España es el segundo país europeo con mayor caída del salario real en la crisis inflacionista
Desde el año 2021 el salario por hora ha subido un 15% en los últimos cuatro años, pero los precios acumulan un incremento del 20% en este periodo. Sólo Italia registra peores datos
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España es líder en creación de empleo, pero está a la cola en evolución de los salarios. Desde que comenzó la crisis inflacionista, en el año 2021, los salarios reales han caído un 4%. Sólo hay un país del euro con peor balance: Italia. En el conjunto de la eurozona, los salarios acumulan una pérdida de poder adquisitivo durante la crisis inflacionista del 3%, un punto mejor que en España.
Eurostat publicó el martes la estadística armonizada de coste laboral correspondiente al primer trimestre del año. En España, el ritmo de los salarios contrasta con el de creación de empleo, aunque realmente son dos caras de la misma moneda. El país está creando mucho empleo, pero con protagonismo de sectores de bajo valor añadido y sin mejoras de la productividad, por lo que las remuneraciones no mejoran.
En el boom del empleo que vive España destacan los sospechosos habituales de la economía española: hostelería, comercio, logística, construcción… Este efecto composición no ayuda a la mejora del salario medio de la economía.
Y eso a pesar de que el comportamiento de los salarios en estos sectores de menor valor añadido ha sido mejor que la media europea. Por ejemplo, en el comercio, por ejemplo, los salarios han subido tanto como la inflación, un 20%, por lo que no hay pérdida de poder adquisitivo. Y en la hostelería, la pérdida de capacidad de compra se limita al 1,7%. Es probable que la mayor presencia de trabajadores que cobran el salario mínimo interprofesional (SMI) haya ayudado a mejorar las retribuciones en estos sectores.
Las subidas del SMI han reducido la brecha salarial entre los más bajos y los altos. Sin embargo, la situación de las clases medias no ha mejorado con las medidas introducidas por el Gobierno. Los salarios siguen sin recuperar el poder de compra perdido y eso a pesar de que la inflación acumulada en España es inferior a la media europea. En concreto, desde 2021, la inflación de España ha sido del 20% frente al 20,5% del área del euro.
Uno de los motivos que explica el retraso de los salarios en España es la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores públicos. Según los datos de Eurostat, en estos cuatro años han perdido casi un 7% de poder adquisitivo, frente a un descenso del 5% en el conjunto de la eurozona. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, firmaron con el Gobierno un convenio que permitía una subida salarial inferior a la inflación, pese al rechazo de CSIF. Los trabajadores públicos todavía tienen pendiente la última de las subidas pactadas correspondientes a 2024 y la negociación de un nuevo acuerdo marco.
Si se excluye el empleo público, el salario por hora ha aumentado un 16,7% desde el primer trimestre de 2021. Aún así, los salarios privados siguen siendo inferiores a la inflación acumulada en este periodo, pero la brecha con el conjunto de la eurozona se reduce a medio punto. Esto es, la evolución de los salarios en las empresas sí ha sido similar a la de la eurozona.
Los salarios en España perdieron mucho poder adquisitivo en 2022, el año de la gran inflación. A partir de 2023, comenzaron a recuperar una parte de esa caída, pero la mejora se frenó a mediados de 2024. Los salarios nominales han seguido subiendo, pero la inflación se está comportando algo peor en España. En el último año, los salarios han subido un 3,5% nominal, en línea con la media de la eurozona; pero los precios se han incrementado un 2,8%, medio punto más. El resultado es que la evolución de los salarios reales en los últimos meses sigue siendo peor en España que en la eurozona.
La explicación está en que el crecimiento que está registrando España se asienta sobre una elevada demanda de servicios que genera tensiones inflacionistas. Sin ir más lejos, la hostelería está aprovechando la llegada de viajeros nacionales y extranjeros para elevar sus tarifas hasta niveles récord.
El resultado es que el crecimiento económico de España genera mucho empleo, pero dificulta el control de la inflación. Por el contrario, la subida de los salarios se está frenando, lo que frena la recuperación del poder adquisitivo.
Todos estos factores provocan que España sea el segundo país que más poder adquisitivo salarial ha perdido desde el inicio de la crisis inflacionista. Se da así la paradoja de que España crece mucho, pero una buena parte de la población no percibe esta mejoría. Quienes salen del paro o los inmigrantes que llegan y encuentran un empleo capitalizan los resultados del modelo de crecimiento del país, pero quienes ya estaban en el mercado laboral lo que han visto es cómo su economía real se deterioraba.
España es líder en creación de empleo, pero está a la cola en evolución de los salarios. Desde que comenzó la crisis inflacionista, en el año 2021, los salarios reales han caído un 4%. Sólo hay un país del euro con peor balance: Italia. En el conjunto de la eurozona, los salarios acumulan una pérdida de poder adquisitivo durante la crisis inflacionista del 3%, un punto mejor que en España.