Exposiciones

Egipto llega a Madrid

Por Primi Maier

El templo de Debod

Monumentos, conciertos, exposiciones y óperas envuelven la capital en la magia de Egipto, permitiéndonos disfrutar de más de 3.000 años de una civilización histórica.

Hace doscientos años tuvo lugar un descubrimiento que nos sumergió en una de las civilizaciones más fascinantes de la historia: la del antiguo Egipto. Un jovencísimo erudito francés, Jean-François Champollion, consiguió descifrar la escritura jeroglífica, un lenguaje que llevaba siglos silenciado.

Hasta aquel momento los jeroglíficos eran uno de los grandes misterios que envolvían a esta cultura. ¿Qué representaban? ¿Tenían alguna función? ¿Se empleaban más allá de los rituales? Champollion demostró que estos maravillosos símbolos encarnaban un lenguaje que había estado vivo, y pronto estos símbolos volvieron a ‘hablar’, narrando desde pequeños detalles, hasta creencias religiosas o vidas de faraones permitiéndonos recuperar más de 3.000 años de historia. Una historia que este año se puede recorrer en Madrid, ya que Egipto ha llegado a nuestros museos, teatros y parques dejando a su paso su característica estela de misterio.

Hijas del Nilo

Según el mito, en el momento del nacimiento de Osiris una voz clamó: “Ha nacido el dios del mundo”. Osiris se casó con Isis y fue muy querido por todos salvo por su hermano, Seth, quien celoso de su gloria le encerró en un sarcófago que selló con plomo caliente y lanzó al Nilo. Deshecha por el dolor, Isis partió en búsqueda del cuerpo de su marido y tras grandes periplos fue la responsable de su resurrección. Algo que da mucho que pensar sobre el papel de la mujer en el Antiguo Egipto.

Relieve con figuras femeninas en procesión

La exposición ‘Hijas del Nilo. Mujer y sociedad en el antiguo Egipto’ nos acerca a la vida más cotidiana del Antiguo Egipto y en particular al universo femenino permitiéndonos ahondar sobre esta dimensión. Estructurada en torno a cuatro ámbitos, recorre la unidad familiar, el papel de las mujeres como sacerdotisas y divinidades, como miembro de la familia real e incluso gobernantes, además de su papel en los ritos funerarios.

A través de más de 300 piezas procedentes de 12 países es muy interesante descubrir facetas desconocidas de aquella civilización. Por ejemplo, el matrimonio se sellaba cuando un hombre y una mujer iban a vivir juntos, sin necesidad de una ceremonia; las mujeres podían heredar y desheredar, acusar a su marido de maltrato o incluso trabajar como escribas; el maquillaje no tenía solo un fin embellecedor sino también práctico, ya que protegía de los problemas oculares que causaban el sol y el desierto; y un hombre únicamente podía adquirir el derecho al trono si era hijo de una de las mujeres del faraón. La muestra puede visitarse hasta el 31 de diciembre en el Palacio de las Alhajas.

Aída de Verdi

La flor de loto en el antiguo Egipto estaba ligada al sol y a la regeneración. Con el atardecer, el nenúfar repliega su flor bajo el agua y es con los primeros rayos de sol cuando comienza de nuevo su ascenso y despliega su esplendor. Creían que la flor de loto albergaba el espíritu de Ra, el dios sol y creador del mundo.

Aida de Verdi en el Teatro Real

Este símbolo tan esperanzador contrasta trágicamente con la oscuridad de la imagen final de ‘Aída’ de Giuseppe Verdi, ambientada en un momento del Antiguo Egipto. En 1871 se estrenó por primera vez en El Cairo y en octubre vuelve a tomar el Teatro Real, inundándolo de una historia atemporal de amor y lealtad con la guerra como telón de fondo. La princesa Aída fue secuestrada y hecha esclava de la princesa Amneris, hija del rey. El guerrero Radamés se enamoró de ella y creyó que consiguiendo la victoria de Egipto sobre Etiopía sería libre para casarse. Aída y Radamés tomaron una agonizante decisión entre su amor o la lealtad a su patria que se vio complicada por el hecho de que Amneris estaba su vez enamorada de Radamés.

Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas

‘Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas’ nos permite adentrarnos en el concepto de momificación y descubrir las vidas de seis personas que vivieron en Egipto entre el año 800 a.C y el 100 d.C. En el antiguo Egipto, los cuerpos tenían que sobrevivir a la muerte y llegar intactos con el fin de alcanzar la vida en el más allá.

Momias de Egipto

La muestra nos adentra en la vida de seis personas a través de sus momias: un funcionario de Tebas y personaje poderoso de su tiempo, dos sacerdotes, una mujer casada enterrada con un instrumento musical - el sistro - entre sus manos, un niño de unos cuatro años acompañado de juguetes de sorprendente modernidad y un joven del Egipto grecorromano que fue momificado con un pequeño rollo de tela o papiro dentro de su cuerpo. Estos descubrimientos han sido posibles gracias a una tecnología pionera y no invasiva desarrollada por el British Museum y ahora podrás descubrirlos en Caixa Forum.

Tolomeo, Rey de Egipto de Händel

El nombre de agosto se lo debemos al emperador Augusto. Eligió dar su nombre al octavo mes para que se recordara hasta la eternidad la derrota y muerte de Cleopatra. Aunque es una de las mujeres más conocidas de la historia egipcia, no es la que trae a la vida Georg Friedrich Händel en su ópera Tolomeo, Rey de Egipto, sino su bisabuela.

Una mujer siniestra que envenenó a su marido para elevar al trono a su hijo, Tolomeo IX, lo destierra finalmente insatisfecha llevando al poder a su otro hijo, Tolomeo X, a quien encarga que mate a su hermano. La próxima temporada, el Teatro Real nos da la oportunidad de envolvernos en esta intrigante historia a través de una ópera en concierto.

Ptolomeo

Pero no podíamos cerrar este recorrido de Egipto en Madrid sin parar en un peculiar lugar que lleva hermanando a la capital con esta cultura ancestral desde hace muchos años. El Templo de Debod, convertido ya en un símbolo de la ciudad, fue traído en cajas y montado en el parque del Oeste piedra por piedra en 1972. Aquel templo que descubriera un jovencísimo Champollion en el desierto de Egipto hace más de 200 años, y tras una obra de ingeniería sin parangón, ocupa hoy un lugar privilegiado en la historia y la vida cultural y museística de la capital. Se convierte, así, en el lugar perfecto para conocer de primera mano a esta fascinante civilización, sin necesidad de pisar tierra de faraones, porque esta temporada Egipto está en Madrid.