Bruselas avisa que responderá a Trump si aplica los aranceles a los coches: "Han empezado ellos"
La Comisión Europea asegura estar preparada para responder de manera “firme” si finalmente Estados Unidos aplica aranceles a los vehículos europeos, aunque subraya que prefiere un acuerdo
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“No queremos tener que responder, pero a riesgo de sonar como mi hijo de tres años: han empezado ellos”. Así lo resumía Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión Europea, cuando era preguntado por el nuevo anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de aranceles del 25% a los vehículos importados desde fuera de Estados Unidos. “Lamentamos todo esto, pero estamos preparados”, ha insistido el portavoz, que ha recordado que la prioridad de la Comisión Europea es intentar llegar a un acuerdo que evite la aplicación de aranceles.
“Lamento profundamente la decisión de EEUU de imponer aranceles a las exportaciones europeas de automóviles”, señaló Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en un comunicado emitido poco después de conocerse la noticia. “La industria del automóvil es un motor de innovación, competitividad y empleo de alta calidad, a través de cadenas de suministro profundamente integradas a ambos lados del Atlántico. Como ya he dicho antes, los aranceles son impuestos: malos para las empresas, peores para los consumidores, tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea”, añadió la alemana.
Gill ha explicado que por ahora lo único que se ha implementado por parte de Estados Unidos han sido los aranceles al acero y al aluminio, del 25%, que ha provocado que la UE anuncie contramedidas por valor de 26.000 millones de euros y que empezarán a aplicarse a partir de mediados de abril. Sobre las nuevas tarifas a los vehículos importados desde el exterior del territorio americano, el portavoz ha señalado que todavía faltan datos para poder analizar la situación y decidir cómo responder. “No sabemos con lo que estamos lidiando”, ha señalado, subrayando que antes de hablar públicamente de contramedidas y de plazos para su aplicación es necesario tener más información. Trump ha asegurado que las medidas entrarán en vigor el 2 de abril.
Las guerras comerciales son fáciles de comenzar, pero muy difíciles de frenar. Para defenderse de los aranceles americanos los socios comerciales de Estados Unidos tienen que aplicar contramedidas, lo que a su vez alimenta la voluntad de la Casa Blanca de aumentar todavía más sus aranceles. Además, con la administración Trump la idea extendida en Bruselas es que hay que responder de manera muy firme, como se ha hecho en el caso del acero y el aluminio, porque la fuerza es el único lenguaje que el presidente americano entiende.
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La Comisión Europea ha rechazado además cumplir con la exigencia de Trump de que no haya una coordinación entre los países afectados por los aranceles bajo amenaza de anunciar más tarifas. “Por supuesto estamos hablando con aliados y socios de todo el mundo sobre el impacto de estas medidas, porque pensamos que va a tener efectos en la economía global, por eso estamos dedicando tanto tiempo y esfuerzo para intentar evitarlas”, ha explicado Gill. Canadá o Japón son dos de los otros socios comerciales más afectados por el anuncio de Estados Unidos. “Estamos preparados para salvaguardar nuestros intereses económicos. Y si es necesario daremos una respuesta firme, proporcionada, sólida, bien calibrada y rápida”, ha añadido.
Los Veintisiete esperan ahora que la semana que viene la administración americana anuncie sus “aranceles retroactivos”, una respuesta general a todo lo que consideran barreras comerciales a los bienes y servicios estadounidenses, incluyendo entre ellos por ejemplo el impuesto sobre el valor añadido (IVA) o los impuestos a los servicios digitales, las conocidas como ‘tasa Google’. Esta misma semana Maros Sefcovic, comisario de Comercio y persona de confianza de Von der Leyen, ha viajado a Washington y se ha reunido con Howard Lutnick, secretario de Comercio, Jamieson Greer, representante de Comercio, y con Kevin Hassett, el principal asesor económico de la Casa Blanca. Sin embargo, y aunque esta vez Sefcovic ha evitado expresar su malestar con la ausencia de voluntad de negociar por parte de Estados Unidos, el eslovaco no ha logrado ningún avance.
El objetivo del Ejecutivo comunitario con los casi continuos viajes de Sefcovic a Washington es construir una relación de confianza entre ciertos sectores de la administración Trump y la Comisión Europea. A nivel político el presidente de EEUU está ignorando a la presidenta de la Comisión, y su jefe de la diplomacia tampoco tiene un buen trato con la Alta Representante de la Unión, Kaja Kallas. Pero a diferencia de ellas Trump y su equipo no tienen ninguna vía bilateral para intentar tratar asuntos directamente con los Estados miembros sin pasar por Bruselas: la Comisión Europea tiene la competencia de la política comercial. Hablar con Sefcovic es inevitable, aunque solamente sea para chocar.
“No queremos tener que responder, pero a riesgo de sonar como mi hijo de tres años: han empezado ellos”. Así lo resumía Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión Europea, cuando era preguntado por el nuevo anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de aranceles del 25% a los vehículos importados desde fuera de Estados Unidos. “Lamentamos todo esto, pero estamos preparados”, ha insistido el portavoz, que ha recordado que la prioridad de la Comisión Europea es intentar llegar a un acuerdo que evite la aplicación de aranceles.