El 'cortocircuito' de Soria: deja su cargo por su vinculación con los paraísos fiscales

No lo logró el déficit de tarifa. Ni la polémica desatada por la reforma eléctrica de 2013. Ni siquiera las críticas que recibió por el decreto de autoconsumo aprobado en 2015. José Manuel Soria había sobrevidido a todos los episodios por los que fue atravesando como titular de la cartera de Industria, para la que fue elegido por Mariano Rajoy en 2011. Pero justo ahora, justo cuando ya se encontraba en el 'tiempo extra', cuando ya figuraba y se comportaba como ministro en funciones, la aparición de su nombre en los papeles de Panamá y la mala gestión que ha hecho de sus explicaciones acerca de su vinculación con sociedades 'offshore' le han acabado costando el cargo.

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Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1958, casado y con dos hijos, a Soria no le ha quedado otra alternativa que coger la puerta. E irse. Y a Rajoy tampoco le ha quedado otro remedio que entender que era la decisión que correspondía. Muy a su pesar, por la afinidad que tiene con una persona que siempre estuvo pendiente de su padre cuando residió en Canarias. "Canarias es mi segunda tierra", ha llegado a asegurarRajoy. Y eso, claro, le unía a Soria, y generaba una confianza que le llevó a elegirlo para su Ejecutivo. Tanto es así, que Soria llegó a apuntar muy alto. Sonó incluso en la lista de aspirantes para liderar el Partido Popular (PP) en el futuro.

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Lo ubicó en una de las carteras importantes. La de Industria, Turismo y Comercio. Soria quedaba encuadrado así en el núcleo duro del Gobierno, el vinculado con el eje de toda la legislatura de Rajoy: la economía. Soria se ubicaba junto a Luis de Guindos, CristóbalMontoro y Fátima Báñez, pero se distinguía en un aspecto clave: poseía el perfil más político de todos ellos. Presidente del Partido Popularen Canarias desde 1999, miembro de la Junta Directiva nacional y del Comité Ejecutivo Nacional del PP, de Soria se dice incluso que era quien encarnaba la línea más política dentro del programa económico del Gobierno de Rajoy. Todo eso acaba ahora: Soria renuncia a todo. No sólo al Ministerio de Industria, sino a todas sus responsabilidades y sus cargos políticos.

En ese grupo de ministros con funciones económicas Soria coincidió con una persona a la que conoce muy bien. Y con quien mantiene una buena amistad. Se trata de Luis de Guindos, con quien compartió dedicaciones opositoras en los años 80, cuando ambos ingresaron en elTécnicosComercialesy Economistas del Estado. Esa amistad es la que ha empujado a Guindos a apoyarlo en los últimos días. "Yo creo al ministro Soria y tiene toda mi confianza", ha afirmado el ministro de Economía en funciones.

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Polémica constante

Como titular de Industria, Soria se ha enfrentado a uno de los temas económicos que más duele en el bolsillo de los hogares y las empresas: la electricidad. Una de sus prioridades acabar con el déficit de tarifa, es decir, el agujero con el que cargaba el sistema eléctrico. En 2011 se elevaba a 24.000 millones de euros y crecía a un ritmo de 4.000 o 5.000 millones al año. Con el fin de atajar este problema sacò adelante una reforma eléctrica en 2013 que disgustó a todos: consumidores, grandes eléctricas y renovables. "Estaba convencido de que este malestar garantizaba que la reforma iba en la dirección correcta", afirma una persona próxima a él durante estos años. Y al menos en lo que respecta la evolución del déficit esa percepción era correcta: el sistema eléctrico ha cerrado con superávit los años 2014 y 2015 y puso fin a una secuencia de 15 años consecutivos de déficit. Por el camino, eso sí, la luz se ha encarecido. Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), entre 2011 y 2015 se encareció un 10%.

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Tampoco anduvo falto de polémica su último gran caballo de batalla normativo: el del autoconsumo. Soria sacó adelante el Real Decreto 900/2015 en octubre de 2015, y de nuevo levantó una auténtica polvareda. Los restantes partidos políticos ya han anticipado que lo derogarán si tienen oportunidad de hacerlo.

Soria, que llegó a la política en 1995 y que fue alcalde de Las Palmas de Gran Canaria entre ese año y 2003, encabezó las listas del PP por Las Palmas en las elecciones de diciembre. Fue elegido. Y estaba a la espera de los acontecimientos. Hasta que los acontecimientos vinieron de Panamá. Y ahí se le apagó la luz.