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Warhol, Lichtenstein… La exposición más pop de España la tienes en Cibeles

Por M. O.

Girl with hair ribbon

Warhol, Lichtenstein, Rauschenberg y Haring protagonizan ‘The Pop Art Culture’. La exposición ha ampliado su estancia en Madrid y seguirá exhibiendo las obras de estos maestros del arte americano en CentroCentro hasta el 25 de septiembre.

Lo más grande que ha conseguido Estados Unidos es comenzar la noble tradición de que los ricos consuman, en esencia, las mismas cosas que los pobres” (Andy Warhol). Tras su emblemática peluca blanca, el ‘Pope of Pop’ -como le llamaban en aquel efervescente Nueva York de los años sesenta-, resumía en esta frase uno de los motivos por los que el movimiento artístico que él representaba pasaría a convertirse en un capítulo esencial de la historia del arte y también de la sociedad.

Hasta que llegó el Pop Art, muy pocos pisos de la clase trabajadora colgaban en sus paredes láminas o litografías de obras de arte, y muy poca gente sabía el nombre de sus artistas contemporáneos. El arte, no solo su posesión sino también su admiración y entendimiento, estaba reservado a una élite minoritaria, no era un bien de consumo. Pero a mediados de los cincuenta, la sociedad norteamericana disfrutaba de un próspero bienestar tras la postguerra, el consumismo comenzaba a convertirse en un estilo de vida y los medios de comunicación de masas estaban en auge. Era el caldo de cultivo perfecto para que un movimiento underground de origen británico, basado en utilizar iconografía popular, lo democratizase.

Hablamos de Andy Warhol, Lichtenstein, Rauschenberg o Haring, entre otros, que comenzaban a subastarse por precios astronómicos, pero también, colgaban en formato lámina, de los apartamentos de la clase media americana y del resto del mundo.

120 obras de estos cuatro maestros de Pop y el underground se reúnen ahora en ‘The Pop Art Culture’, la exposición que acoge CentroCentro, prorrogada hasta el 25 de septiembre, para disfrutar de algunas de las imágenes más icónicas y reconocibles del arte del siglo XX.

sala dedicada a Keith Haring

Para ello, la muestra ha dedicado una sala a cada uno de estos cuatro artistas, en las que a través de sus obras más representativas se muestra la importancia y trascendencia del Pop Art en la concepción del arte actual.

El lenguaje de la modernidad de Roy Lichtenstein

La muestra comienza dedicando su primer espacio a una de las figuras centrales del pop americano. Creador de un lenguaje único e inconfundible, Roy Lichtenstein, tras coquetear con el expresionismo abstracto, decidió conectar con la sociedad de consumo a través de los lenguajes de su imaginario colectivo, y encontró en el cómic su propio medio de comunicación de masas.

Sus viñetas transformadas en inmensos lienzos, gracias a sus tramas creadas en impresiones gráficas, esconden bajo una aparente superficialidad una obra conceptual basada en el papel del artista en el mundo postindustrial. Ese papel que le permite poner sobre la mesa, de manera publicitaria, atractiva y casi naif, temas conflictivos como la guerra, tal y como podemos ver en ‘Opened fire’ (1964). Esta serie de tres serigrafías muestra las partes de un avión junto con la onomatopeya “Brat” o “Bratatata”, haciendo alusión a los ruidos de los disparos.

Otro de los grandes temas de Lichtenstein, los roles de género y la mujer, también está recogido en esta sala a través de otras de sus viñetas de cómic a gran escala como 'Girl with Hair Ribbon' (1965).

Detalle de la sala dedicada a Roy Lichstetein

Robert Rauschenberg y el Pop experimental

La segunda sala de la muestra se reserva a otra de las figuras fundamentales del movimiento. La obra de Robert Rauschenberg se caracterizó por la experimentación constante. De sus primeros lienzos monocromáticos, pasó a los ‘ready mades’ con objetos cotidianos, al grabado y más tarde a la serigrafía de la mano de Warhol. Esta búsqueda constante de soportes y materiales se sintetiza en su obra ‘Autobriography’ (1968), un tríptico en el que combina imágenes, palabras, radiografías, fotografías, dibujos…

Esta pieza comparte sala con otra de las obras que refleja cuál fue el otro ‘material’ crucial en la obra de Rauschenberg, la danza. ‘Pelican’ (1963), una proyección con su primer trabajo coreográfico y que se convirtió en un icono de la videodanza de los 60, nos muestra al propio artista bailando con patines con un paracaídas a la espalda.

Para crear esta pieza contó con la colaboración del músico John Cage, con quien ya trabajó durante sus años universitarios en el Black Mountain College participando el 1952 en ‘Theater Picer No.1’, considerado el primer happening de la historia.

sala dedicada a Keith Haring

Warhol, la esencia Pop

El recorrido no podía pasar por alto al que sin duda es el mayor representante del movimiento y un icono en sí mismo. Andy Warhol es el motor indiscutible de la democratización del arte que supuso el Pop. Su firme propósito de convertir la cultura en un producto de masas y acabar con la idea del arte elitista, accesible y entendible para unos pocos, determinó su carrera y la historia del arte del siglo XX.

Esta muestra nos da la oportunidad de ver, cara a cara, algunas de sus obras más emblemáticas como ‘Marilyn’ (1964). Impactado por la muerte del icono de Hollywood en 1963, Warhol decidió plasmar su personal visión de la actriz inspirándose en la fotografía publicitaria que Frank Powolny realizó durante el rodaje de Niágara. También está presente el que fuera su alegato contra la pena de muerte ‘Electric Chair’ (1971), su serie de serigrafías protagonizadas por una silla eléctrica suspendida en la nada y teñida de los vibrantes y alegres colores que caracterizaron la obra de Warhol.

Pero además de sus míticas serigrafías, la exposición remarca sus grandes dotes como dibujante, tal y como atestigua el retrato de ‘Mao Tse-Tung’ (1973) o las portadas de discos que realizó para las bandas más underground de la Nueva York de los 60 y 70 y de los que encontramos varios ejemplos en la sala.

sala dedicada a Keith Haring

El Pop Social de Keith Haring

La última parte de esta muestra está dedicada a un artista fundamental en el underground americano de los ochenta. Keith Haring, icono del arte urbano, adoptó muchos modos-modas de sus maestros Pop. En gran parte por su íntima amistad con Warhol, al que dedicó su obra, presente en la muestra, ‘Andy Mouse’ (1986), un personaje mitad Warhol, mitad Mickey Mouse, con la que el artista quiso hacer homenaje a esa obsesión por el universo de Walt Disney que compartía con el propio Warhol.

El trabajo de Haring tuvo un gran éxito comercial e influyó enormemente en el lenguaje publicitario de la época, llegando a ser el autor de campañas publicitarias históricas como la que realizó para Lucky Strike en 1987 y de la que podemos ver algunas imágenes en esta sala. Para esta campaña Haring decidió mezclar sus personales siluetas humanas de rasgo grueso y diseño esquemático con las siluetas de las cajetillas. El resultado fue una ingeniosa acción publicitaria en la que mientras anunciaba uno de los iconos visuales de EEUU, la cajetilla de Lucky Strike, también publicitaba su personal e inconfundible estilo artístico, en una brillante estrategia comercial puramente Pop.

Sala dedicada a Keith Haring

En 1987 Haring fue diagnosticado con VIH y decidió hacer de su obra el perfecto vehículo para su activismo social en pro de los pacientes de esta enfermedad ‘proscrita’ y sus derechos. De este propósito nace su obra ‘Apocalypse’ (1989), siete serigrafías de colores planos y trazo ágil realizadas en colaboración con el escritor William Borroughs en las que se presenta al VIH como el disparador del fin del mundo.

El recorrido de ‘The Pop Art Culture’ nos adentra en los entresijos de este movimiento a través de obras fácilmente reconocibles y de sobra manidas. Sin embargo, acaba con una sorpresa inédita. El 28 de julio de 1984, Andy Warhol realizó un editorial histórico para Interview. En él la conocida como “diosa de ébano'', la cantante y actriz Grace Jones, se transformaba en un lienzo para Keith Haring. Mientras él pintaba sobre su cuerpo, Robert Mapplethorpe, uno de los fotógrafos más punteros de la época, disparaba aquellas fotos para la revista de Warhol. Pero aquel día, el ayudante de Mapplethorpe, el español Javier Porto, celebraba su cumpleaños y su mentor, a modo de regalo, le permitió inmortalizar algunos momentos del making of de aquella jornada. Imágenes que hoy podemos contemplar en ‘The Pop Art Culture’ y que plasman los detalles de un día de trabajo con los genios del Pop.

Un broche perfecto para cerrar una exposición con la que recordar el papel fundamental del Pop Art en la concepción, y el entendimiento, del arte actual.