La jubilación del 'baby boom' ya está aquí y supera todos los registros históricos

La jubilación de la generación del baby boom ya está aquí. La Seguridad Social ha registrado 382.000 altas en los últimos 12 meses y el ritmo anualizado de los últimos seis meses casi alcanza las 400.000 jubilaciones. El ritmo ha acelerado definitivamente en los últimos meses, después de la prórroga que consiguió el Gobierno gracias a la reforma para endurecer las jubilaciones anticipadas e incentivar la demora.

Desde 2016 hasta 2024, el ritmo de jubilaciones se mantuvo levemente por encima de las 330.000 altas anuales, con un leve descenso en 2020 por la pandemia (los trabajadores metidos en los ERTE decidieron posponer su jubilación para así mejorar el cálculo de su pensión). Pero la demografía ha terminado imponiéndose, como no podía ser de otra forma.

En términos absolutos nunca crecieron tanto las jubilaciones, pero tampoco en variación porcentual, con la excepción de los meses del final de la pandemia, cuando se terminaron los ERTE y muchos trabajadores retomaron sus planes de retiro. El ritmo de crecimiento interanual acumulado a 12 meses de las jubilaciones alcanzó en marzo el 18,6%.

El Gobierno está logrando importantes avances en el retraso de la edad efectiva de jubilación tras la reforma de 2021 y por el despliegue, que todavía continúa, del retraso aprobado en 2011. La edad media de retiro se está consolidando por encima de los 65 años (65,1 en abril), lo que significa que los trabajadores prolongan su vida laboral casi un año más que antes de la pandemia.

Sin embargo, tarde o temprano iba a llegar el temido momento de la jubilación del baby boom. Este es un hito que ya no tiene vuelta atrás. En 1958, España superó por primera vez los 650.000 nacimientos, bebés que hoy tienen 67 años. El número de nacimientos no paró de crecer hasta 1964, año en el que se marcó el récord vigente hasta la actualidad de 700.000 niños nacidos. Estos tienen en 2025 60 o 61 años, por lo que se jubilarán en el próximo lustro.

En la actualidad, por el contrario, nacen poco más de 320.000 niños cada año, y bajando. En 2023, el número de jubilados de la Seguridad Social alcanzó al número de nacimientos y en 2024 lo superó en casi 50.000 personas (según los registros estimados de natalidad del INE). Esta brecha seguirá creciendo en 2025. Si se mantiene la media de jubilaciones de los últimos seis meses, las jubilaciones podrían superar a los nacimientos en unas 75.000 personas.

La diferencia entre el número de altas y de bajas de jubilación también se ha disparado. De media, desde 2014 hasta 2023 se jubilaban unas 33.000 personas más que las que causaban baja (fallecían). Sin embargo, en los últimos meses esta brecha se ha disparado. En los últimos 12 meses se han jubilado 107.000 personas más de las que han causado baja.

Presiones de gasto

El inicio de la jubilación de los boomers se observa también en los datos de gasto en pensiones. La nómina de pensiones de la Seguridad Social superó los 13.500 millones de euros en abril por primera vez en la historia. El gasto está creciendo a un ritmo del 6,3% anual. Es más, el gasto está creciendo más rápido este año que en 2024, y eso a pesar de que la revalorización ha sido inferior: las pensiones se han subido un 2,8% este año, frente al 3,8% de 2024.

El aumento de las jubilaciones contrarresta la caída en la revalorización. Hace un año, la pensión media estaba creciendo casi un 5%, pero este año está en el 4,5%, medio punto por debajo.

De cara a los próximos años, la presión demográfica contrarrestará el efecto de la menor revalorización. Si se cumplen las previsiones de los principales organismos, la inflación en España se situará por debajo del 2% antes de finalizar el año. Sin embargo, la entrada de cerca de 400.000 nuevos jubilados de pensiones contributivas cada año seguirá ejerciendo una gran tensión sobre el gasto.

En los últimos años, el crecimiento del empleo ha sido muy superior al de las jubilaciones, lo que ha dado un respiro a las cuentas de la Seguridad Social. Aunque el gasto en pensiones ha subido intensamente desde 2021 (por las jubilaciones y la revalorización con el IPC), el gasto apenas ha aumentado su participación en el PIB. Las pensiones de jubilación de la Seguridad Social supusieron en 2024 el 8,2% del PIB, frente al 8% de 2021. Aunque esto tiene otra lectura menos optimista: ni siquiera con una creación de empleo récord como la vivida en los últimos años se consigue contener el gasto en pensiones ni el déficit de la Seguridad Social.

Sin embargo, el inicio de la jubilación del baby boom sumado a la ralentización del empleo, provocará que el número de jubilados crezca más que el de cotizantes. En 2025, la creación de empleo podría ser suficiente. Funcas, por ejemplo, prevé que se creen 455.000 empleos este año, todavía por encima de las nuevas jubilaciones. Para 2026, Funcas prevé ya una importante ralentización del empleo, hasta los 265.000 nuevos ocupados. Si se cumple esta previsión, las altas de jubilación previsiblemente superarán a los nuevos ocupados.

El retraso en la jubilación

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) publicó esta semana sus cálculos sobre el futuro de las pensiones en España. Una de las conclusiones más relevantes es que el impacto de la doble reforma de 2021 y 2023 tendrá un efecto significativo en el retraso de la edad de jubilación.

Se están reduciendo las jubilaciones anticipadas pero, sobre todo, están aumentando las jubilaciones demoradas. Esto es, trabajadores que alargan su vida laboral para conseguir un premio en forma de mejor pensión. Hasta el año 2021 menos del 5% de las jubilaciones eran demoradas, en 2023 ascendieron por encima del 11% y la AIReF hace sus hipótesis con el supuesto de que llegarán a ser un 30%. Esto es, casi un tercio de la población se jubilará más allá de la edad legal (que pronto alcanzará los 67 años).

También se han reducido las jubilaciones anticipadas de la Seguridad Social, sobre todo para quienes tienen la posibilidad de cobrar la pensión máxima. El motivo es que la reforma del Gobierno penaliza a este colectivo que, hasta ese momento, podía anticipar su retiro y seguir cobrando la pensión más alta. Desde entonces, para cobrar la pensión máxima no pueden jubilarse anticipadamente.

En 2021, casi el 22% de las altas de jubilación en la pensión máxima adelantaban su retiro, en 2023 ya eran prácticamente cero.

Todos estos cambios contribuyen a mitigar el deterioro demográfico que sufrirá España en las próximas décadas. La AIReF prevé que el gasto total en pensiones subirá al 16,1% del PIB en 2050 para empezar a reducirse a partir de ese momento. El pico del número de pensionistas se alcanzará en 2055 con 17,3 millones de beneficiarios, un crecimiento del 53%. La jubilación del baby boom ya ha empezado, pero aún está por ver qué sacrificios tendrá que hacer el país para soportarla.