El Gobierno quiere ayudar a los sindicatos a negociar mejores salarios. El plan tiene riesgos
La evolución de los beneficios y del ciclo económico es prácticamente independiente a las subidas salariales de los convenios. La rápida subida del SMI en los últimos años ha concentrado a más trabajadores en el mínimo en vez de impulsar el resto
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Tras años de reivindicación, los sindicatos han conseguido su objetivo de tener datos desagregados a nivel de convenio colectivo sobre la marcha de las empresas con las que negocian las subidas salariales a nivel sectorial y provincial. El pacto para que la estadística se elabore se alcanzó el pasado 28 de marzo entre el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Trabajo y la previsión es que los datos estén disponibles en tres meses y de manera pública, como la web del Observatorio de Márgenes.
La información actual detalla la evolución de las ventas, de los márgenes y del resultado bruto de explotación (beneficios antes de impuestos, intereses y amortizaciones), pero la máxima desagregación es el CNAE a dos dígitos. Para cumplir el pacto, estas variables estarán disponibles por código de convenio colectivo, a nivel provincial y por tamaños de empresa. Según explica Carlos Martín, diputado de Sumar, filtrar los datos empresariales por las empresas que aplican un convenio es posible gracias a que la Seguridad Social ya recopila esta variable.
“Por primera vez, vamos a tener una información en cada mesa que es oficial, actual, completa de todas las empresas del sector y simétrica para ambos negociadores del convenio. Esto va a significar un salto cualitativo en la negociación colectiva”, señala Martín. El objetivo de quienes han impulsado la iniciativa, los sindicatos y Sumar, es que los salarios suban más tras años de pérdida de poder adquisitivo tras la crisis de la inflación y la crisis financiera y aprovechando la boyante situación de gran parte de los sectores. Pero los datos también pueden servir para lo contrario. Cuando las cifras muestren caídas de márgenes, de beneficios o incluso pérdidas, el péndulo del poder de negociación virará hacia el otro lado.
Actualmente, las mesas negocian sin datos oficiales, por lo que el conocimiento directo que los negociadores tienen de algunas de las empresas termina determinando los parámetros. Las nuevas cifras permitirán tener un conocimiento real de la marcha de las empresas que aplican un mismo convenio y adaptar las subidas salariales al ciclo económico. “La base de datos también puede permitir adaptaciones, ciclos de moderación salarial, y procesos de recuperación de los salarios”, explica Martín.
Si los beneficios se desploman uno o varios años, darán argumentos a las empresas para justificar recortes y negarse a subidas salariales, aunque podrán vincular la aceptación de esos procesos a que cuando los beneficios y las ventas repunten los salarios también lo hagan. “A veces ha habido devaluación salarial y cuando se han recuperado los beneficios el salario nunca se ha recuperado. Los datos pueden facilitar hacer este tipo de procesos de descuelgue y recuelgue”, señala Martín.
Según las estadísticas, la evolución de los beneficios es independiente de la de los salarios negociados en los convenios. Las subidas pactadas tienden a ser muy homogéneas por sectores y varían poco a lo largo de los años, mientras que los beneficios se han disparado en años buenos y viceversa, con una gran fluctuación. El mayor ejemplo es lo sucedido durante la pandemia y los años posteriores, pero también hay heterogeneidad en 2024.
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El resultado bruto de explotación cayó un 19,3% en 2020, pero se disparó por encima del 30% tanto en 2021 como en 2022, aunque en este último año el crecimiento fue menor, del 11,1%, si se descuenta el sector energético. En esos años los salarios de convenio crecieron un 1,74%, un 1,61% y un 3,21%, respectivamente. En 2023 y 2024 los crecimientos de los beneficios se han moderado al 12,7% y al 8,3% descontando el sector energético, pero el crecimiento de los salarios de convenio ha seguido siendo muy inferior, del 3,73% y del 3,35%.
Las variaciones registradas de los sueldos pactados están en la línea de las recomendadas en el V AENC pactado por patronal y sindicatos, el 4% para 2023 y el 3% para 2024. Además, es complicado que los salarios regulados en convenio se adapten al ciclo económico con rapidez no solo por la falta de datos para negociar, sino también porque los textos se pactan para varios años y por la reticencia de las empresas a acceder a incrementos salariales más cercanos a la evolución de los beneficios, ya que las subidas se suelen consolidar.
Lo más llamativo es que apenas hay diferencias en las variaciones de los salarios de convenio por sectores cuando sus resultados brutos de explotación sí registran un comportamiento muy heterogéneo. Por ejemplo, los salarios han crecido un 3,04% en información y comunicaciones y un 2,83% en actividades profesionales en 2024, pero los beneficios han caído en ambos sectores un 2% y un 14,9%, respectivamente, tras tener picos de crecimiento de dos dígitos en años previos. En contraste, los salarios han crecido un 3,11% en transporte y un 3,06% en hostelería en el último año, mientras que sus beneficios lo han hecho en un 11,6% y un 14,6%, respectivamente, y acumulan años con ganancias récord.
Intención de que los convenios superen el SMI
Según manifiestan el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, este es el siguiente paso para que los salarios suban más después de incrementar el salario mínimo un 61% en los últimos siete años. Su teoría era que aumentando el SMI impulsarían el resto de los salarios por un efecto arrastre, pero el resultado ha sido una concentración cada vez de más trabajadores en la franja salarial del mínimo o en las inmediatamente superiores.
De hecho, con la subida de cada año del mínimo, muchos convenios se quedan desfasados porque los salarios de los grupos más bajos son menores al nuevo mínimo y deben actualizarse. En los sectores que sucede este fenómeno, las mayores subidas de sueldo se consiguen de manera individual y los convenios sirven más como tope inferior de los sueldos que para subirlos.
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“Los salarios siguen acumulando mucha pérdida de poder de compra que no se está consiguiendo recuperar”, considera Martín, que espera que la disponibilidad de la información desagregada “sirva para que la negociación colectiva facilite un mejor reparto de los beneficios y de la productividad”. Su intención es que los salarios mínimos de los convenios se terminen situando por encima del SMI y este se quede solo como la retribución mínima para quienes no están cubiertos por un convenio colectivo, que son menos del 10% de los trabajadores en España.
Tras años de reivindicación, los sindicatos han conseguido su objetivo de tener datos desagregados a nivel de convenio colectivo sobre la marcha de las empresas con las que negocian las subidas salariales a nivel sectorial y provincial. El pacto para que la estadística se elabore se alcanzó el pasado 28 de marzo entre el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Trabajo y la previsión es que los datos estén disponibles en tres meses y de manera pública, como la web del Observatorio de Márgenes.