l PIB de la eurozona creció un pírrico 0,8% en 2024 y sufrirá para superar el 1% en los tres próximos años, de acuerdo con las previsiones del Banco Central Europeo. El continente sigue inmerso en una larga crisis de crecimiento que, con algunos altibajos, dura ya casi dos décadas, desde el inicio de la crisis financiera. Europa no encuentra la fórmula para salir de este círculo vicioso; o tal vez ya la tenga y no sepa cómo aplicarla. O tal vez, ni quiera.

Observatorio Económico
Ahora o nunca
Europa necesita ambición para recuperar el crecimiento económico
El escenario económico de Europa era malo antes de Trump, y ahora es aún peor. Pero Europa tiene una oportunidad para reaccionar y poner en marcha las reformas estructurales que funcionan.
Dirigen la mesa:

Carlos Sánchez
Director adjunto de El Confidencial

Manuel Aguilera
Director general de MAPFRE Economics
Ponentes:

Judith
Arnal
Investigadora senior de CEPS y del Real Instituto Elcano

José Manuel González-Páramo
Pdte. del Consejo de Admin. del European DataWarehouse

Alejandra
Kindelán
Presidenta de la AEB

Gloria
Hernández
Consejera indep. de DIA y dir. general del Tesoro Público (1999-2003)

Ángel
de la Fuente
Director ejecutivo de Fedea

“Europa tiene que ser ambiciosa para buscar el crecimiento”. Esta es una de las principales conclusiones de los expertos en la última edición del Observatorio Económico de El Confidencial y Mapfre. La cohesión social y el futuro del proyecto europeo está en juego si el continente no consigue recuperar el crecimiento económico y el progreso de los hogares.
No hay soluciones milagro, pero sí hay recetas que funcionan. Eso sí, exigen reformas estructurales y, en ocasiones, sacrificios. Los informes Draghi y Letta marcan el camino, pero las reformas llegan a cuentagotas.
Crecimiento anual de la eurozona y media de cinco años
Eurostat y proyecciones del BCE hasta 2027
Europa necesita urgentemente volver a crecer y el BCE podría echar una mano. Pero el mandato al que debe ajustar sus acciones es la estabilidad de precios. Y aquí hay poco margen. Según sus previsiones, el IPC se estabilizará en el 2% en 2027 y el IPC subyacente, en el 1,9%. Inflación y tipos de interés en el 2% son el santo grial para el BCE.
El eurobanco tiene motivos para confiar en la estabilidad de precios. Sin ir más lejos, porque lleva casi un año con el IPC oscilando en torno al 2% (con un margen de menos de medio punto al alza o a la baja).

Pero queda mucho por hacer, tanto en el frente comercial, como en las reformas internas. La fragmentación política en Europa y el auge de los partidos populistas frenan la agenda de reformas. El temor es que exigir esfuerzos a la población dé más fuerza a las posiciones extremistas. El ejemplo de Francia, con la caída de un primer ministro que proponía un ajuste fiscal para cumplir con las normas europeas, es el mejor ejemplo.
“Vivimos en un impasse político en las reformas estructurales que hacen falta para relanzar el crecimiento”, apunta Gloria Hernández, consejera del banco Sabadell y DIA. La fragmentación política y el auge de los extremismos genera un círculo vicioso: frena las reformas necesarias para crecer, con lo que la economía se deteriora más y crece el descontento que alimenta las recetas populistas.
Tipo de cambio del euro frente al dólar al cierre mensual
Los expertos celebran que Alemania haya cambiado el paso después de verle las orejas al lobo. La invasión de Ucrania reveló la debilidad de la economía germana y el aislamiento de EEUU reveló su debilidad defensiva. “El programa de inversiones alemán es muy importante para Europa”, señala José Manuel González-Páramo, presidente del Consejo de Administración de European DataWarehouse. Y, lo que es más importante, sus políticas en favor del crecimiento pueden impregnar las decisiones de la Comisión Europea.

El punto débil es Francia, cuya inestabilidad interna dificulta que pueda tener una posición sólida a nivel europeo. “La situación de Francia es preocupante. El último año que tuvo superávit fiscal fue en 1974. Hasta ahora sostenía su deuda con costes financieros bajos, pero eso ha cambiado y eso es un problema”, explica Judith Arnal, Investigadora senior del Center for European Policy Studies y del Real Instituto Elcano. La debilidad del eje franco-alemán es un lastre para el avance europeo.
Inversión productiva en maquinaria y equipo como porcentaje del PIB
01. Alemania
02. España
03. Francia
“Hay mucho que podemos seguir haciendo y no hay tiempo que perder”, coinciden los participantes del Observatorio Económico. Para ello, es necesario que se imponga en Europa una sensación de ‘urgencia por el crecimiento’. El Banco Central Europeo está insistiendo a los gobiernos que adopten una política económica y fiscal que favorezca el crecimiento y la creación de empleo. Ya no es una cuestión económica, sino del futuro político y social de Europa.
REFORMAS EN ESPAÑA
La situación es aparentemente distinta en España, al menos en los principales indicadores macroeconómicos, pero los expertos inciden en la falta de reformas estructurales. El PIB creció en la primera mitad de 2025 a un ritmo del 2,8%, muy por encima de la media de la eurozona, inferior al 1%, y de las proyecciones de hace un año para estas fechas. El año 2024 también cerró con un dato superior a lo esperado, el 3,2%.
Sin embargo, sigue tratándose de un avance más extensivo que intensivo, según señala Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea. Es decir, un crecimiento impulsado más por el aumento de la población y del mercado de trabajo que por una elevación notable del PIB per cápita, aunque también ha crecido ligeramente. Ante este escenario, la duda es si España experimenta “vientos de cola” en su crecimiento o si se está produciendo un cambio de modelo, alentado por factores estructurales nuevos.

Los expertos del observatorio optan más por la primera opción, aunque con matices. Alejandra Kindelán señala que la energía más barata y el turismo están marcando una buena parte del diferencial con la UE. La inversión privada está mejorando, pero “los marcos regulatorios siguen siendo rígidos”, según Kindelán, por lo que cuestiona si la mejora será sostenible en el tiempo sin reformas que impulsen la competitividad empresarial. Entre 2021 y 2023, el crecimiento del PIB estuvo impulsado por el consumo público y el sector exterior, pero ya en 2024, y especialmente en 2025, los motores de los años anteriores se han ido agotando, dejando paso al consumo de los hogares y a la inversión.
La composición del crecimiento de España
En opinión de Arnal, la contribución de la formación bruta de capital al crecimiento el PIB en el primer y en el segundo trimestre “da esperanzas” a un cambio más estructural en el patrón de crecimiento, aunque coincide en que “estamos pecando de que toda la reforma de la competitividad se tenga que hacer a nivel europeo”. Por ello, pide “un gran Pacto de Estado por la competitividad”.
Por otra parte, los expertos coinciden en que una parte de las reformas legislativas aprobadas en los últimos años, como la Ley de Vivienda, van “en contra” de la mejora de los problemas de fondo y se muestran poco optimistas ante un eventual acuerdo para unos nuevos presupuestos generales del Estado en 2026.

“Tenemos varios problemas estructurales gordos y hay una connivencia absoluta de la Comisión Europea con reformas no hechas para recibir los fondos Next Generation y con medidas cerradas en falso, como la de las pensiones”, señala De la Fuente. Los participantes en el Observatorio Económico coinciden en que estos fondos europeos han sido una oportunidad perdida para transformar la economía española, más allá de que su ejecución esté teniendo un impacto positivo puntual en el crecimiento.


