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La UE abre de par en par la entrada de productos industriales y agrícolas de EEUU
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EUROPA RETROCEDE EN AVANCES MEDIOAMBIENTALES

La UE abre de par en par la entrada de productos industriales y agrícolas de EEUU

El acuerdo firmado el mes pasado va mucho más allá de lo conocido. Supone que Europa abre sus mercados a productos de EEUU sin que estos tengan que pagar arancel alguno. También se rebajan las normas medioambientales

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Comisión Europea/DPA/Fred Guerdin)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Comisión Europea/DPA/Fred Guerdin)
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Casi un mes después del acuerdo arancelario entre EEUU y Bruselas comienzan a conocerse los detalles de lo pactado, y hay algunas sorpresas. La principal aparece en una declaración conjunta conocida este jueves (ver el texto) por el que la Unión Europea se compromete a eliminar los aranceles de todos los productos industriales procedentes de EEUU, mientras que, al mismo tiempo, se otorga acceso preferencial al mercado europeo para una amplia gama de productos agrícolas y pesqueros estadounidenses. En concreto, frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, semillas para plantar, aceite de soja y carne de cerdo y bisonte.

La contrapartida no es la apertura del comercio estadounidense, como es habitual en términos de reciprocidad, sino que, por el contrario, Washington, como se conocía, ha arrancado la imposición de un arancel techo del 15% que pagarán los exportadores europeos sin recibir nada a cambio. En ningún caso, de acuerdo al principio de nación más favorecida (NMF), no podrán ser superiores para los productos que son más difíciles de sustituir para EEUU, como los recursos naturales (incluido el corcho), las aeronaves y sus componentes, los productos farmacéuticos genéricos y sus ingredientes, y los precursores químicos. De acuerdo con las normas de la OMC, el principio de nación más favorecida significa que una ventaja negociada con un país o un bloque debe ampliarse a todos los socios comerciales

La apertura del mercado europeo, como ya adelantó la presidenta de la Comisión Europea durante su encuentro con Donald Trump en Escocia, no para ahí. Europa, en concreto, se compromete a eliminar las barreras no arancelarias impuestas a los productos energéticos procedentes de EEUU, lo que facilitará la adquisición de hasta 750.000 millones de dólares hasta 2028. Es decir, en apenas tres años. Por si esto fuera poco, la Unión Europea se compromete a adquirir (‘pretende comprar’ en el lenguaje diplomático) chips de inteligencia artificial estadounidenses por un valor mínimo de 40.000 millones de dólares para sus centros de computación. Y lo que no es menos relevante, la Unión Europea también se compromete a lo que la declaración conjunta denomina ‘adoptar y mantener requisitos de seguridad tecnológica acordes con los de EEUU’. Lo que no explica el acuerdo es cómo se articularán las compras, ya que son decisiones empresariales, salvo que se trate de compañías públicas.

Foto: la-ue-cierra-el-acuerdo-formal-con-eeuu-para-un-arancel-general-del-15

Lo que se pretende, en este caso, es “evitar la fuga de tecnología a destinos preocupantes”. El comunicado no cita a China, pero es obvio que el objetivo es alejar a las empresas tecnológicas chinas de Europa. El acuerdo, de hecho, compromete a ambas partes a negociar un acuerdo de reconocimiento mutuo en materia de ciberseguridad.

Las llamadas barreras no arancelarias son las normas que aprueban los Estados para impedir la entrada de bienes y servicios del exterior. Y aunque son poco conocidas, la atención se suele poner en los aranceles, son cada vez más relevantes, como ponen de relieve los informes de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En este caso, lo que establece el acuerdo entre EEUU y la UE es que ambos se comprometen a “colaborar para reducir o eliminar las barreras no arancelarias, en particular, en el sector automotriz". Ambos países tienen la intención de “aceptar y reconocer mutuamente sus normas”, dice la declaración conjunta.

Normas menos exigentes

Esto es especialmente relevante debido a que una de las causas de la escasa penetración de los automóviles de EEUU en Europa son, precisamente, ciertos estándares, como los medioambientales, lo que significa que en el futuro, cuando se unifiquen las normas, el mercado del automóvil de EEUU tendrá muchas más facilidades para entrar en los mercados europeos. Las normas europeas, como se sabe, son más exigentes que las de EEUU en términos medioambientales, lo que significa que ahora tenderán a igualarse a la baja. “La cooperación en materia de normas desempeña un papel crucial en el fortalecimiento del mercado transatlántico”, dice el acuerdo.

El recorte no sólo afectará a la industria del automóvil, donde Trump tiene un buen caladero de votos, sino que también se aplicará a la agricultura, donde también el presidente de EEUU tiene muchos seguidores. La declaración conjunta obliga a derribar las barreras no arancelarias que afectan el comercio de alimentos y productos agrícolas, incluida la simplificación de los requisitos para los certificados sanitarios para la carne de cerdo y los productos lácteos. Es decir, se habilita otra vía para que entren más productos en Europa con normas menos exigentes, por ejemplo, en la utilización de productos fitosanitarios. En este sentido, se cita expresamente el caso de las normas de deforestación europea, y que la Administración Trump quiere debilitar.

Así, el acuerdo compromete a Europa a trabajar para abordar “las preocupaciones de los productores y exportadores estadounidenses con respecto al Reglamento de Deforestación de la UE, con miras a evitar un impacto indebido en el comercio entre los EEUU y la UE”. O expresado de otra forma, también las normas contra la deforestación se verán revisadas a la baja para facilitar la entrada de productos procedentes de EEUU.

El actual reglamento contra la deforestación establece obligaciones para aquellas empresas que comercializan ganado bovino, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera en el mercado de la UE. Lo que pretendía el reglamento era minimizar la contribución de Europa a la deforestación mundial y la degradación forestal, así como las emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora será revisado a la baja.

Diligencia empresarial

En esta línea, otra de las concesiones de Europa tiene que ver con las directivas sobre diligencia corporativa en materia de sostenibilidad y en relación con la presentación de informes de sostenibilidad corporativa. A lo que se ha comprometido Europa es a reducir la carga administrativa de las empresas, incluidas las pymes, y proponer cambios en el requisito de un régimen armonizado de responsabilidad civil por incumplimiento de la diligencia debida y en las obligaciones relacionadas con la transición climática. La Unión Europea, es más, se compromete a trabajar para abordar “las preocupaciones de EEUU respecto a la imposición de requisitos de diligencia debida”, no sólo a las estadounidenses, sino también a las compañías de países no pertenecientes a la UE con regulaciones relevantes de “alta calidad”.

La directiva de diligencia debida obliga a las empresas a vigilar las actividades de sus filiales en el extranjero en cuestiones como los derechos humanos, la explotación laboral o el medio ambiente, incluso a sus socios comerciales, aunque no tengan relación accionarial. Es decir, de nuevo, esos estándares serán rebajados.

En materia de servicios, el compromiso es que ambas partes abordarán, aunque sin precisar, lo que denominan las barreras injustificadas al comercio digital. En este caso, quien vuelve a comprometerse es la UE, que “no adoptará ni mantendrá tarifas por el uso de la red”. Es más, hay un compromiso de no imponer aranceles aduaneros a las transmisiones electrónicas, algo que preocupa especialmente a las grandes tecnológicas europeas. La protección de las grandes tecnológicas ha sido una constante desde la llegada de Trump al poder, hasta el punto de que en ocasiones ha amenazado a Bruselas si impone sanciones o pone trabas.

La última concesión tiene que ver con el compromiso adquirido por los europeos, ya conocido, de invertir 600.000 millones de dólares adicionales en sectores estratégicos de EEUU hasta 2028, en particular en equipamiento militar. La declaración conjunta lo relaciona con la OTAN en aras de que los “aliados europeos cuenten con las tecnologías de defensa más avanzadas y fiables disponibles". Eso sí, de origen estadounidense.

Casi un mes después del acuerdo arancelario entre EEUU y Bruselas comienzan a conocerse los detalles de lo pactado, y hay algunas sorpresas. La principal aparece en una declaración conjunta conocida este jueves (ver el texto) por el que la Unión Europea se compromete a eliminar los aranceles de todos los productos industriales procedentes de EEUU, mientras que, al mismo tiempo, se otorga acceso preferencial al mercado europeo para una amplia gama de productos agrícolas y pesqueros estadounidenses. En concreto, frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, semillas para plantar, aceite de soja y carne de cerdo y bisonte.

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