además, el artista ha explotado al máximo algunas de las características que ya habían aparecido tímidamente en otras de sus series, y con las que “quería experimentar más”, como son la combinación de fotografías en blanco y negro y en color, y la abundancia de retratos. Estos últimos han ido paulatinamente aumentando su importancia dentro del cuerpo de trabajo de Baraja, y además le permiten relacionarse de otra forma con los espacios que fotografía, conocer una nueva dimensión de ellos. Explica que, como las fotografías de gran formato requieren cierta preparación, siempre dialoga con sus modelos y les habla del proyecto en el que está trabajando.

Dicha exposición, que acaba de exponerse en la antigua casa de los embajadores de España en Washington D.C, llegará en noviembre llegará a nuestro país de la mano de la galería La Cometa. En ella, Baraja utiliza distintos soportes. De por sí, el papel baritado, más fotográfico, se emplea para las imágenes en blanco y negro; mientras que para las imágenes en color se usa un papel de algodón con cierto aire pictórico. Pero, además, en este caso también encontramos instantáneas impresas en vinilo fotográfico, “de modo que algunas imágenes funcionan casi como fondo, mientras que otras sobresalen”.

Fotografía de Juan Baraja
Fotografía de Juan Baraja

Por otro lado, Baraja planea lanzar un fotolibro enfocado en este trabajo. Pensando en ello, y tal y como él mismo explica “mis proyectos se suelen ir completando. En el primer viaje, por ejemplo, ya empiezo a pensar que ‘Florida Avenue’ puede tener formato de libro, así que en las siguientes ocasiones hago algunas fotografías pensando en eso, en que me sirvan como recurso. Por tanto, no solo hay vistas de la calle ni retratos, sino que veo que tengo que incorporar toda la diversidad de la calle o fotografiar la transformación misma de la avenida, lograr que las fotos me ayuden a contar precisamente eso”.