El FMI eleva al 2,9% el crecimiento de España y ve una "inesperada resiliencia" global
En el último año, la institución ha revisado en ocho décimas al alza el crecimiento del PIB español para 2025. Un contexto internacional mejor del previsto influye, aunque España destaca por segundo año entre las economías avanzadas
Logo del Fondo Monetario Internacional. (Reuters / Benoit Tessier).
Las proyecciones de octubre del Fondo Monetario Internacional publicadas este martes incluyen una nueva revisión al alza del crecimiento esperado para España tanto en 2025 como en 2026. Se trata del primer gran ejercicio que incorpora la revisión de la Contabilidad Nacional Anual del INE de septiembre, que evidenció un crecimiento tres décimas superior al estimado inicialmente para 2024, hasta el 3,5%, lo que produce un efecto arrastre positivo sobre este año.
En concreto, el FMI calcula que el PIB de España crecerá un 2,9% en 2025, cuatro décimas más que lo señalado en julio. Y un 2% en 2026, dos décimas más. Si se compara con el escenario que la institución preveía hace un año para España, en las proyecciones de octubre de 2024, la revisión es de ocho décimas al alza para 2025. De confirmarse un 2,9%, superaría la previsión actual del Gobierno, del 2,7% (elaborado antes de la revisión del INE), aunque el escenario del Ejecutivo para el próximo año sigue siendo algo más optimista, con un avance del 2,2%.
España lidera las proyecciones de crecimiento de las principales economías avanzadas por segundo año consecutivo en un contexto de incertidumbre geopolítica y comercial, en gran medida por la ganancia de población, el dinamismo del mercado laboral y del turismo. Las perspectivas también mejoran ligeramente para la eurozona, aunque seguirá teniendo un crecimiento bajo, del 1,2% en 2025, y la desaceleración respecto al año anterior es clara en EEUU, cuyo PIB crecería un 2% frente al previo 2,8%.
En general, el FMI revisa al alza las perspectivas de crecimiento de casi todos los países incluidos en el informe, lo que da como resultado un aumento de la proyección del crecimiento mundial de 0,2 puntos en el año en curso, hasta el 3,2%. Esto se debe a que la economía ha mostrado una “inesperada resiliencia” en la primera mitad del año, ya que se anticipaba una desaceleración rápida con el inicio de la guerra comercial que no se ha materializado.
De hecho, el ejercicio de proyecciones del FMI de abril fue bastante más pesimista que el actual. Según sus cálculos de entonces, el PIB mundial crecería un 2,8% este año y el volumen del comercio global se desaceleraría hasta el 1,7%, dos puntos menos que en 2024. Según explica el documento, el comportamiento de la primera mitad de 2025 ha sido más favorable por varios factores probablemente coyunturales y el volumen del comercio global crecerá finalmente un 3,6% este año, una décima más que el anterior.
En primer lugar, por las compras e inversiones adelantadas por las empresas en los tres primeros meses de 2025, antes de la entrada en vigor de los primeros aranceles entre marzo y abril, que han permitido tener inventarios a precios menores y provocar menos problemas en las cadenas de suministro. En segundo lugar, el impacto sobre los precios y sobre la actividad se ha visto moderado por la absorción inicial de las subidas de los bienes importados por parte de los márgenes corporativos y por las demoras en la implementación de gran parte de los aranceles, con prórrogas de meses decretadas por Trump para negociar con los países.
En cierto modo, el FMI retrasa el mayor impacto de los aranceles a 2026, con una desaceleración del comercio hasta el 2,3%, pero el crecimiento económico se mantendría aun así en un 3,1%. La institución advierte de que algunos datos recientes ya muestran mayor debilidad, especialmente los de inventarios, exportaciones y confianza de los consumidores en EEUU.
Respecto a la inflación, el FMI estima un 2,4% para España este año y un 2% para el próximo, en línea con la eurozona. También prevé que los precios del consumo desciendan en EEUU tres décimas respecto a 2024, hasta el 2,8%, a pesar de los aranceles y de que se observa un aumento claro en los precios de los bienes. El efecto se ha diluido no solo por la absorción en márgenes, sino también por la depreciación del dólar, pero el FMI advierte de posibles efectos retardados sobre los precios de consumo el próximo año, cuando las empresas logren repercutirlos en mayor medida.
Los aranceles restan productividad, pero la IA compensa
Por otra parte, el FMI advierte de que se está produciendo un “reordenamiento duradero del comercio internacional” que puede derivar en pérdidas permanentes de eficiencia si las economías no logran coordinarse. El documento argumenta que el freno al comercio y las cadenas de suministro globales ya está afectando la difusión tecnológica, reduciendo las ganancias de productividad en sectores manufactureros y tecnológicos.
Calcula que la productividad potencial global podría reducirse entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales entre 2025 y 2030 si persiste la fragmentación comercial y no se asignan de la manera más eficiente los factores productivos, pero la pérdida podría verse compensada por el desarrollo de la inteligencia artificial, cuya extensión aumentaría la productividad global en el mismo periodo entre 0,4 y 0,8 puntos porcentuales. No obstante, la mejora sería desigual por economías, beneficiando a las más avanzadas.
Las proyecciones de octubre del Fondo Monetario Internacional publicadas este martes incluyen una nueva revisión al alza del crecimiento esperado para España tanto en 2025 como en 2026. Se trata del primer gran ejercicio que incorpora la revisión de la Contabilidad Nacional Anual del INE de septiembre, que evidenció un crecimiento tres décimas superior al estimado inicialmente para 2024, hasta el 3,5%, lo que produce un efecto arrastre positivo sobre este año.