Radiografía de los museos en España: están llenos de arte, pero no de público

Uno de los tantos efectos colaterales de la pandemia fue vaciar de personas museos llenos de arte. La pospandemia ha comenzado a rellenarlos, lentamente, primero en pequeños grupos con mascarilla y, de nuevo, con acceso libre casi como siempre, pero menos. El viacrucis del confinamiento nos dejó el espíritu tan achicado que salimos del covid con ganas de todo y hambre de 'Cultura', con mayúsculas. En todas sus ramas: cine, teatro, música en directo y que hemos querido cuantificar en el caso de los museos. Y los datos dicen que el apetito feroz de cultura museística no era tal ni tanto. Las cifras se estancan en números anteriores a la pandemia, al menos en lo que a visitas a museos se refiere.

Un ejemplo, al cierre del 2022, en los 16 Museos Nacionales se contaron 2.4 millones de visitantes (excluyendo del cómputo al triunvirato del Prado, Reina Sofía y Thyssen en Madrid que cuentan con sus propias estadísticas). En 2019, prepandemia, estos mismos 16 museos (Casa de América, Museo Sorolla, Museo del Greco o Museo Nacional de Antropología…) sumaron 2.9 millones. Poco para tantos y con tan rico patrimonio, con colecciones únicas.

En 2020, en pleno confinamiento, lograron la gesta de acercar a sus salas a 1.058.426 visitantes y en 2021, fueron 1.6 millones. No se han recuperado al 100% pero han revivido y la curva asciende pese a que están infravisitados para su valía frente a los tumultos que se concentran en el Paseo del Arte.

Por museos, el más visitado ha sido el Museo Arqueológico Nacional (455.909 visitas), seguido del Museo de Altamira con 251.424 visitantes en 2022 y el Museo Sorolla con 246.219 visitantes. Destacan especialmente el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria), que registra un aumento de más del 90% con respecto a 2021, y el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias ‘González Martí’ en Valencia (79% de incremento). El mayor aumento se registra en el Museo del Traje (382%). Pero solo dos han mejorado con respecto a 2019, en concreto el Museo Nacional de Artes Decorativas (Madrid) y el Museo Nacional del Romanticismo (Madrid).

Otro indicador está en las redes sociales, donde han crecido este último año un 16% sumando 1.4 millones de seguidores en total, aunque el tirón de los museos en Instagram o TikTok sigue siendo bajo en España y se aleja mucho de la cifras astronómicas de algunos youtubers como Ibai Llanos con 8,4 millones, que multiplica por ocho el millón del Museo del Prado o los escasos 461.000 followers del Reina Sofía.

Prado, Reina Sofía y Thyssen

Veamos el caso del Reina Sofía, por ejemplo, y sus datos pre y pospandemia. En 2019 sus visitantes (4.4 millones) prácticamente triplicaron a los que subieron al ascensor más famoso de Lavapiés en 2021: apenas 1.6. En 2020, con un cierre forzoso de abril a mayo, finalizó el año con 1.2 millones de personas pasando por delante del Guernica; todos con mascarilla y el 52% nacionales. Un año después, con las restricciones ya más relajadas, solamente lograron atraer a sus salas a 400.000 visitantes más, y su tirón en redes es muy discreto en proporción al presupuesto que maneja el Museo, muy volcado en las exposiciones foráneas.

El Prado, el más popular en internet y que parece estar en la agenda obligada de todo turista que pone un pie en Madrid, alcanzó los 3,2 millones de visitantes en 2019. La cifra cayó a 1,1 en 2021, tras pasar la pandemia a medio gas, cerrado o con restricciones especiales. Para el Museo Thyssen Bornemisza, el 2020 fue un año pobre en visitas con 261.921 personas. Un año más tarde, las duplicaron a 532.669 a expensas de presentar los datos del año que acaba de terminar. Ninguno de los tres ha presentado de momento sus datos de 2022.

Sepan que en España existen más de 16.000 museos, de acuerdo a los datos del Observatorio de Museos (OME) adscrito al Ministerio de Cultura. A menudo hay más espacios por provincia, ciudad o pueblo que público para visitarlos. Los hay muy grandes y muy pequeños. Públicos, privados, de arte, de etnografía o arqueológicos. Por museo se entiende hasta la deliciosa pequeñez del Museo Pepe de Pígara, en Guitiriz, una pequeña aldea de Lugo, sin web pero con sus muchas curiosidades en forma de objetos del desván o el más pequeño del mundo: uno flamenco encastrado en una pared de la calle de San Luis de Sevilla, que compite por el título con otro similar en el barrio barcelonés de Gracia.

Durante los meses más duros de la pandemia, de marzo a noviembre del 2020, los museos perdieron en general el 81% de su público con respecto al mismo periodo del 2019. De media, todos ellos permanecieron cerrados tres meses, aunque en algunos casos demoraron la reapertura prácticamente un año.

Para apoyar su renacimiento, los de titularidad estatal revisaron sus precios a la baja o abrieron sin coste para atraer de nuevo al público que inicialmente respondió con timidez. Se resintieron, sobre todo, las visitas de escolares que todavía no han vuelto a fluir como antaño. “Los resultados dan cuenta del impacto sufrido, pero también de la resiliencia mostrada por un sector profundamente comprometido con las funciones fundamentales del museo y con sus públicos”, concluye el Observatorio de Museos de España.