2023, el año en que los museos apostaron (por fin) por el arte femenino

Pablo Picasso, Joaquín Sorolla, Lucien Freud, Oskar Kokoschka, Guido Reni o Francisco Herrera ‘El Mozo’ reinan en 2023. Así, en masculino plural. Como en masculino se ha escrito la historia del arte hasta finales del siglo XX.

Porque lo cierto es que en los museos españoles abundan las mujeres. Ellas son musas, majas, diosas, vírgenes, amantes, modelos y empleadas, y también mayoría en el número de visitantes -el 64% de las 2,4 millones de personas que visitaron el Prado y dos tercios del millón que pasó por las salas del Thyssen en 2022- pero no autoras, artistas, directivas o protagonistas de la historia del arte.

Si echamos cuentas, hay que retroceder hasta el año 2016 para rememorar la exposición que el Museo Nacional del Prado le dedicó a la artista flamenca Clara Peeters, que rompió moldes en la pintura moderna. Fue, dicho sea de paso, la primera muestra en femenino en los dos siglos de historia de la pinacoteca nacional. De las 1.218 pinturas que cuelgan hoy en su colección permanente tan solo ocho son obra de una mujer (0,6%). El Prado guarda más de 6.400 obras de las que apenas 53 son de artistas femeninas.

En el Centro de Arte Reina Sofía, también de titularidad estatal, la proporción no es mucho más alentadora: 658 trabajos femeninos en una colección de 4.665 obras (14%) y en el Guggenheim de Bilbao, son 16 de 75. En la colección permanente del Thyssen por su parte se cuentan 13 obras de mujeres entre 600 trabajos, siendo la proporción de 25 sobre 1.000 en la Colección Carmen Thyssen, de acuerdo con los datos proporcionados por el museo.

Ante la pregunta de si hay pocas mujeres artistas parece que nadie tiene dudas. La respuesta es rotundamente sí. Y la razón la sabemos todos, aunque nos la confirma Elena Bellido, profesora e investigadora de la Universidad de Sevilla: “Históricamente, a la mujer se le ha impedido formarse, quedando relegada a las artes menores porque el arte se asociaba al genio masculino. Las pocas que lograron destacar (orilladas, eso sí, en las colecciones permanentes y fondos pictóricos) procedían de familias adineradas y de artistas, como Artemisa Gentileschi, que logró un éxito relativo por su posición social”.

Han sido los ecos del tsunami feminista los que han obligado a los museos a redoblar la apuesta por la mujer artista y desempolvar viejos tesoros. Así fue por ejemplo como el Prado apostó por Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana en 2019 con ‘Historia de dos pintoras’ y ‘Habitando ausencias’. El Reina Sofía por su parte ha aprobado esta misma semana la adquisición de un conjunto de 26 obras de 18 artistas, y más de la mitad son obra de mujeres --un total de doce--.

La Tate Modern tuvo que hacer lo mismo en 2016 bajo la batuta feminista de Frances Morris y tras las protestas de las Guerrilla Girls -activistas pioneras en denunciar la discriminación de la mujer en el arte con acciones mediáticas-, apostando por la valía de creadoras como Dora Maar, Annie Albers, Magdalena Abakanowicz o Barbara Hepworth.

Las exposiciones de mujeres artistas que ver en 2023

Entre las propuestas en femenino que tratan ahora de revertir esta situación y se pueden visitar durante 2023, destaca ‘Maestras antiguas y modernas’ en el Thyssen-Bornemisza, una delicatessen pictórica con cuadros de Artemisia Gentileschi, Angelica Kauffman, Clara Peeters, Rosa Bonheur, Mary Cassatt, Berthe Morisot, María Blanchard, Natalia Goncharova, Sonia Delaunay o Maruja Mallo. Hasta entonces, y para abrir boca, también podremos pasearnos por ‘De ballenas’, de la estadounidense Wu Tsang, del 21 de febrero al 11 de junio.

Por su parte, en el Centro de Arte Reina Sofía, nos toparemos con Angela Melitopoulos, Ulla von Brandenburg o las ‘Maquinaciones’, entre las que figura la coreógrafa Bouchra Ouizguen, además de apurar los coletazos de la primera exposición monográfica en Europa de la guatemalteca Margarita Azurdia.

Otra exposición íntegramente femenina la podremos encontrar en el museo más famoso de Bilbao, el Guggenheim, a partir de marzo, con los retratos inventados de la pintora británica Lynette Yiadom-Boakye; mientras que en la Fundación Mapfre acaba de abrir sus puertas ‘Revelación’, de Leonora Carrington, que podrá visitarse hasta el 7 de mayo en la Sala Recoletos.

Si nos alejamos de la capital, encontramos exposiciones con nombre de mujer en el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) de Valencia o el Centro Botín de Santander, que dedica buena parte del año a Roni Horn, la polifacética artista norteamericana con la muestra ‘Me paraliza la esperanza’ del 1 de abril al 10 de septiembre. Repasa cuatro décadas de carrera de una creadora cercana al conceptualismo y al minimalismo a través de esculturas, fotos y dibujos. También el Museu Nacional d´Art de Catalunya, que ha explorado la obra de la fotógrafa Mey Rahola; mientras que en el MACBA puede visitarse hasta abril ‘Si este fuera un principio de infinito’ de Maria Teresa Hincapié. En verano, aterrizará en el Museo Helga de Alvear de Cáceres directamente desde Berlín la muestra ‘Escribir todos sus nombres’ con Ángela de la Cruz, Elena Asins, Aurelia Muñoz o Soledad Sevilla, muchas de ellas provenientes de grupos experimentales en las últimas décadas de la dictadura.

Si abrimos la ventana al mundo, vemos que el MoMA (Museo de Arte Moderno) de Nueva York ha apostado este 2023 por ‘To see Takes Time’ de Georgia O´Keeffe, con una exposición monográfica dedicada a la madre del modernismo americano que acuñó todo un universo pictórico haciendo grande lo pequeño a través de sus colores, formas y flores. En la Tate Modern de Londres, el plato fuerte de esta primavera es una muestra de Hilma af Klint & Piet Mondrian. Traza el paralelismo entre dos autores, la artista sueca y el vanguardista holandés, que no se conocieron pero coexistieron y coincidieron en arte y abstracción en la primera mitad del siglo XX. Hilma af Klint le sacó a Mondrian (y al mismísimo Kandinsky) varios años de ventaja en composición abstracta.

La marginación del arte en femenino no se limita a las paredes de los museos sino también a los planes de estudio y libros de historia, que sistemáticamente se han olvidado de grandes autoras como la mencionada Artemisia Gentileschi, Judith Leyster o Camille Claudel, entre otras. La Asociación La Roldana de hecho, que toma su nombre de Luisa Roldán, primera escultora de cámara de Carlos II, pelea activamente en redes por la revisión de la Historia del Arte ofreciendo recursos académicos sobre Las Artistas Imprescindibles (y olvidadas).