Es noticia
Tres de cada diez jóvenes se jubilarán después de los 67 años… por voluntad propia
  1. Economía
Proyecciones de pensiones

Tres de cada diez jóvenes se jubilarán después de los 67 años… por voluntad propia

Fedea calcula un aumento progresivo de las jubilaciones demoradas voluntarias explicado por el crecimiento de la esperanza de vida y el mayor nivel educativo de los trabajadores

Foto: Un grupo de mujeres en la plaza Mayor de Madrid. (EFE/Mariscal)
Un grupo de mujeres en la plaza Mayor de Madrid. (EFE/Mariscal)
EC EXCLUSIVO

La idea de que la edad de jubilación legal se retrase más allá de los 67 años a los que llegará en 2027 genera un rechazo generalizado en todas las edades, pero especialmente entre los jóvenes. Según la encuesta publicada recientemente por Funcas, el 91% de los españoles que actualmente tienen entre 18 y 30 años se muestran contrarios a que la edad de retiro ascienda a los 70 años, como ha sucedido en Dinamarca, y el porcentaje desciende un poco, hasta el 82%, entre los que ahora tienen más de 60 años.

Esta opinión de aparente aversión a trabajar más años de los que requiere la ley contrasta con las distintas proyecciones de gasto en pensiones, ya que todas ellas están elaboradas suponiendo que las jubilaciones demoradas voluntarias ganarán cada vez más protagonismo. Se trata de una tendencia que ya existe y que ha crecido en los últimos años, aunque está todavía muy lejos de llegar a las cifras que se esperan.

La última proyección en este sentido es la de Fedea, que en su trabajo Los efectos de la reforma de pensiones de 2021-23: Un análisis con el modelo MSSP-OLG estima que el 33,5% de los nacidos en los 2000 (la Generación Z) demorará la jubilación más allá de los 67 años. Además, la mayoría de ellos sebilaría una vez pasados los 70 años (el 29,8%). Aunque esta es la proyección que contempla el escenario más lejano, hasta la década de 2060, la elaborada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya apuntaba en la misma línea.

En su última opinión sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas a largo plazo, publicada en marzo de 2025, la AIReF estimaba que hasta un 30% de las altas de jubilación en 2035 serán demoradas. Este supuesto se basa en un análisis de los microdatos disponibles en la Muestra Continuas de Vidas Laborales para 2023 en el que la AIReF observa “cambios en el comportamiento”. Si se cumpliera esta proyección, el fenómeno ya se daría claramente entre los ocupados que pertenecen a la franja más joven de la generación del baby boom.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y la Comisión Europea (a través del Ageing Report) también incluyen un impacto moderado de la prolongación voluntaria de la vida laboral en España, aunque no detallan tan claramente qué porcentaje de las altas llegarán a ser demoradas. En cualquier caso, todos los ejercicios coinciden en la tendencia.

Tras un estancamiento del peso de las jubilaciones demoradas hasta 2021 por debajo del 5%, en 2022 se produjo un aumento de seis décimas, coincidiendo con la entrada en vigor de la reforma que incentiva el retraso voluntario a cambio de mayor pensión inicial. En 2023, el peso se elevó hasta el 8,1%; en 2024 al 9,3% y el último dato publicado, referido a agosto de 2025, muestra un crecimiento adicional hasta el 11,3%.

En paralelo, ha habido una caída en las jubilaciones anticipadas, pasando de ser el 39% de las altas en 2021 al 27,2% en agosto de 2025, cambio que coincide con las mayores penalizaciones introducidas en la reforma en 2022. La estimación de Fedea es que la ratio caiga hasta el 23,7% para las altas de jubilación de la Generación Z. Aparentemente, la reducción de las jubilaciones anticipadas y aumento de las demoradas debería ahorrar gasto en pensiones, pero la AIReF estima que el efecto se neutraliza con los incentivos económicos que se cobran por retrasar voluntariamente.

Motivos para querer retrasar la jubilación

Para la AIReF, los datos de la jubilación demorada “parecen indicar que el impacto de la reforma sobre el comportamiento de los individuos continúa ampliándose”. En Fedea son más escépticos y atribuyen el cambio de comportamiento a cuestiones culturales, no a la reforma de pensiones. “El principal factor que explica esta predicción del modelo es el notable incremento de la esperanza de vida que recogen las proyecciones demográficas de Eurostat”, señalan.

Esto se debe a que la mayor longevidad esperada "exige una mayor acumulación de ahorro para afrontar una etapa más prolongada de jubilación", además, incentiva la jubilación demorada porque la prima por demora se disfruta durante más tiempo. También empuja en la misma dirección el incremento del nivel educativo de la población, con el consiguiente aumento del peso relativo de los trabajadores más educados, que tienden a optar por salidas más tardías del mercado de trabajo.

La encuesta de Funcas también refleja que las características demográficas influyen en la decisión sobre la jubilación. Cuando se pregunta a los encuestados españoles de entre 18 y 75 años si les gustaría trabajar más allá de los 67, solo el 15% se muestra favorable, pero el porcentaje asciende al 25% entre los hombres con estudios universitarios. Otra señal de que el fenómeno es al menos parcialmente independiente de la reforma de pensiones es que la tendencia a retrasar el retiro voluntariamente se está dando también en el resto de países europeos.

Foto: gobierno-jubilados-vuelta-trabajo-real-decreto

Un motivo adicional que puede estar detrás de la aparente contradicción entre la tendencia a la demora voluntaria y el rechazo a subir la edad legal de jubilación es que conforme se acerca el retiro o incluso cuando ya se está disfrutando, cambia la perspectiva respecto al trabajo. La encuesta de Funcas pregunta a los jubilados cuál es su opinión respecto a reincorporarse a la vida laboral y el 29% responden favorablemente que estarían dispuestos.

Este dato se puede explicar, según señaló la autora del estudio, Elisa Chuliá, porque la percepción se transforma con la situación vital de cada momento y tras unos meses de inactividad laboral, si se disfruta de buena salud, puede surgir una intención de vuelta al menos parcial a algún tipo de ocupación. Por el momento, la tendencia a querer trabajar más años está motivada por cuestiones más voluntarias que de necesidad, ya que las pensiones españolas son de las más generosas de la UE (la tasa de reemplazo respecto al último salario supera el 80%) y han mantenido el poder adquisitivo con las revalorizaciones anuales.

La idea de que la edad de jubilación legal se retrase más allá de los 67 años a los que llegará en 2027 genera un rechazo generalizado en todas las edades, pero especialmente entre los jóvenes. Según la encuesta publicada recientemente por Funcas, el 91% de los españoles que actualmente tienen entre 18 y 30 años se muestran contrarios a que la edad de retiro ascienda a los 70 años, como ha sucedido en Dinamarca, y el porcentaje desciende un poco, hasta el 82%, entre los que ahora tienen más de 60 años.

Pensiones Seguridad Social Empleo
El redactor recomienda