Trump hunde las exportaciones de América del Norte con una caída histórica del 12,3%
Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), las exportaciones de la región caerán este año un 12,3%, mientras que las compras procedentes de otros países se desplomarán un 9,6%
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Los aranceles de la Casa Blanca no van a salir gratis. Muy al contrario, tendrán un duro coste para América del Norte (Canadá, EEUU y México). En concreto, según la Organización Mundial de Comercio (OMC), las exportaciones de la región caerán este año un 12,3%, mientras que las compras procedentes de otros países se desplomarán un 9,6%. Es decir, muy lejos del avance del 2,2% estimado en la anterior previsión en el caso de las exportaciones. Como consecuencia de ello, la OMC —que no diferencia entre los países que componen América del Norte, considera que este año el volumen de comercio mundial retrocederá un 0,2%. Salvo periodos excepcionales, como la pandemia o un periodo bélico, el comercio siempre había dado resultados positivos. En particular, desde los primeros años 90, cuando irrumpió con fuerza la globalización.
En el caso de Asia, que es hacia dónde se dirige principalmente la ofensiva arancelaria dictada por Trump, se espera que registre un crecimiento moderado tanto en las exportaciones como en las importaciones este año (1,6% para ambas), mientras que en Europa las exportaciones aumentarán apenas un 1%, por debajo de las importaciones (1,9%). Las contribuciones de ambas regiones al crecimiento del comercio mundial seguirán siendo positivas bajo las políticas actuales, aunque menores que en el escenario base de aranceles bajos.
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Lo que dice la OMC, que es donde se dirimen las controversias comerciales, es que incluso las cosas pueden ser peores. Estima que “existen graves riesgos de deterioro” tras la implementación de los aranceles “recíprocos” impuestos por los gobiernos, además de observar efectos indirectos más amplios a causa de la incertidumbre políticas, que podrían dar lugar a un descenso incluso más acusado —del 1,5%— en el comercio mundial de mercancías y perjudicar a los países menos orientados a la exportación. También se espera que el comercio de servicios, aunque no está sujeto directamente a aranceles, se vea afectado negativamente: ahora se prevé que el volumen mundial del comercio de servicios comerciales crezca un 4%, más lento de lo esperado.
Menos turismo
Los viajes internacionales, en particular los de ocio, podrían ser el primer sector afectado por la incertidumbre económica, ya que el gasto discrecional en viajes y alojamiento puede verse fácilmente recortado. Además, diversos servicios intermedios que respaldan el comercio de mercancías y otros servicios, como los profesionales, de investigación y desarrollo, y de tecnologías de la información, probablemente se enfrentarán a una disminución de la demanda en el clima económico actual.
En 2024, los servicios representaron el 26,4% del comercio mundial, según las estadísticas de la balanza de pagos, la mayor proporción desde 2005. La creciente demanda de servicios y los avances en la digitalización han contribuido a ampliar su contribución al comercio mundial. En 2024, el comercio de servicios ascendió a 8,69 billones de dólares estadounidenses, un aumento del 9%, reflejando el crecimiento registrado en 2023. Esto contrasta marcadamente con el comercio de bienes, cuyo valor aumentó tan solo un 2% en 2024.
A principios de año, la Secretaría de la OMC preveía una expansión continua del comercio mundial en 2025 y 2026, con un crecimiento del comercio de mercancías en consonancia con el PIB mundial y un aumento más rápido del comercio de servicios comerciales. Sin embargo, el gran número de nuevos aranceles introducidos desde enero impulsó a los economistas de la OMC a reevaluar la situación comercial, lo que resultó en una revisión a la baja sustancial de sus previsiones para el comercio de mercancías y una reducción más leve de sus perspectivas para el comercio de servicios.
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El mayor ajuste se producirá en el comercio de mercancías entre China y EEUU. Se espera, en concreto, que la interrupción del comercio entre ambos provoque una desviación significativa del comercio hacia otros territorios, lo que genera preocupación en terceros mercados por una mayor competencia china.
Se proyecta que las exportaciones de mercancías chinas aumenten entre un 4% y un 9% en todas las regiones fuera de Norteamérica, a medida que se redirecciona el comercio. Al mismo tiempo, se prevé una fuerte caída de las importaciones estadounidenses procedentes de China en sectores como el textil, la confección y los equipos eléctricos, lo que generará nuevas oportunidades de exportación para otros proveedores capaces de cubrir la demanda. En definitiva, un realineamiento del comercio mundial, en muchos casos por razones geopolíticas.
Los aranceles de la Casa Blanca no van a salir gratis. Muy al contrario, tendrán un duro coste para América del Norte (Canadá, EEUU y México). En concreto, según la Organización Mundial de Comercio (OMC), las exportaciones de la región caerán este año un 12,3%, mientras que las compras procedentes de otros países se desplomarán un 9,6%. Es decir, muy lejos del avance del 2,2% estimado en la anterior previsión en el caso de las exportaciones. Como consecuencia de ello, la OMC —que no diferencia entre los países que componen América del Norte, considera que este año el volumen de comercio mundial retrocederá un 0,2%. Salvo periodos excepcionales, como la pandemia o un periodo bélico, el comercio siempre había dado resultados positivos. En particular, desde los primeros años 90, cuando irrumpió con fuerza la globalización.