Gonzalo Bernardos opina sobre los españoles que se van a Andorra para pagar menos impuestos: “el español espabilado”

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Gonzalo Bernardos, profesor de Economía en la Universitat de Barcelona, ha lanzado una dura crítica a quienes trasladan su residencia fiscal a Andorra con el único objetivo de pagar menos impuestos. Sus declaraciones, difundidas a través del pódcast La Tertulia y el perfil de TikTok (@jcrodrigueztur), destacan por un tono contundente y directo, con el que cuestiona esta práctica, cada vez más común entre ciertos perfiles con altos ingresos.

El economista considera que estos traslados son casos aislados, “son cuatro”, y representan una actitud muy criticada entre quienes buscan evitar su responsabilidad fiscal: “Esos que se van a Andorra son todos los que no quieren pagar impuestos”, afirmó con rotundidad. Para Bernardos, el argumento de que el sistema tributario español es excesivo no justifica abandonar el país mientras se han beneficiado durante años de sus servicios públicos.

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El Confidencial

Bernardos exige coherencia a quienes se marchan

“Devuelvan todo lo que el Estado español ha hecho por ustedes”, exigió Bernardos en el programa. Subrayó que muchos de los que hoy se quejan por el nivel de impuestos en España crecieron y se formaron en un entorno facilitado por la sanidad, la educación y otros servicios públicos, a menudo exentos de IVA. Por ello, calificó de “ejemplo nefasto” la actitud del “español espabilado” que declara que para “muchos impuestos” sin tener en cuenta lo que recibe a cambio.

Durante su intervención, Bernardos explicó también que no todos los ciudadanos pagan lo mismo. Mientras que alguien con ingresos de 120.000 euros anuales puede llegar a tributar un tipo marginal cercano al 40%, una persona que gana 30.000 euros paga significativamente menos. A esto se suma que algunos bienes están gravados con un IVA del 4% o del 10%, e incluso exentos, lo que desmiente la idea de que todos aportan el 21% por igual.

Las palabras de Bernardos han resonado con fuerza. Su crítica apela a la equidad del sistema impositivo y lanza una llamada de atención sobre la responsabilidad colectiva de sostener el Estado del bienestar. Lejos de ser una simple opinión, su mensaje se ha convertido en un punto de partida para reabrir el debate sobre el compromiso fiscal de quienes optan por tributar fuera del país.