El BCE baja los tipos de interés en 0,25 puntos y alerta de un "deterioro de las perspectivas"
El BCE sitúa el 'precio del dinero' en el 2,25%. Cree que el proceso de desinflación está bien anclado y que la economía de la eurozona "ha acumulado cierta resiliencia". Aún así, la guerra arancelaria genera preocupación
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El Banco Central Europeo (BCE) constata que su política monetaria, Europa y el mundo entero están ya en una nueva fase económica como consecuencia de la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos. Todos los análisis sobre la política monetaria realizados hasta ahora, ya no sirven. La entidad ha vuelto a recortar sus tipos de interés, y ya van siete rebajas en el último año, pero su comunicado ha dado un vuelco. La inflación deja de ser su gran preocupación económica y ahora sus ojos se centran en el impacto económico del conflicto comercial.
La entidad ha celebrado este jueves santo su reunión de abril en la que ha decidido recortar los tipos de interés en otros 25 puntos básicos, hasta situarlos en el 2,25%. La entidad celebra que el proceso desinflacionista ya está bien afianzado, e incluso las dinámicas salariales acompañan ya en este camino. Toda la preocupación se traslada ahora al crecimiento y a la incertidumbre económica.
"Las perspectivas de crecimiento se han deteriorado debido al aumento de las tensiones comerciales", indica el BCE en su comunicado difundido al término de la reunión de dos días en Fráncfort. Hasta el momento, todavía no existen datos duros sobre el impacto de los aranceles en los flujos comerciales, pero el BCE anticipa que el impacto sobre la confianza de los agentes está generando ya una ralentización de la actividad.
La rueda de prensa de la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha sido una ennumeración de riesgos económicos: freno a las exportaciones, impacto negativo sobre el consumo y la inversión, aversión al riesgo e, incluso, posibles dificultades financieras. "Los riesgos a la baja para el crecimiento han aumentado", ha reconocido Lagarde.
Por lo pronto, la escalada arancelaria ha generado importantes caídas en los mercados. "Es probable que la respuesta adversa y volátil de los mercados a las tensiones comerciales dén lugar a un endurecimiento de las condiciones de financiación", alerta el BCE. Esta interpretación abre la puerta a que la entidad empiece a aplicar una política monetaria expansiva para contrarrestar el impacto negativo de la incertidumbre. "Estos factores podrían lastrar adicionalmente las perspectivas económicas de la zona del euro", concluye. Unas previsiones sombrías que agravan los problemas de crecimiento de la zona del euro.
Esto lo cambia todo. Hasta ahora, el BCE estaba buscando cuál era el punto de neutralidad de su política monetaria. El nivel en el que los costes financieros permiten que la economía crezca de forma contenida para mantener la inflación controlada. Durante meses, los expertos de la entidad han calculado cuál tenía que ser ese nuevo punto de equilibrio (la famosa r*).
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Todo esto ha saltado por los aires con la guerra comercial. "El tipo de interés neutral sólo funciona en un mundo libre de shocks", ha explicado Lagarde. De lo contrario, el eurobanco tiene que adaptarse a las condiciones existentes para tratar de estabilizar la economía.
El BCE ya no considera que su política monetaria sea restrictiva y ha eliminado esta palabra de su comunicado. Sin embargo, eso no significa que este sea el suelo de sus bajadas. Al contrario, la entidad señala que todas las opciones están abiertas y, teniendo en cuenta que sus previsiones apuntan a un deterioro mayor de la economía, esto deja la puerta abierta a más recortes de los tipos de interés en los próximos meses.
"En el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria", señala el eurobanco en su comunicado. Se abre así una posibilidad que no estaba sobre la mesa hasta ahora: la reducción de los tipos de interés hasta niveles expansivos. Conviene recordar que con unas previsiones de inflación en el entorno del 2%, los tipos de interés reales ya están muy cerca del 0%.
La decisión de reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos fue unánime, ha explicado Lagarde. Ningún miembro del Consejo de Gobierno defendió un recorte más ambicioso, de 50 puntos básicos. Esta posibilidad fue debatida, pero ningún consejero defendió esta opción.
El Banco Central Europeo (BCE) constata que su política monetaria, Europa y el mundo entero están ya en una nueva fase económica como consecuencia de la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos. Todos los análisis sobre la política monetaria realizados hasta ahora, ya no sirven. La entidad ha vuelto a recortar sus tipos de interés, y ya van siete rebajas en el último año, pero su comunicado ha dado un vuelco. La inflación deja de ser su gran preocupación económica y ahora sus ojos se centran en el impacto económico del conflicto comercial.