El plan de Trump pone a EEUU rumbo a la recesión y amenaza al PIB mundial
Los primeros aranceles de Trump ya generaron un frenazo de la economía y apenas suponían un aumento de la tasa efectiva de 4 puntos. Ahora subirá en 15 puntos adicionales
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El dólar sufrió el viernes una de sus peores sesiones de la historia reciente. El índice dólar, un promedio del tipo de cambio respecto de las principales divisas globales, llegó a caer un 2,45% en la apertura de Wall Street. Por unos minutos, llegó a ser la mayor caída en una sesión en lo que va de siglo XXI, superando el desplome del 2,37% del 12 de marzo de 2015, cuando la Reserva Federal empezó a valorar la primera subida de los tipos de interés en una década. Ni siquiera en la quiebra de Lehman Brothers o en la intervención de AIG se alcanzaron estas cifras.
Estados Unidos sufrió una fuga de inversores el jueves en reacción a la andanada arancelaria. Hasta ahora, el presidente de EEUU, Donald Trump, había focalizado su guerra comercial en países y productos concretos. Pero esta semana ha dado un gran salto adelante. Cuantitativo y cualitativo. Realmente, está sentando las bases para un nuevo orden económico mundial en el que EEUU quiere ser un personaje marginado.
Algunos analistas todavía confían en que Trump rectifique en el último momento, pero son ya una minoría. La mayor parte están curados de espanto y ahora tratan de calibrar el impacto que tendrá sobre la economía americana y mundial. Hasta ahora, la economía estaba sufriendo una desaceleración sensible, pero pocos se atrevían a augurar una crisis. Tras el espectáculo del miércoles, empieza a ser el escenario central.
Los analistas de Fitch calculan que los aranceles anunciados suponen un incremento del tipo efectivo arancelario desde el 6,6% actual hasta el 25%. Una subida de 15 puntos porcentuales con las tarifas anunciadas el miércoles y de 19 puntos desde que Trump tomó posesión.
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Según un modelo econométrico desarrollado por la Reserva Federal en el año 2018 (durante el primer mandato de Trump) para analizar el impacto comercial de los aranceles, indica que un incremento de 19 puntos implica una caída directa del PIB del 2,8%. Si se tiene en cuenta que las previsiones de crecimiento para este año están un poco por debajo de esta cuantía (el FMI proyectaba un 2,7%), significa que los aranceles ponen a EEUU en el camino de una recesión.
Hay que tener en cuenta que las proyecciones de EEUU contaban con un efecto carry over del 1%, gracias al avance arrastrado de 2024. Pero esto es crecimiento pasado, aunque, matemáticamente, influye en el agregado de 2025. Esto significa que el colchón de crecimiento que tiene EEUU es más estrecho que ese 2,7%, y estaría más próximo al 2%.
Para el economista jefe de JP Morgan, los aranceles son equivalentes a una caída de la renta disponible de los hogares, generando así un golpe directo al consumo. "Este impacto, por sí solo, podría llevar a la economía peligrosamente cerca de una recesión", alertó. Y sólo está teniendo en cuenta el efecto directo de la caída de la renta de los hogares por la inflación.
Una subida del tipo arancelario de 19 puntos implica una caída del PIB del 2,8%
Existen otros muchos canales de contagio que se activarán en los próximos meses. El temor de los hogares y las empresas a una recesión incentivará el ahorro, detrayendo consumo e inversión. Trump intentó levantar el ánimo del país prometiendo que las grandes empresas mundiales invertirán dentro del país miles de millones de dólares en los próximos meses para evitar el arancel. En este caso, Trump piensa que el resto del mundo actuará con racionalidad económica, cuando él ha hecho lo contrario.
En una guerra comercial, la racionalidad económica pasa a un segundo plano, el objetivo es la victoria. Por ejemplo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, instó el jueves a las empresas del país a congelar sus inversiones en EEUU. Es posible que esta reacción drástica no sea la más óptima desde el punto de vista económico, pero en un contexto de conflicto geopolítico es más importante defenderse y atacar.
La inversión extranjera que promete Trump probablemente sea un espejismo. Al menos, durante su mandato. En un contexto de alta incertidumbre, cambios rápidos y un Gobierno agresivo con lo extranjero, es ingenuo pensar que las empresas foráneas acudirán con bolsas de dinero a levantar fábricas.
Es ingenuo pensar que las empresas extranjeras acudirán con bolsas de dinero a levantar fábricas
Tampoco hay que menospreciar el efecto riqueza. O, mejor dicho, el efecto pobreza, provocado por el desplome de Wall Street. El S&P 500 perdió casi un 4% el jueves y acumula una caída del 11% desde los máximos del año, y el Nasdaq ha perdido ya más de un 15%. Los ahorradores han visto cómo se esfumaban algo más de 10 de cada 100 euros que tenían invertidos en la bolsa. Este impacto sobre su patrimonio también influirá en el comportamiento económico de los hogares: si su riqueza disminuye, la propensión al consumo tenderá a reducirse. Por lo pronto, Trump necesita frenar las caídas en bolsa para evitar que los mercados puedan contagiar a la economía real.
Antes de los aranceles, los analistas ya asignaban una posibilidad de recesión en Estados Unidos del 30%, según el consenso de mercado de Bloomberg. En ese momento, los aranceles de Trump suponían un incremento de la tarifa promedio de 4 puntos porcentuales. Tras el ‘Día de la liberación’, la subida se multiplica casi por cinco, hasta los 19 puntos. No es descabellado pensar que las probabilidades de recesión también se han disparado.
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Los analistas de Barclays ya esperan una contracción del PIB estadounidense en el cuarto trimestre del año. Creen que el impacto sobre la economía será escalonado, a medida que los aranceles obliguen a las empresas a subir sus precios y provoquen una caída del consumo.
El contagio
El desplome de Wall Street y del dólar indica que los inversores descuentan que EEUU se llevará el peor golpe por esta estrategia. Pero las consecuencias de los aranceles se sentirán en todo el mundo. Un informe de la agencia de calificación Fitch indica que "esto cambia las reglas del juego, no sólo para la economía estadounidense, sino para todo el mundo". La agencia cree que "muchos países probablemente terminen en recesión", y advierte que, si los aranceles se mantienen durante un periodo de tiempo prolongado "se pueden tirar por la ventana la mayoría de los pronósticos económicos".
Esto es, si los aranceles son permanentes, y no un farol para la negociación, el daño para la economía global será muy significativo. El sureste asiático podría sufrir un impacto económico similar al estadounidense, dada la magnitud de sus exportaciones a EEUU y la cuantía del arancel impuesto. China tendrá que pagar un 54% en la frontera; Camboya, un 49%; Vietnam, un 46% o Sri Lanka y Birmania, un 44%.
Fitch cree que "es probable que muchos países terminen en una recesión"
El comercio del Pacífico sufrirá un profundo golpe como consecuencia de los aranceles de Trump y de la respuesta que preparan los países afectados. Hay analistas que creen que algunos productos asiáticos seguirán siendo competitivos por el gran diferencial de costes de producción. Pero el consumo sufrirá las consecuencias de los aranceles, sobre todo si se tiene en cuenta que muchos de los productos asiáticos tienen una elasticidad-precio alta. Esto es, con una demanda muy sensible al precio. Ocurre, por ejemplo, con la ropa, los muebles, electrodomésticos, vehículos, aparatos electrónicos, etc.
Europa tiene menor dependencia de Estados Unidos, pero hay sectores y regiones con una alta exposición. Es previsible que el impacto en la economía de la UE sea más limitado. Según los cálculos de Arcano Research, tendrá un coste de unas tres décimas del PIB. El problema es que Europa sigue casi estancada, por lo que no puede permitirse ningún frenazo. El umbral de la recesión está demasiado cerca.
Para conocer el impacto sobre la economía mundial todavía es necesario esperar al final de esta escalada arancelaria. Ahora le toca responder al resto del mundo. Y estos sí serán unos verdaderos "aranceles recíprocos". La magnitud y, sobre todo, su duración, determinará el impacto económico. Lo que está claro es que el mundo ya no podrá apoyarse en el comercio como palanca para impulsar el crecimiento económico. La época de las ganancias de eficiencia gracias a la especialización y las ventajas competitivas se ha acabado. ¿Qué impulsará ahora la economía?
El dólar sufrió el viernes una de sus peores sesiones de la historia reciente. El índice dólar, un promedio del tipo de cambio respecto de las principales divisas globales, llegó a caer un 2,45% en la apertura de Wall Street. Por unos minutos, llegó a ser la mayor caída en una sesión en lo que va de siglo XXI, superando el desplome del 2,37% del 12 de marzo de 2015, cuando la Reserva Federal empezó a valorar la primera subida de los tipos de interés en una década. Ni siquiera en la quiebra de Lehman Brothers o en la intervención de AIG se alcanzaron estas cifras.