‘Boom’ de la arquitectura modernista en Barcelona: “Las casas se venden un 20% más caras”
Por Romina Vallés
De un tiempo a esta parte, el Modernismo se ha convertido en una marca de lujo reconocida internacionalmente en el sector inmobiliario por la que muchos compradores están dispuestos a pagar… Pero, ¿cuánto más?
“Apartamento señorial de 632 metros cuadrados con una impresionante terraza ajardinada, situado en uno de los palacios modernistas más exclusivos del barrio del Eixample de Barcelona. La planta principal conserva los suelos de mosaico y las cristaleras originales, así como las molduras de los altos techos de la época y el mármol en los aseos y terrazas. Precio: 13.800.000 euros”.
No hace falta visitar la Barcelona turística para encontrar auténticas joyas de la arquitectura modernista como esta a la venta en portales inmobiliarios. Quien haya pasado por la Ciudad Condal (y por Cataluña en general) conocerá el Modernismo: su estilo arquitectónico y cultural más representativo que tiñó las grises ciudades industriales a finales del XIX y principios del XX con su preciosismo de formas sinuosas: mosaicos de cerámica y vidrieras de colores; figuras y formas vegetales o de animales en hierro forjado o esculturas, y una mezcla de elementos de estilos exóticos o antiguos, como la arquitectura islámica, la gótica y hasta la pintura prerrafaelita.
La Casa Batlló, la Casa Vicens (más conocida como ‘La Pedrera’) y la Sagrada Familia de Gaudí; la Casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch, o el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau, de Lluís Domènech i Montaner son los exponentes principales de este movimiento, que abarcó también de forma prolífica pintura, escultura, cartelismo y hasta joyería (en el Paseo de Gracia aún se conserva una de las joyerías modernistas por excelencia, donde se siguen vendiendo piezas con diseños y procedimientos de hace 150 años).
Más allá de estos conocidos monumentos, la ciudad y sus alrededores cuentan con no pocas viviendas y edificaciones de este estilo (en total hay 408 edificios modernistas protegidos en Barcelona, según fuentes consultadas del Ayuntamiento de Barcelona, sin contar los que no lo están) que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en uno de los principales atractivos del sector inmobiliario en territorio catalán y es ya una marca de lujo reconocida internacionalmente.
“A partir del 2012-2013 se inició un incremento en la demanda de inmuebles modernistas, motivado principalmente por el público extranjero que llegaba a Barcelona y se enamoraba de este estilo. La tendencia en ventas y, por tanto, de recuperación y conservación de estos valores, se ha mantenido al alza y solo ha fluctuado a la baja acompañando los momentos débiles del sector”, apuntan Meli Reith y David Rosel, de Berkshire Hathaway HomeServices Barcelona.
Las viviendas modernistas ubicadas en el Eixample de Barcelona han representado el 41% de las ventas este año para la inmobiliaria Sotheby's International Realty
Otra inmobiliaria de lujo es capaz de darnos una cifra concreta: “Las viviendas con este tipo de características ubicadas en el Eixample de Barcelona (el que fuera el núcleo principal de la construcción modernista ‘gracias’ a la competitividad de las familias adineradas del XIX, cuyo objetivo era construirse una mejor casa que la del vecino) han representado el 41% de las ventas este año. Hay que tener en cuenta que es un producto que tiene mucha demanda y a la vez la oferta es más escasa, por lo que podemos hablar de un año extraordinario”, explica Albert Milián, Head of Listing de Barcelona & Costa Brava Sotheby's International Realty.
Quién es el comprador y cuánto tardan en venderse
Unas cuantas calles más arriba del palacio de casi 14 millones, en la parte alta de la ciudad, la burguesía decimonónica plantaba sus residencias estivales. Allí hay una preciosa casa unifamiliar de la época, que también conserva sus ornamentos y estructura originales. Está totalmente reformada, tiene cuatro plantas, un jardín privado y una azotea con vistas a la ciudad. Cuesta 5 millones de euros.
Si bien en el precio de una vivienda intervienen muchos factores (desde los metros cuadrados, la ubicación o sus características), un piso de un edificio modernista puede defender más fácilmente estar por encima del precio de mercado que otro piso en la misma zona, según explican los expertos, aunque siempre dentro de unos límites para que la venta se formalice en un tiempo razonable. “En el caso de la venta de una propiedad modernista, este tiempo es más corto debido a la demanda del mercado y esa venta podría llegar a ser muy inmediata”, dicen Reith y Rosel.
Aunque nunca es fácil predecir el tiempo de venta de una vivienda al 100 %, “todas aquellas que son céntricas, están ubicadas en edificios modernistas que presentan un estado de reforma impecable y tienen un precio inferior a 2 millones de euros, suelen encontrar comprador de manera relativamente rápida, inferior a unos 6 meses”, dice Milián. A veces incluso, antes de salir al mercado.
Pero, ¿quién es el cliente que se puede permitir estas cifras astronómicas? Las propiedades modernistas atraen principalmente a un cliente particular, que puede ser nacional o extranjero. Este último suele ser americano, influenciado por la situación euro-dólar, pero también históricamente. “Si el comprador nacional prefiere propiedades modernistas a reformar, el extranjero opta por un producto acabado”, añaden desde Berkshire Hathaway HomeServices.
El cliente suele ser de mediana edad y viene a adquirir su tercera (o cuarta) residencia, para la cual no suele requerir financiación. “Otro perfil a tener en cuenta es el que viene a comprar pensando en la jubilación y atraído por Barcelona. Es cierto que también hay clientes que compran para instalarse de manera permanente en la ciudad, pero actualmente no es el predominante, ya que comparada con otros territorios, nuestra fiscalidad no es la más atractiva”, comenta Milián.
Sin dejar el Eixample, otra de las viviendas modernistas en venta que se pueden encontrar actualmente en Barcelona es la Casa Oller, construida en 1871, de un modernismo tardío, de líneas puras y elegantes. El interior de la casa se reformó completamente para transformarse en diez viviendas de lujo (y un espectacular ático), de las cuales ya solo unas pocas quedan en venta, a partir de 1.620.000 euros. Además de la arquitectura histórica, en el edificio hay un gimnasio, una sauna, un spa y dos piscinas, una exterior y otra interior.
A unas calles de esta, aún encontramos otro piso de 392 metros cuadrados, de 10 habitaciones y dos baños, que se vende en estado original, con elementos modernistas de la época, desde los suelos de mosaico Nolla a la carpintería interior y exterior de madera original y los cristales plomados. Su precio es de 1.790.000 €.
Un ático de 1904 ubicado a un kilómetro, considerado Patrimonio Cultural de Cataluña, con dos plantas y una terraza de 35 metros cuadrados desde donde se ve, por un lado, el Paseo San Joan y la Avenida Diagonal, y por otro, la Sagrada Familia, cuesta 2.275.000€. Como joya de la corona, ya fuera de Barcelona, en Cadaqués (Girona), se vende un emblema de esta localidad marinera, la Casa Blaua (o Casa Serinyana). Data de 1913 y a lo largo, ancho y alto de sus 625 metros cuadrados, conserva intactos los elementos cerámicos azules que enmarcan puertas y ventanas (de ahí su nombre en catalán), el forjado de los balcones, los frescos de los techos, el mosaico hidráulico del suelo y las lámparas de Murano. El precio de este balcón al Mediterráneo (está a pocos metros de la orilla de la Playa Grande) es de 22 millones de euros.
Los edificios con alto valor histórico siempre son un añadido al atractivo de las viviendas y el Modernismo, como decíamos, es un valor seguro en el Real Estate, “lo cual se suele trasladar en un incremento de precio que puede ser del 15 o incluso del 20% respecto a otras viviendas de similares características pero que no son modernistas”, apuntan desde Berkshire Hathaway HomeServices.