Exposiciones

Medio siglo de arte de Paula Rego: mujeres empoderadas en el Museo Picasso

Por Agustín Rivera. Málaga

Las criadas 1987

La pinacoteca malagueña exhibe hasta agosto una antológica de la artista portuguesa, que falleció el pasado martes en Londres a los 87 años

Muy coloridas, muy viscerales, con gran personalidad. La obra de Paula Rego ofrece un anclaje en la denuncia social. Un mundo que observa desde su particular pátina y de su atormentado yo interior ya desde los primeros compases de su actividad creativa. Rego, nacida en Lisboa en 1935 y que falleció el pasado martes en Londres, es una de las grandes artistas europeas del último medio siglo. Y sin duda la más gigante que tenía el arte portugués.

Una exposición antológica de su obra se exhibe desde el pasado 26 de abril y hasta finales de agosto en el Museo Picasso Málaga, siempre atento a artistas absolutos, incontestables y con un reconocimiento internacional. Rego ejerce una actitud crítica contra la dictadura de Salazar que se refleja ya desde sus primeras obras, donde desarrolla la técnica del collage, al mismo tiempo que en 'Salazar vomitando la patria' aplica la técnica del óleo.

En esta etapa primeriza, que en la exposición se denomina ‘Realidad fragmentada’ no utiliza caballete y le gusta dibujar en el suelo. Una de las primeras obras se llama 'Julieta' (1964) y la realizó tras leer en el periódico que un técnico se había electrocutado trabajando en una torre de alta tensión mientras que su mujer, Julieta, presenciaba su trágica muerte. Hay un cuerpo contorsionado y tres cruces a modo de Cristo crucificado.

Una obra al día

Los setenta suponen para Rego un desafío a su proceso creativo, siempre en permanente metamorfosis. En estos años la artista pinta obras a un ritmo endiablado: una al día. Es vital detenerse en su matrimonio con Victor Willing. Se trata de una relación abierta, con amantes de él y de ella, en la que la artista sufre. Representa a seres humanos en forma de animales. “Un relato de amor, traición, maltrato y venganza dentro de un triángulo amoroso”, plasma la comisaria de la exposición, Elena Crippa. Esos seres humanizados proceden del teatro de títeres infantil de Willing. Rego: “Los animales eran suyos, pero lo que les pasaba era mío”.

Cuadro Little Miss Muffet 1989

La influencia de la literatura en su obra resulta determinante. Sus padres le leían 'La Divina Comedia'. También oían óperas de Verdi juntos. Su fascinación por heroínas de ficción se refleja en la reinterpretación artística de cuentos populares portugueses como 'Blancaflor', que subrayan un interior muy atormentado. Es Rego una artista con múltiples influencias. Desde la caricatura y los cómics a Walt Disney. Y de ahí a obras de maestros antiguos con composiciones que son un homenaje a Velázquez con puertas abiertas, y que guardan un cierto paralelismo con el tenebrismo de Gutiérrez-Solana o incluso en alguna medida de Goya.

A medida que van pasando los años y ‘quema’ etapas, se transforma de un modo mucho más contundente en una contadora de historias a través de la pintura. Sus figuras adquieren gran volumen. Refuerza el colorido y el movimiento de la escena ejerce un papel protagonista. 'Las criadas' (1987) es un reflejo de sus inquietudes y miedos al igual que 'El baile' (1988), una obra que tardó seis meses en culminar.

En este cuadro, que acabó después de la muerte de su marido, retrata a una niña bailando con su madre y su abuela. Willing aparece dos veces, bailando con Paula y con una amante rubia. Solitaria y de mayor tamaño que las demás, la figura de la izquierda representa a la artista, explica la comisaria. La escena se sitúa en una playa portuguesa. El movimiento del baile contrasta con la quietud del edificio fortificado, inspirado en la fortaleza que durante el Estado Novo se usaba como prisión y lugar de tortura.

Más volumen y sombras

Son los años en los que Rego aumenta las sombras y el volumen en sus cuadros. Cambia del acrílico al pastel y surgen obras como 'Trampa' o 'Faja', donde aparece su hija embarazada con un vestido de novia que no es blanco. Porque a la artista no le interesa la imagen delicada femenina, sino las mujeres fuertes, empoderadas.

Obra Amor 1995

Amor 1995.
© Paula Rego

Obra La artista en su estudio 1993

La artista en su estudio 1993.
© Leeds Museums and Galleries, Reino Unido/Bridgeman Images
© Paula Rego

Obra El tiempo, pasado y presente 1990

El tiempo, pasado y presente 1990.
CAM-Fundação Calouste Gulbenkian, Lisboa / Foto: José Manuel Costa Alves
© Paula Rego

“Esta pintura lo cambió todo”. La artista se refiere a 'El pajar' (1994). Hay seres misteriosos y referencias alegóricas. Ese interés que se mantuvo firme hasta el final por las fuentes literarias y por la Historia del Arte se entremezcla con la corporalidad de 'Haunted', un relato de terror de Joyce Carol Oates, fechado el mismo año. La composición se inspira en el ambiente, el drama narrativo y la pluralidad de perspectivas de la 'Adoración de los pastores' de Tintoretto (1578-1581).

La serie sobre el aborto y un grupo de obras inspiradas en la novela 'El crimen del padre Amaro' (1875), de José Maria Eça de Queirós, configuran otra de las obras que se puede observar en el Museo Picasso Málaga. Habla su director artístico, José Lebrero. “Cuando entras muy a fondo en un proyecto como este te acabas construyendo una idea de su personalidad. La exposición quizá ha venido tarde, a causa de la pandemia, y es la primera vez que me ocurre que expongo una obra y el artista fallece mientras se está exhibiendo”.

Los secretos de Paula Rego

Lebrero resalta el valor de que sea una de las artistas principales de la Bienal de Venecia. El éxito de esta muestra en Londres y La Haya sitúa al MPM en una primera línea expositiva internacional. “Nos sentimos honrados de poder mostrar esta exposición, la más completa que se puede ver de Paula Rego”.

Cuadro Durmiendo 1986

En el catálogo de la plataforma Filmin figura el documental 'Los secretos de Paula Rego' que se expone nada más salir de la muestra. Está dirigido por Nick Willing, su hijo. Y aquí la palabra de la artista: “Un cuadro te permite sentir todo tipo de cosas prohibidas. Por eso pintamos, porque descubres cosas de las que no te habías dado cuenta, y estás autorizado a cometer ultrajes”.