Las clases medias pagan 1.100 euros más al año en impuestos a causa de la inflación
La crisis de precios ha disparado la factura tributaria a las familias. Cada contribuyente con ingresos entre 30.000 y 60.000 euros paga 622 euros más al año en IRPF
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En 2024 la Agencia Tributaria recaudó 40.000 millones de euros más que en 2019 con el IRPF (con datos al cierre de noviembre) y 18.000 millones más con el IVA. Un crecimiento del 48% y del 26%, respectivamente. Este crecimiento de la recaudación supera, con mucho, la suma del crecimiento económico y la creación de empleo. El secreto estuvo en la inflación.
Un estudio de Funcas muestra el impacto que ha tenido la crisis de precios sobre la factura fiscal que pagan las familias. El grueso del aumento de la recaudación se ha concentrado sobre las clases medias, que son las perdedoras de este episodio inflacionista. Cada hogar está soportando una media de 1.100 euros al año en el IVA y el IRPF como consecuencia de la inflación, si se compara con los precios del año 2021.
El efecto silencioso de la inflación ha permitido reducir el déficit público y financiar los diferentes programas de gasto público habilitados por el Gobierno y las comunidades autónomas en estos años. El efecto de la inflación es muy diferente en el IVA y en el IRPF: En el caso del IVA, la subida de los precios no altera el tipo efectivo que pagan los contribuyentes, porque el impuesto es fijo: el 21% con carácter general. Siempre se paga el mismo porcentaje independientemente del precio del bien o servicio.
No ocurre lo mismo con el IRPF, ya que es un impuesto progresivo en el que el tipo efectivo aumenta con la renta. De esta forma, las subidas de salarios para compensar la inflación sufren una mayor carga tributaria. Dicho de otra forma: el mismo sueldo real soporta una presión fiscal más alta. Es lo que se conoce como la progresividad en frío.
El estudio de Funcas se centra, especialmente, en el efecto de la no deflactación del IRPF. Para ello, también tiene en cuenta las diferencias de inflación que soportan los hogares en función de sus ingresos. En concreto, las rentas bajas han sufrido más el episodio inflacionista debido a que gastan más en alimentación y energía, los dos grupos de bienes que más han subido.
Según los cálculos elaborados por Desiderio Romero-Jordán, catedrático de Economía Aplicada, el impacto acumulado de la inflación en estos cuatro años (2021-2024), oscila desde los 92 euros para las clases bajas hasta los 9.748 euros para las rentas más altas.
En el caso de las clases medias/bajas (con ingresos anuales de 21.000 a 30.000 euros) el efecto acumulado de la no deflactación del IRPF asciende a 458 euros; y las clases medias/altas (con ingresos de 30.000 a 60.000 euros), han pagado 622 euros adicionales por contribuyente.
El autor remarca que "las rentas medias han sido las grandes perjudicadas por la ausencia de indexación". En concreto, las rentas medias suponen el 58% de la recaudación del IRPF, pero han soportado el 61% del aumento de la recaudación derivado de la inflación.
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La no deflactación de los tramos del IRPF "es equivalente a una reforma fiscal implícita que no exige aprobación parlamentaria", señala el catedrático. Esto es, los efectos prácticos equivalen a los de una subida de impuestos. Esta subida de impuestos asciende ya a casi 10.000 millones de euros al año (9.747 millones en recaudación efectiva y 10.300 millones capitalizados). Sólo la no indexación permitiría financiar todo el incremento del gasto en Defensa comprometido por España y sobraría más de un tercio.
El efecto recaudatorio de la no deflactación del IRPF ha sido tan importante que el Gobierno está intentando que la Comisión Europea la tenga en cuenta como una subida de impuestos. Esto es, como una medida encaminada a la corrección de los desequilibrios presupuestarios de las Administraciones Públicas. Un incremento encubierto con efectos muy significativos para las familias.
En 2024 la Agencia Tributaria recaudó 40.000 millones de euros más que en 2019 con el IRPF (con datos al cierre de noviembre) y 18.000 millones más con el IVA. Un crecimiento del 48% y del 26%, respectivamente. Este crecimiento de la recaudación supera, con mucho, la suma del crecimiento económico y la creación de empleo. El secreto estuvo en la inflación.