Exposiciones

El realismo pop de Alex Katz

Por El Grito

La Sonrisa Roja, 1963. Whitney Museum of American Art.

La primera gran retrospectiva del artista norteamericano en nuestro país, nos acerca a los principios del arte pop a través de sus imponentes obras de gran formato

No ha sido fácil. El primer intento de celebrar por primera vez en España una retrospectiva de uno de los artistas norteamericanos más relevantes del arte pop, se vio truncado por la pandemia. El segundo ha estado a punto de correr la misma suerte por la escalada de precios en los transportes, pero al final, y gracias al interés del propio artista, que a sus 94 años sigue más activo que nunca, el Thyssen y los amantes del arte están de enhorabuena.

Hasta el próximo 11 de septiembre el museo Thyssen-Bornemisza acogerá la exposición dedicada a la trayectoria de Alex Katz, una retrospectiva que abarca seis décadas del trabajo del que es uno de los principales representantes del arte norteamericano contemporáneo.

Vivien, 2016. Colección Borja y Blanca Thyssen-Bornemisza

Nacido en Brooklyn en 1927, criado en Queens, alumno de la Art Cooper Union de Manhattan, Katz lleva impreso el sello de artista neoyorquino por los cuatro costados y se ha convertido en el artista pop vivo más cotizado del momento.

Su obra rompió con la tradición abstracta del arte americano de los años 50 e instauró muchas de las bases de lo que más tarde sería conocido como arte pop. Gran formato, fondos planos, monocromáticos, figuras separadas del fondo, sin referencias espaciales, un estilo personal y definitorio que fue inspirador para los grandes de pop como Warhol sin ir más lejos son algunas de sus señas de identidad.

Round Hill, 1977. Los Ángeles County Museum of Art

Para su primera exposición en nuestro país, el Thyssen, en colaboración con el propio Katz, ha seleccionado 35 obras de gran formato y cinco estudios que sintetizan más de seis décadas de un prolífico trabajo. Solo a su mujer y musa, Ada del Moro, le retrató más de 1.000 veces. Como el mismo Katz cuenta “en 70 años nada me ha interrumpido, ni la guerra, ni la pandemia, ni la falta de interés del gobierno norteamericano por el arte”.

Precisamente sus retratos, uno de sus géneros más representativos, están de sobra reflejados en esta muestra con obras tan trascendentales en su trayectoria como ‘La sonrisa roja’ (1963), ‘Paraguas Azul’ (1972) o el retrato múltiple ‘Vivien’ realizado en 2016 y adquirido recientemente por Borja Thyssen. A partir de ahora formará parte de la colección permanente del museo, solventando así lo que Guillermo Solana, director de la institución, calificó de “una ausencia imperdonable”.

Pero la muestra no solo son sus retratos, también es una oportunidad única de contemplar sus paisajes inmersivos como ‘Campo Dorado’ #3 (2001) o ‘Bosques’ (1991) y sus escenas sociales de la vida neoyorquina como ‘Round Hill’ (1977) o ‘En las Gradas’ (1983).

Cuadro Paraguas azul

Paraguas azul, 1972.

Obra Green table

Green table, 1996. Colección Privada.

Obra Bosques

Bosques,1991. Colección privada, Suiza.

Además de estas obras de formato gigantesco, también está presente ‘Green Table’ (1996). Una mesa de madera que sostiene 17 cabezas pintadas o ‘cuouts’, una práctica que Katz comenzó a utilizar en los sesenta con la que consigue dar cierta tridimensionalidad a la pintura y que más tarde recibiría el nombre de ‘Flat Statues’ (estatuas planas).

Todas ellas forman una excepcional selección de la obra de Katz que ha sido posible gracias a los préstamos de algunas de las instituciones culturales más importantes del mundo. Desde el MoMa de Nueva York, el Whitney Museum o el Metropolitan, hasta el Reina Sofía. Pero sobre todo ha sido la predisposición del artista y su familia, que no ha dudado en pagar personalmente el transporte de dos de las obras, la que ha hecho posible que Madrid sea la sede del arte de Alex Kazt al menos durante este verano.