"Rebalanceo" y no "represalias": la UE asume que ciertos aranceles de Trump están para quedarse
El Ejecutivo comunitario sigue negociando con el equipo de Trump pero asume ya que una parte de los aranceles probablemente sea estructural
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La Comisión Europea presentó la semana pasada un paquete de respuesta a los aranceles generales anunciados el 2 de abril, denominado “Día de la Liberación” por parte de la administración estadounidense. Actualmente, esos gravámenes generales del 20%, que, según cálculos del Ejecutivo comunitario, junto con los ya impuestos al acero, el aluminio y los coches, afectan al 70% de las exportaciones europeas a EEUU, se encuentran reducidos al 10% durante una fase de negociación de 90 días. Pero en Bruselas asumen ya que una parte de estos aranceles está para quedarse. Jamieson Greer, representante de Comercio de EEUU, ya ha señalado públicamente en la misma dirección. El asunto se abordará en la reunión de ministros de Comercio que se celebra este jueves en Bruselas.
Cuando se presentó ese paquete de respuesta, por valor de 95.000 millones de euros, muy inferior al impacto que se calcula que tienen los aranceles generales de Trump, las fuentes comunitarias insistieron mucho en un detalle: era un paquete de “rebalanceo” o “reequilibrio”, no de “represalia”. “La lista es una serie de productos sobre los que las medidas de Estados Unidos han alterado el comercio en el pasado. Y, en caso de que las cosas no vayan como queremos, que es un acuerdo ventajoso para las dos partes, es una lista donde vemos que es importante para reequilibrar el comercio", explicaron las fuentes comunitarias a la hora de explicar por qué no habían respondido “dólar por dólar” a los aranceles.
El objetivo, señalaban, ya no es que los aranceles empujen a la administración americana hacia la mesa de negociación, sino más bien intentar reequilibrar la situación en un nuevo status quo. Si originalmente la estrategia de la Comisión Europea era amenazar a Trump con una respuesta contundente para disuadir la imposición de aranceles, ahora se ha pasado a una estrategia más defensiva, de control de daños. Los acuerdos que está cerrando por ahora la administración americana, como ha ocurrido con el Reino Unido o con China, indican precisamente que la UE se dirige hacia el mismo escenario: un tipo mínimo del 10% parece imposible de esquivar. “No es una medida de presión, es una medida que probablemente vaya a ser estructural”, explica una fuente gubernamental.
Todo apunta, añaden, a que el 10% va a ser una pieza clave en la lógica del equipo de Trump de cara a la reforma fiscal que planean. Las fuentes apuntan a que el objetivo parece ser “obtener una recaudación adicional para compensar la reducción de impuestos de la reforma”. Aunque se trata de la mitad del nivel que anunció Trump el pasado 2 de abril, un tipo mínimo universal del 10% sería un cambio importante en el comercio transatlántico: hasta la llegada de Trump, el tipo arancelario medio de EEUU para los bienes procedentes de la UE era del 1,47%, y, por parte de la UE, para productos americanos, del 1,35%.
Si originalmente la estrategia de la Comisión Europea era amenazar a Trump, ahora se ha pasado a una estrategia de control de daños
En realidad, el hecho de que una parte de los aranceles vaya a ser estructural es algo que la Dirección General de Comercio lleva sospechando desde el primer momento. Había una parte de estrategia negociadora, pero había algo más. Poco después de aquel 2 de abril, en un encuentro de ministros de Comercio en Luxemburgo, el comisario europeo del ramo, Maros Sefcovic, ya apuntó en rueda de prensa que la Casa Blanca no ve los aranceles “como un paso estratégico” en la negociación, “sino como una corrección” de una injusticia pasada.
La Comisión Europea presentó la semana pasada un paquete de respuesta a los aranceles generales anunciados el 2 de abril, denominado “Día de la Liberación” por parte de la administración estadounidense. Actualmente, esos gravámenes generales del 20%, que, según cálculos del Ejecutivo comunitario, junto con los ya impuestos al acero, el aluminio y los coches, afectan al 70% de las exportaciones europeas a EEUU, se encuentran reducidos al 10% durante una fase de negociación de 90 días. Pero en Bruselas asumen ya que una parte de estos aranceles está para quedarse. Jamieson Greer, representante de Comercio de EEUU, ya ha señalado públicamente en la misma dirección. El asunto se abordará en la reunión de ministros de Comercio que se celebra este jueves en Bruselas.