Trump pone a EEUU camino de la recesión: su PIB se contrajo un 0,3% en el primer trimestre
Sufrió una contracción superior a la que esperaban los analistas. Además, los datos de empleo del mes de abril muestran un deterioro aún mayor tras el 'día de la liberación'
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Mal dato y peor de lo previsto por los analistas. La publicación del PIB del primer trimestre muestra claramente el impacto negativo de la guerra comercial sobre la economía estadounidense. El PIB sufrió una contracción del 0,3% anualizado, lo que equivale a una caída del 0,1% trimestral (que es como miramos las variaciones en Europa), según el dato adelantado por la Oficina de Análisis Económico.
Ya no hay excusas: la primera potencia mundial ha sufrido una brusca ralentización, ya que estaba creciendo a un ritmo del 2,4% antes de la toma de posesión de Donald Trump. Ahora está cayendo un 0,3%, siendo ésta la primera contracción del PIB estadounidense de los últimos tres años.
El consenso de mercado recogido por Bloomberg ya anticipaba una caída del PIB, pero el dato final ha sido una décima peor del esperado. El principal componente negativo en el primer trimestre del año fueron las importaciones, por el efecto anticipación que realizaron muchas empresas antes de la entrada en vigor de los aranceles. Enero y febrero registraron un incremento de la llegada de mercancías, una cuantía que se resta directamente en el cálculo del PIB. La exportación neta de bienes y servicios restó 4,8 puntos al PIB anualizado, uno de los peores datos de la serie histórica.
La demanda interna todavía mantuvo el tipo a pesar del aumento de la incertidumbre, lo que será la tabla de salvación a la que agarrarse para Donald Trump, presidente de EEUU. El consumo de los hogares aporto 1,2 puntos al PIB anualizado (0,3 trimestral), pero antes de la llegada de Trump estaba aportando al 2,7%.
Pero el principal factor de crecimiento de la demanda interna fue el aumento de las compras y la inversión de las empresas para adelantarse a la llegada de los aranceles. La variación de existencias aportó 2,3 puntos al PIB y la inversión productiva (FBCF), otros 1,3 puntos adicionales.
Por si fuera poco, el dato adelantado del primer trimestre del año también muestra una subida de los precios más rápida de lo previsto. La inflación general subió un 3,7% y la subyacente, un 3,5% anualizadas. Datos que azuzan el miedo a que los aranceles generen una espiral inflacionista en el país, complicando más la situación macroeconómica.
Estos datos no recogen el impacto de la gran ofensiva arancelaria de Trump, la del Día de la liberación, que fue el 2 de abril. Es posible que el efecto anticipación de las importaciones genere un impacto positivo en el PIB del segundo trimestre, pero la demanda interna está dando señales de debilidad más serias. La creación de empleo privado de abril sufrió un frenazo desde 147.000 nuevos empleos de marzo hasta 62.000. Un dato peor del que esperaban los expertos, y que ascendía a 115.000 empleos nuevos.
Antes de la llegada de Trump, EEUU estaba creando cerca de 200.000 empleos mensuales (promedio del cuarto trimestre de 2024). La ralentización llegó ya en el primer trimestre, con una media de 139.000 nuevos empleos al mes, y el cuarto trimestre ha comenzado con un frenazo hasta los 62.000 nuevos empleos. "Inquietud es la palabra del día", publicó Nela Richardson, economista jefe de ADP, en la nota con los resultados, "los empleadores están intentando conciliar la política y la incertidumbre del consumidor con una serie de datos económicos que, en su mayoría, han sido positivos".
La publicación de todos estos datos ha provocado una reacción inmediata de los mercados. Las bolsas europeas llegaron a registrar caídas próximas al 2% minutos después de las cifras del PIB y Wall Street registró un descenso un poco superior. Los inversores tienen cada vez más datos sobre el impacto negativo de la guerra comercial sobre el crecimiento económico y sobre la inflación.
La confianza del consumidor sigue en plena contracción a pesar de la pausa en la guerra comercial. Según The Conference Board, el sentimiento de los consumidores está en mínimos de casi cinco años, coincidiendo con los peores momentos de la pandemia. Y las expectativas económicas a corto plazo son las peores desde 2011, cuando la economía todavía estaba inmersa en la crisis financiera. Si este deterioro de la confianza se traduce en una caída del consumo de los hogares, EEUU tendrá muy complicado evitar la recesión.
Trump ha culpado a su predecesor, Joe Biden de estos datos económicos a través de la red Truth Social. "No asumí el cargo hasta el 20 de enero", justifica el presidente, "tenemos que deshacernos del exceso de Biden. Esto llevará un tiempo, no tiene nada que ver con los aranceles, simplemente, él nos dejó con malos datos. Cuando el boom comience, el auge será como ningún otro". Y les pide a los votantes "tened paciencia".
Mal dato y peor de lo previsto por los analistas. La publicación del PIB del primer trimestre muestra claramente el impacto negativo de la guerra comercial sobre la economía estadounidense. El PIB sufrió una contracción del 0,3% anualizado, lo que equivale a una caída del 0,1% trimestral (que es como miramos las variaciones en Europa), según el dato adelantado por la Oficina de Análisis Económico.