Exposiciones

Sorolla: por qué merece que le dediquemos un año (y en qué museos lo podrás ver)

Por Romina Vallés

Sorolla. Cazando impresiones

Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y hasta Roma o Londres son algunas de las plazas que acogerán a uno de los pintores más reconocidos, aunque más desconocidos personalmente, dentro y fuera de España.

Cuando algo nos apasiona hasta la obsesión, podemos pasarnos horas dedicados a ello sin apenas mirar alrededor. A Joaquín Sorolla (1863-1923), esto le sucedió con la pintura, a la que se entregó en cuerpo y alma durante prácticamente toda su vida. Prácticamente toda, porque la descubrió bien pronto gracias a una tía suya que, además de criarlo, le compró lápices y pinturas, y consiguió trabajo como asistente de iluminación de un fotógrafo de Valencia, donde nació el pintor.

Quizás de ahí, que en sus obras, la composición fotográfica sea un factor sorprendente: “Esbozaba lo que veía, era como si tirara una foto. El resultado eran instantáneas que luego desarrollaba o no, y estas pinturas no son menos valiosas que sus cuadros acabados”, cuenta César Suárez, periodista estudioso del pintor que acaba de publicar ‘Cómo cambiar tu vida con Sorolla’ (Lumen), una mezcla de biografía, ficción y ensayo sobre la vida del artista. Estos apuntes fotográficos representan la mitad de las más de 4.000 obras que pintó.

Ahora, con motivo del año Sorolla que conmemora el centenario de la muerte del artista, 193 de estos óleos de pequeño formato sobre tabla, cartón y otros materiales, bocetos, apuntes o instantáneas concebidas por el puro placer de pintar, se pueden ver, por primera vez en Barcelona, en el Palau Martorell, un nuevo espacio expositivo en el corazón de un vistoso edificio neoclásico con vistas a la Basílica de la Mercè, insignia del barrio Gótico de la ciudad. La muestra, procedente del Museo Sorolla, ha viajado a Valencia y Bilbao y, tras la Ciudad Condal, donde estará hasta el 5 de marzo, terminará su recorrido en la Real Academia de España en Roma.

Obras de Sororlla
Obras de Sororlla

De entre todas las pinturas de la exposición ‘Sorolla. Cazando impresiones’, que recorre toda la trayectoria artística del artista en tres etapas (formación y consolidación, madurez y plenitud), dice su bisnieta que él quizás se habría quedado con la de su esposa Clotilde en la cama con su hija María, al poco de nacer esta. “Se pasó la vida pintando a los suyos, ni siquiera les hacía posar, iba tomando apuntes mientras la vida transcurría. Su familia fue lo más importante, lo único, además de pintar, pintar y pintar”, cuenta Blanca Pons-Sorolla, también comisaria de la exposición. Por Clotilde sentía adoración: “Le envió 2.000 cartas de amor y otros tantos telegramas”, hasta tres al día, cuenta Suárez.

Tan familiar era el pintor que siempre huyó de la pompa, la fama y las fiestas de la época y prefirió centrarse en su trabajo y su casa. Y sin embargo, en vida, gozó de una grandísima popularidad nacional e internacional, como cuando se inauguró su primera exposición en Nueva York, en 1909, y 160.000 personas hicieron cola durante horas pese a la gran nevada.

El secreto del éxito del artista valenciano habría sido, además de su habilidad prodigiosa con el pincel, su visión de negocio: “Analizaba las obras propias y de otros pintores que triunfaban entre el público, y a partir de ahí trabajaba en sus siguientes pinturas”, dice Suárez. Tuvo sensibilidad para conectar con lo popular, como los pescadores o las gentes en la playa, “pero también se lo rifó la aristocracia y burguesía de la época; que Sorolla te hiciera un retrato, daba prestigio”.

El grito del Palleter

Su forma única de pintar la luz, que parece que hasta se sale de los cuadros, fue y es otro de sus valores añadidos. Porque él bebía de la luz, ya fuera en la playa o en un interior: “Si ves su estudio, entiendes muchas cosas, la luminosidad sigue siendo preciosa. Y eso que hoy hay alguna ventana tapiada; imagínate en su día”, añade Blanca.

Dónde ver a Sorolla este 2023

Además de Barcelona, en Madrid, donde el artista se instaló en 1880, el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla han puesto en marcha 'Orígenes', un centenar de obras iniciáticas, muchas procedentes de colecciones particulares, la mayoría desconocidas hasta ahora para el gran público. La muestra es un recorrido por el camino que condujo al joven pintor valenciano a convertirse en un artista de éxito y en ella se pueden ver, hasta el 19 de marzo, obras icónicas como 'El grito del Palleter' (1884), expuesta por primera vez en el Museo Sorolla, o 'Copia de Menipo de Velázquez' (1882), específicamente restauradas para la ocasión. Esta exposición ha sido organizada en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde posteriormente se exhibirá.

Joaquín Sorolla

También en Valencia, del 29 de junio al 1 de octubre de 2023, la Fundación Masaveu presentará ‘Colección Masaveu. Sorolla’, 46 obras pintadas entre 1882, cuando aún era un joven de 19 años en plena etapa de formación; y 1917, tres años antes del final de su carrera por un ictus que le paralizó medio cuerpo tan solo a los 57 y le incapacitó para hacer lo que más le gustaba. La muestra permite comprender su evolución pictórica a través de los distintos géneros que practicó.

El Prado rinde hasta el mes de junio su homenaje a Sorolla exponiendo los retratos de su propio fondo, incluidos los que tenía depositados en otros museos, más los dos adquiridos en 2022, el de Martín Rico y el de Manuel Bartolomé Cossío. Si decíamos que la faceta de Sorolla como retratista fue destacable, su bisnieta pone énfasis, más allá de la cantidad, en la “capacidad para captar el interior del retratado, su intelecto y su carácter; el resultado, sea quien sea el modelo, es una obra magnética, que te quedas mirando un buen rato”. Ineludibles en esta muestra son los retratos del pintor Aureliano Beruete y de María Teresa Moret, quizá sus dos mejores y de clara influencia velazqueña, igual que el de María Figueroa, vestida de menina y el de la actriz María Guerrero como ‘La dama boba’.

El Palacio Real acogerá ‘Sorolla, a través de la luz’ en los Salones de Génova del 17 de febrero al 23 de junio de 2023, una exposición que combina, por primera vez, obras de Sorolla “poco vistas y muy escogidas”, según nos dice Blanca, con recreaciones digitales y experiencias sensoriales a través de la luz, el color y el movimiento; y un recorrido donde la realidad virtual nos ayudará a viajar al tiempo de Sorolla, a las playas que él pintaba o a su estudio.

Joaquín Sorolla

El Mubag de Alicante expone hasta el 25 de junio 115 piezas, casi la mitad de las cuales aportadas por el Museo de Bellas Artes de Valencia. La muestra ‘Diálogos y contrastes. Sorolla y la pintura valenciana de su tiempo’ reúne obras de cuatro generaciones, tanto del homenajeado como de sus maestros y discípulos. Es la primera ocasión que se exponen en España obras como ‘El Retrato de doña Pilar Sáinz de Vicuña y Arbide’, duquesa de Montesión, y el boceto ‘Cabeza de Joaquín Sorolla’; ‘María en el comedor de la casa Sorolla’, de Francisco Pons Arnau, el abuelo de Blanca o ‘Jardín del Alcázar de Sevilla’, de su abuela, la hija de Sorolla. “Mi abuela no quería que se perdiese su apellido y por eso lo unió con el de su esposo, Pons, discípulo de Sorolla. De ahí que yo me llame Pons-Sorolla”.

Joaquín Sorolla

Según nos adelanta Blanca, el ’Año Sorolla’, una cita que el mismo Ministerio de Cultura ha declarado como bien de interés nacional, aún puede dar más de sí (también en el tiempo, con continuidad en 2024) con exposiciones, actos y publicaciones de libros y un catálogo de su obra, aún no acabados de concretar.

De momento, el Museo de Bellas Artes de Asturias también rendirá su homenaje colgando todos los cuadros de Sorolla de su colección y la Real Academia de España en Roma, además de la Hispanic Society de Londres, que llevará por primera vez a Reino Unido los 80 bocetos de la serie 'Visión de España' del pintor valenciano.