Arquitectura & Diseño

El automóvil se ‘cuela’ en el Guggenheim (y por si tienes dudas, sí, es una obra de arte)

Por El Grito

Coches en el Guggenheim

Norman Foster ha sido el comisario de ‘Motion: Autos, Art, Architecture’, una exposición que explora los vínculos entre la industria del automóvil y el mundo del arte, el diseño y la arquitectura

El debate sobre qué se considera arte ha abarcado todo tipo de ámbitos, desde edificios hasta videojuegos, pasando por la gastronomía. Una discusión que, en ocasiones, se ha extendido al mundo de los automóviles. ¿Pueden los coches ser considerados obras de arte? ¿Puede una máquina ideada originalmente para cumplir una función práctica usarse como un lienzo para expresar pensamientos o emociones?

El célebre arquitecto británico Norman Foster —galardonado con el Pritzker en 1999 y premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009— ha querido zanjar el debate a través de ‘Motion: Autos, Art, Architecture’, una exposición que explora los vínculos entre la industria del automóvil y el mundo del arte, el diseño y la arquitectura, y que estará abierta al público hasta el 18 de septiembre en el museo Guggenheim Bilbao.

Wifredo Ricart Pegaso

Desde vehículos producidos en masa y convertidos en iconos como el Volkswagen Beetle de 1951 o un Mini Cooper original, hasta el coche más bajo del mundo —el prototipo del Lancia Stratos Zero— o el Mercedez AMG Formula OneW11 EQ Performance con el que Hamilton ganó el campeonato de Fórmula 1 en 2020. En total, 38 coches emblemáticos que comparten espacio con otras 300 obras de artistas como Andy Warhol, Christo, Alexander Calder, Margaret Bourke-White, Frank Lloyd Wright o Le Corbusier.

Foster —comisario de la muestra—, en colaboración con Manuel Cirauqui y Lekha Hileman Waitoller, ha vertebrado el recorrido, con un cierto sentido cronológico, en torno a siete temáticas: ‘Beginnings’, que muestra el automóvil en sus inicios; 'Sculptures', destinada a aquellos vehículos que destacan por su diseño y estética; 'Popularising', para los llamados “utilitarios”; 'Sporting', dedicada al mundo de la competición, 'Visionaries', con aportaciones futuristas; 'Americana', representando el sueño americano; y ‘Future’. Esta última incluye el trabajo de estudiantes de 16 escuelas de diseño y arquitectura que, invitados por la Norman Foster Foundation, han imaginado cómo será la movilidad a finales de este siglo.

Imágenes de Christo Volkswagen empaquetado

Aunque trabajó en estrecha colaboración con líderes de la industria, investigadores y asesores, al arquitecto británico se le ha dado total libertad a la hora de seleccionar los coches en exhibición. "Obviamente, detrás de la elección ha habido muchas discusiones agradables con personas cuyo juicio respeto, pero al final es una elección muy personal. Es totalmente subjetivo", apuntó. De hecho, nueve de las piezas expuestas pertenecen a la propia colección privada de la familia Foster, incluido un Chrysler Airflow de 1934, un Jaguar E-Type de 1961 y un Dymaxion Car 4, 2010.

Imagen de coches antiguos
Imagen de coches antiguo

Entre la notable selección de préstamos institucionales y privados provenientes de colecciones europeas y estadounidenses también destacan el Ferrari 250 GTO, del baterista de Pink Floyd, Nick Mason; o el Bugatti Type 57S Atlantic, del que solo existen dos ejemplares en el mundo. Probablemente los dos coches más valiosos del planeta, valorados en 70 y 100 millones de euros respectivamente.

Más allá del asombro evidente que causan los automóviles, ‘Motion’ es una exposición con varias vertientes de investigación, que cuenta con un importante número de obras, muchas de ellas de interés histórico-artístico, y con un espacio para el pensamiento crítico sobre la modernidad.