Gonzalo Bernardos, economista y profesor universitario, ha lanzado una crítica directa al actual sistema fiscal que afecta al salario mínimo interprofesional (SMI). En su intervención en Más Vale Tarde, expresó su desconcierto por el hecho de que quienes cobran el SMI, deban tributar por IRPF: “Me quedo perplejo”, afirmó. Para Bernardos, este escenario carece de sentido y perjudica a los trabajadores con menor capacidad económica.
El economista argumentó que, aunque se ha elevado el SMI en los últimos años, la carga impositiva sigue afectando de forma desproporcionada a quienes lo perciben. Según explicó, al aplicar el IRPF, el ingreso neto real se reduce considerablemente, dificultando que los trabajadores puedan cubrir sus necesidades más básicas. Esta situación, a su juicio, contradice el principio de progresividad fiscal y refleja una falta de justicia social.
Además, Bernardos señaló la falta de reacción política frente a este problema. En su opinión, dos ministras con competencias económicas no han defendido con la firmeza necesaria una reforma que exima de tributación a estos sueldos. Con una metáfora contundente, aseguró que su postura ha sido “como un azucarillo en el café”, aludiendo a su escasa capacidad de influencia frente a esta injusticia tributaria.
Como propuesta, planteó que los ingresos equivalentes al SMI queden totalmente exentos de IRPF, lo que permitiría aliviar la situación de quienes tienen menos recursos y dinamizar el consumo. Sus declaraciones han generado un amplio eco en redes sociales, donde muchos usuarios han coincidido con su análisis y han pedido una revisión urgente del sistema fiscal que afecta a las rentas más bajas.
Gonzalo Bernardos, economista y profesor universitario, ha lanzado una crítica directa al actual sistema fiscal que afecta al salario mínimo interprofesional (SMI). En su intervención en Más Vale Tarde, expresó su desconcierto por el hecho de que quienes cobran el SMI, deban tributar por IRPF: “Me quedo perplejo”, afirmó. Para Bernardos, este escenario carece de sentido y perjudica a los trabajadores con menor capacidad económica.
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