Arquitectura & Diseño

Estas viviendas de diseño son capaces de mimetizarse con el entorno privilegiado de A Lanzada

Por EC Brands

Azoteas de Madrid

El complicado reto al que se enfrentaba el estudio de arquitectura Carbajo Barrios, consistía en diseñar un conjunto de viviendas capaz de respetar el entorno privilegiado de A Lanzada. Hablamos con Manuel Carbajo y Celso Barrios sobre cómo lo han logrado

Ofrecido por Arial

El mundo ha cambiado radicalmente en las últimas dos décadas. Ahora, aspectos que antes apenas se tenían en cuenta, cobran una importancia tal que resulta muy difícil concebir cualquier tipo de proyecto sin ellos, y más en el terreno de la construcción. Hablamos, cómo no, de la sostenibilidad en su sentido más amplio: desde la integración en el entorno donde se va a edificar, los materiales y la adaptación a los fenómenos meteorológicos extremos que conlleva el cambio climático, hasta la eficiencia energética.

Precisamente, son las viviendas de obra nueva las que están abriendo el camino en este sentido. Un ejemplo lo encontramos en la promoción que la firma inmobiliaria Arial está construyendo en Foxos, junto a la playa de A Lanzada, el istmo que une los municipios pontevedreses de Sanxenxo y O Grove. “Foxos es un proyecto en un entorno que venía heredado de las épocas de crecimiento costero. Llegamos a un espacio donde ya existían las calles, pero los solares estaban vacíos. Lo que hemos intentado ha sido dotar de unas edificaciones que buscasen una mayor integración con el paisaje y mayor respeto al lugar donde se ubican”, explica Manuel Barrios, cofundador de Carbajo Barrios, el estudio de arquitectura que lo ha diseñado.

Amanecer desde una terraza

Y es que las 75 viviendas proyectadas se encuentran en plena Rías Baixas, al borde de la ría de Pontevedra, con unas vistas y orientación a un conjunto de playas como son la de Nossa Señora, Foxos o la ya mencionada A Lanzada, además de su cercanía al castro y la ermita homónimas. “Es un enclave único y privilegiado. Nosotros no podíamos llegar allí y simplemente dejar caer unos edificios, sino buscar una manera de que lo que colocásemos aportase valor tanto a las personas que tengan la suerte de habitar las viviendas, como a los núcleos que están alrededor de A Lanzada”, apunta Manuel.

Para ello, lo primero era cuidar la imagen, es decir, que esas edificaciones no desentonasen con el paisaje. “A veces nos vemos invadidos por cierta estética que quizá en el sur sea más típica, pero que nada tiene que ver con nuestro entorno”, reconoce Celso Barrios, la otra mitad de Carbajo Barrios Arquitectos. Y continúa: “Esta promoción ha permitido, a través de los materiales y de la tonalidad de los mismos, ser respetuosa con las líneas que siempre se han seguido en la zona”.

En busca de los materiales perfectos

De este modo, según explican los arquitectos, tres son los elementos constructivos que predominan en Foxos: hormigón visto, madera termotratada y vegetación. La textura heterogénea y el comportamiento del primero recuerdan al granito gris, la piedra que fundamentalmente se usa en el territorio; y que, según explica Barrios, “no está solo vinculada a las casas, sino también a la cultura del vino Albariño tan potente en las Rías Baixas”. La madera, muy presente en la construcción tradicional gallega, actúa como la ‘piel’ de cada vivienda.“A diferencia de lo que se pueda pensar, este material revestido tiene un excelente comportamiento ante la climatología adversa que tenemos en Galicia”.

edificación con vegetación

Finalmente, la vegetación actúa “como un elemento aglutinador que da continuidad a todos los espacios, ya sean interiores o exteriores”. De hecho, las cubiertas de las edificaciones son ajardinadas, ya que, por un lado, esta presencia del verde “genera unos planos que reducen el impacto del edificio”; y por otro, “elementos visuales de integración con el fondo escénico que también favorecen a los propios usuarios, al contribuir a una mayor adaptación a la climatología, a reducir la temperatura o a un aire más limpio, entre otros”, incide Manuel Carbajo. De hecho, el 80% de los 25.000 metros cuadrados de terreno se dedican a espacios libres, viales y zonas verdes.

En esta tarea, el estudio de arquitectura ha colaborado con los paisajistas de Orza, quienes han elegido no solo las especies más adecuadas, sino su disposición. “La ventaja es que estamos en una zona costera, donde la vegetación tiene mucha resistencia a los agentes climáticos atlánticos y es capaz de sobrevivir con el agua, la luz y el viento que le proporciona la naturaleza, prácticamente sin ningún artificio”, relatan.

Tapizar de verde las cubiertas también implica conseguir un aislamiento natural que provoca que las viviendas tengan una menor necesidad de aporte energético y un mayor aislamiento general del edificio sin recurrir a componentes artificiales. Por su parte, las contras colocadas delante de los grandes ventanales y de los dormitorios ayudan a regular la temperatura, al disminuir la incidencia del sol en los espacios interiores; al mismo tiempo que suponen un elemento de protección y seguridad.

Salón de una casa

Asimismo, las viviendas incluyen un sistema centralizado de producción de agua caliente, calefacción y aire acondicionado mediante unidades aerotérmicas y paneles solares fotovoltaicos que suministran energía a las bombas de calor y a otros servicios comunes que demanden electricidad. Estas particularidades proporcionan a la promoción de la máxima calificación energética (A) y certificado de sostenibilidad.

En esta obsesión por integrarse en el espacio, Carbajo y Barrios han incluido otro elemento primordial: la fragmentación del diseño.“Una vez superado el conflicto que en un primer momento pueda generar que te propongan hacer un conjunto de viviendas en una zona de costa con puntos de pendiente y montaña; lo que nosotros intentamos fue que la construcción no se viese como un continuo o una repetición estandarizada, sino como una que se iba adaptando a la pendiente y a la parcela”, explican. En ese sentido, los arquitectos pretendían que se vinculase a una imagen de agrupación de pequeñas viviendas, similares a las de una aldea o un pueblo, no a un bloque de gran altura de un entorno urbano. De este modo, en el exterior se aprecia cómo las alturas irregulares crean volúmenes escalonados, en línea con la orografía.

Viviendas junto al mar

Huir de la vivienda vacacional

Cuando Carbajo Barrios Arquitectos comenzó a diseñar el proyecto, la pandemia aún no había puesto patas arriba nuestras vidas. “La última parte del trabajo estuvo muy condicionada por las circunstancias; lo que nos abrió los ojos, puesto que la vivienda cada vez tiene más usos”.

Esta influencia, según Manuel y Celso, se ve en los tamaños, las orientaciones o en la distribución y versatilidad de los espacios que pueden servir tanto para trabajar como para comer, desconectar, disfrutar o convivir. “El proyecto ha hecho mucho énfasis en escapar de los modelos convencionales de vivienda vacacional, de modo que hemos intentado, a través del bloque residencial comunitario, dar la posibilidad de tener tu propia vivienda o, al menos, esa atmósfera individual dentro de un colectivo”, comentan. Una suma de individualidades en el que la intimidad y privacidad van de la mano con la necesidad de formar parte de una vecindad.

Exterior de una vivienda
Interior de una vivienda

Así, las distintas tipologías de la promoción, sean de dos, tres o cuatro dormitorios, disponen de espacios abiertos: terrazas o parcelas privadas, y en algunas de ellas también hay posibilidad de contar con una piscina individual. No obstante, la urbanización tiene piscina comunitaria y múltiples espacios verdes en torno a los que reunirse. Manuel confiesa que “aunque desde el punto de vista estratégico es evidente que la promoción no está ubicada en una zona comercial, ni de negocios, ni siquiera urbana, el promotor tenía muy claro que las nuevas formas de vida y de trabajo podían facilitar que la vivienda fuera un espacio de uso continuo en cualquier época, cerca de otros núcleos, pero donde poder trabajar y mantener la residencia durante todo el año”.

Las obras de Foxos comenzaron el pasado mes de abril y su finalización está prevista para junio de 2024. A día de hoy, el 55% de las viviendas ya están vendidas a perfiles tanto de dentro de España, destacando gallegos y madrileños, como fuera de nuestras fronteras, procedentes de Suiza, Francia o Estados Unidos, aunque siempre vinculados con ‘la terriña’.