Ni criptomonedas ni vivienda: la inversión más rentable que puedes hacer hoy es la misma que hace 1.000 años
Siempre que la inestabilidad o la incertidumbre sacude a los mercados, ocurre lo mismo. Por ello, este activo lleva miles de años considerándose un refugio
Todo hace indicar que estamos viviendo una nueva 'fiebre del oro' (Freepik)
En un momento en el que las criptomonedas, las startups y los precios de la vivienda concentran titulares, hay un activo que ha superado a todas las alternativas modernas en rentabilidad. Su precio se ha disparado en 2025 y los inversores lo consideran la mejor forma de proteger su patrimonio frente a la incertidumbre global.
El valor de este activo ha alcanzado los 3.649 dólares por onza, como señala The Wall Street Journal. Esto supone un incremento del 39% en lo que va de año, la mayor escalada desde 1979. El fenómeno está ligado a la debilidad del dólar, la presión inflacionaria y la inestabilidad política que sacude la economía internacional.
La tendencia no responde a un hundimiento bursátil, sino a la necesidad de cobertura frente a riesgos imprevisibles. En este escenario, los inversores buscan seguridad en un recurso que lleva miles de años funcionando como símbolo de protección patrimonial.
El oro, protagonista de 2025
El activo en cuestión, como no podía ser de otro modo, es el oro, que ha regresado con fuerza a la primera línea de las inversiones. Los bancos centrales han sido claves en este impulso, tras tres años de compras constantes, junto con la creciente demanda en China y el renovado interés en Occidente.
En Estados Unidos, los fondos cotizados respaldados por oro han incrementado su patrimonio en un 43% desde enero, mientras los hedge funds han concentrado gran parte de sus posiciones en este metal. El mensaje del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre posibles recortes de tipos de interés ha actuado como detonante adicional.
El valor del refugio
El auge del oro trasciende a los grandes fondos de inversión. En Londres, las bóvedas privadas están ampliando su capacidad ante el aumento de particulares que buscan seguridad física en lingotes. También crece el número de personas que venden joyas para transformarlas en oro fundido, convencidos de que el valor reside en el material.
Aunque algunos expertos advierten que un repunte sólido del dólar o una mejora estable de la economía de EEUU podrían enfriar esta tendencia, la mayoría considera que el oro seguirá siendo la inversión más atractiva mientras persistan los riesgos inflacionarios y los conflictos geopolíticos.
En un momento en el que las criptomonedas, las startups y los precios de la vivienda concentran titulares, hay un activo que ha superado a todas las alternativas modernas en rentabilidad. Su precio se ha disparado en 2025 y los inversores lo consideran la mejor forma de proteger su patrimonio frente a la incertidumbre global.
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