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La edad media en Europa roza ya los 45 años y algunos países están cerca de los 50
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DEMOGRAFÍA EN LA UE

La edad media en Europa roza ya los 45 años y algunos países están cerca de los 50

El envejecimiento de la población por falta de nacimientos es un proceso imparable. Los últimos datos de Eurostat muestran con crudeza esta tendencia. La edad media crece y a partir de 2026 la población comenzará a descender

Foto: Niños juegan en un parque infantil. (Europa Press)
Niños juegan en un parque infantil. (Europa Press)
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El imparable proceso de envejecimiento de Europa no descansa. Muy al contrario, avanza y avanza sin que se vislumbre un cambio de tendencia. No se trata, desde luego, de un fenómeno nuevo, pero los datos más recientes de Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea (UE), sugieren una aceleración que se manifiesta en un dato que no admite discusión: la edad mediana de los europeos (hombres y mujeres) se sitúa ya en 44,7 años. Esto significa, ya que se trata de la mediana, no de la media, que la mitad de la población de la UE tenía el año pasado más de 44,7 años, mientras que la otra mitad era más joven.

Ahora bien, en algunos países, como los del sur del Mediterráneo, incluida España, se supera con creces esa frontera. El caso más significativo es el de Italia, donde la mediana se sitúa en 48,7 años, ya muy cerca de los 50. Otros países, como Portugal, Bulgaria, Grecia y España, superan ampliamente los 45 años, lo que da idea de que se trata de un fenómeno general. Solo Irlanda se sitúa ya por debajo de los 40 años.

Esto significa que, en apenas una década, la edad mediana en la Unión Europea se ha incrementado en 2,2 años pese a que la entrada de inmigrantes en ese periodo, en particular en países como Alemania, Francia y España, que han sido los principales receptores de los flujos migratorios, ha rejuvenecido la población. En el caso de España, la población ha crecido en los últimos veinte años en 6,1 millones de personas a causa de la entrada de inmigrantes.

Eurostat, y como consecuencia de estos cambios demográficos, estima que ya el 21,6 % de la población europea (449 millones de personas en 2024) tiene 65 años o más, pero es que en 2100, si no se produce un cambio de tendencia, el 32,5 % de los europeos, uno de cada tres, tendrá ya una edad superior a la anterior barrera para acceder a la jubilación en España: 65 años. El proceso de envejecimiento es tan acelerado, ligado a los incrementos de longevidad, que Eurostat prevé que la proporción de personas de 80 años o más en la población de la UE se multiplique por 2,5 entre 2024 y 2100, pasando del 6 % al 15 %. Muy al contrario, la proporción de niños y adolescentes menores de 15 años continúa disminuyendo y, en 20 años, ha pasado de representar el 16,2 % al 14,6 %.

Población y vida laboral

Debido a ello, la tasa de dependencia, que mide la relación entre el número de personas más jóvenes y las de mayor edad, tenderá claramente a empeorar. En la actualidad, hay una relación de tres jóvenes en edad laboral por cada mayor de 65 años; sin embargo, si se compara el número de jóvenes con quienes están en edad de trabajar (entre 15 y 64 años), el resultado es bien distinto. En 2024, según Eurostat, fue del 56,8 % en la UE, lo que indica que había aproximadamente dos personas en edad laboral por cada persona dependiente. La tasa más baja entre los países de la UE en 2024 se observó en Malta (44,3 %) y la más alta en Francia (62,3 %).

La principal causa del envejecimiento de la población, además de la mayor longevidad, tiene que ver con el desplome de la tasa de fecundidad, que ya se sitúa por debajo del nivel de reemplazo. Es decir, mueren más personas de las que nacen, lo que ha sido compensado por la entrada de migrantes, aunque no en todos los países. En 2023, la tasa global de fecundidad en la UE se situó en 1,38 nacidos vivos por mujer, una cifra inferior a la de 1,44 en 2003 y por debajo del nivel de reemplazo de 2,1, en el que una población se considera estable.

Este flujo, sin embargo, tenderá con el tiempo a resultar insuficiente y Eurostat, a partir de las últimas proyecciones, estima que la población de la Unión Europea seguirá aumentando hasta alcanzar el año próximo un pico de 453,3 millones de personas. A partir de 2026, sin embargo, comenzará una disminución gradual hasta alcanzar los 419,5 millones de personas para 2100. Es decir, alrededor de 50 millones de habitantes menos que el año pasado. Pero con una diferencia: la edad media será sensiblemente más elevada.

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Un hecho muy relevante y significativo en términos políticos, ya que influye en la toma de decisiones en la Unión Europea, es la concentración de la población en pocos países. Esto siempre ha ocurrido, pero ahora de forma más acentuada. Alemania, Francia, Italia, España y Polonia representan el 66 % de la población de la UE, mientras que en el otro extremo están Malta (563 000 habitantes), Luxemburgo (672 000) y Chipre (934 000). Cabe destacar que 19 países de la UE muestran aumentos de población, pero ocho viven ya su particular invierno demográfico con caídas de la población.

Durante los últimos 20 años, los mayores aumentos de población en términos absolutos corresponden a Francia y España, ambos con 6,1 millones, mientras que las mayores caídas se observan en Rumanía (−2,5 millones), Polonia (−1,6 millones) y Bulgaria (−1,3 millones). Es decir, son los países del Este los más afectados por la pérdida de población.

En cuanto al género, Eurostat estima que el año pasado había 229 millones de mujeres y 220 millones de hombres en la Unión Europea, con una clara tendencia a estrecharse esa diferencia. Entonces, había más mujeres que hombres en todos los países de la UE, excepto Malta, Suecia, Luxemburgo y Eslovenia. La proporción más alta se registró en Letonia, donde nada menos que hay un 15,5 % más de mujeres que de hombres.

El imparable proceso de envejecimiento de Europa no descansa. Muy al contrario, avanza y avanza sin que se vislumbre un cambio de tendencia. No se trata, desde luego, de un fenómeno nuevo, pero los datos más recientes de Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea (UE), sugieren una aceleración que se manifiesta en un dato que no admite discusión: la edad mediana de los europeos (hombres y mujeres) se sitúa ya en 44,7 años. Esto significa, ya que se trata de la mediana, no de la media, que la mitad de la población de la UE tenía el año pasado más de 44,7 años, mientras que la otra mitad era más joven.

Encuesta de Población Activa (EPA) Eurostat Edad Media
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