Los aranceles frenan ya el crecimiento global, España se salva (de momento) según la OCDE
Recorta en dos décimas su previsión del PIB mundial para 2025 y en otras tres décimas el de 2026, en un escenario de aranceles contenidos. Eleva al 2,6% el crecimiento de España
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc4e%2Fe6f%2Faf1%2Fc4ee6faf15569bb46b8aac092d61c98f.jpg)
La OCDE ha sido el primer organismo internacional al que le ha tocado recalcular sus previsiones económicas teniendo en cuenta el impacto de la guerra arancelaria iniciada por el presidente de EEUU, Donald Trump. El organismo ha elaborado su escenario central sobre la hipótesis de que las tarifas se mantienen contenidas y sólo se aplica un 25% adicional de aranceles con Canadá y México, que sería contestado por ambos en la misma cuantía.
En ese caso, la economía global sufriría una desaceleración moderada en la mayor parte de países salvo en los tres países norteamericanos. México se lleva la peor parte, ya que sufriría una profunda recesión, perdiendo este año nada menos que el 1,3% de su PIB y un 0,6% adicional en 2026. España se salva por el momento, porque las hipótesis del ejercicio que ha realizado la OCDE no contemplan una escalada arancelaria con Europa.
La OCDE ha recortado en dos décimas su previsión de crecimiento de la economía global en 2025, al 3,1%, y otras 3 décimas para 2026, hasta el 3%. De esta forma, la OCDE borra su perspectiva de una leve aceleración del PIB mundial y anticipa ahora una desaceleración moderada. "Los indicadores recientes han empezado a apuntar una desaceleración de las perspectivas de crecimiento mundiales", expone en su informe de previsiones. En concreto, apunta a dos: el deterioro de las encuestas de sentimiento económico a hogares y empresas y el aumento de la incertidumbre medida con los indicadores sobre noticias.
Eso sí, el organismo advierte de que esta previsión está sujeta a una gran incertidumbre y muchos riesgos a la baja derivados de la guerra comercial. "La imposición de nuevos aranceles bilaterales y el consiguiente aumento de la incertidumbre política y geopolítica constituirán un lastre, en particular para la inversión empresarial y el comercio", alerta la OCDE.
Estados Unidos también sufrirá el efecto negativo de los aranceles. El organismo anticipa una intensa desaceleración de su economía, que perderá la inercia heredada de la Administración Biden. Si en 2024 EEUU creció un 2,8%, en 2025 pasará al 2,2% y en 2026, al 1,6%. Esto supone un recorte de 2 y 5 décimas para cada uno de los años respecto a las anteriores previsiones de la OCDE. Y eso sin tener en cuenta, todavía, aranceles específicos a Europa.
México se lleva la peor parte, dada su gran dependencia de las exportaciones de bienes a EEUU. Estas ventas generan casi el 26% de su PIB, de modo que sufrirá un gran shock económico. La OCDE anticipa una gran recesión en el país, con una contracción del 1,3% este año y del 0,6% adicional en 2026. Una situación dramática si se compara con las previsiones de crecimiento del 1,2% y 1,6% que tenía México antes de Trump. Eso significa que el país tendrá un impacto agregado de casi 5 puntos del PIB respecto a su crecimiento inercial.
Canadá también sufrirá una brusca desaceleración, pero no llegará a la contracción. La OCDE anticipa un leve crecimiento del 0,7% este año y el próximo, lo que supone un tijeretazo de 1,3 puntos para cada uno de los ejercicios.
El organismo también ha recortado su previsión de crecimiento para Europa, que ya está sufriendo el impacto de los aranceles recíprocos y los específicos al acero y al aluminio. Sin embargo, la guerra comercial con Europa todavía no ha empezado y la OCDE explica que el principal canal de contagio será la incertidumbre geopolítica. Para este año prevé un crecimiento del PIB de la eurozona del 1% y del 1,2% para el próximo ejercicio, lo que supone 3 décimas de recorte para cada uno de los años.
China también ha sufrido la ira arancelaria de Trump, con una subida de las tarifas de 10 puntos porcentuales. Sin embargo, las medidas de respuesta adoptadas por Pekín, en especial las orientadas a elevar el gasto público, compensan el impacto negativo de los aranceles. La OCDE ha elevado en una décima su previsión de crecimiento del gigante asiático para este año, hasta el 4,8%, y mantiene intactas las de 2026 en el 4,4%.
Más inflación y volatilidad
Esta escalada arancelaria también generará inflación, lo que obligará a los bancos centrales a prolongar su política restrictiva, generando así posibles riesgos financieros. "Se prevé que el aumento de los costes comerciales se refleje gradualmente en los precios finales, lo que ejercerá una presión adicional al alza sobre la inflación en muchos países", explica el organismo.
En Estados Unidos, el IPC ascenderá hasta el 2,8% este año, siete décimas más de lo previsto inicialmente. Y en 2026 todavía se mantendrá en el 2,6%, lo que obligará a la Reserva Federal a mantener una política monetaria restrictiva. De hecho, la OCDE cree que la Fed no podrá bajar los tipos de interés este año y sólo podría hacerlo en 2026, en apenas 25 puntos básicos.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6b3%2F2d6%2F0b9%2F6b32d60b92a6adde7129088b8d5b0b37.jpg)
A medida que los aranceles vayan generando inflación, elevarán la presión sobre los bancos centrales. "Una inflación más alta de lo esperado impulsaría una política monetaria más restrictiva, lo que podría dar lugar a un ajuste disruptivo en los mercados financieros", alerta el organismo. Las bolsas globales llegan a este punto con altas valoraciones, especialmente en Estados Unidos. La combinación de precios altos, incertidumbre, desaceleración y política monetaria restrictiva puede generar importantes sustos en los mercados.
La OCDE señala que, a pesar de las dificultades, el sector financiero se ha comportado bien. El crédito bancario se sigue recuperando y las emisiones de deuda corporativa han crecido de forma robusta, explica el organismo. Además, señala que el precio de las acciones sigue por encima de los niveles previos a la victoria de Trump en muchos países europeos, entre ellos, España. Una señal de fortaleza que podría venirse abajo en cualquier momento, dada la coyuntura actual. Un escenario de brusca corrección generará un deterioro adicional en las expectativas de los agentes, reduciendo el consumo a nivel global. Esto es, las caídas en los mercados pueden contagiarse a la economía real.
España se salva
España se salva, por el momento. En primer lugar, porque las hipótesis de la OCDE no contemplan aranceles específicos contra Europa (ni siquiera el anuncio del 200% al vino y a la cerveza). Y en segundo, porque España tiene una escasa dependencia exportadora de Estados Unidos.
El organismo ha elevado en tres décimas su previsión de crecimiento para España, hasta el 2,6%. Un incremento que se debe, principalmente, a que el PIB avanzó en 2024 por encima de lo esperado, lo que genera un importante efecto arrastre en 2025. Aún así, su previsión está por debajo de las que han realizado recientemente el Banco de España o BBVA Research.
De cara a 2026, el organismo señala que España sigue con su desaceleración, aunque más leve de lo esperado. En concreto, proyecta un crecimiento del 2,1%, una décima más de lo proyectado hace tres meses.
España es el único gran país europeo que se salva del recorte de previsiones. Alemania se lleva un tijeretazo de tres décimas y este año crecerá un pírrico 0,4%. Francia e Italia sufren un recorte de una y dos décimas respectivamente, y se quedan por debajo del 1%.
El mayor crecimiento económico de España conlleva también más inflación. La OCDE ha elevado en cuatro décimas la previsión de IPC, hasta el 2,5% este año, y una décima adicional la de 2026, hasta el 2,1%. Si sus previsiones están en lo cierto, España superará a la media comunitaria en inflación durante los dos próximos años, lo que representaría una pérdida de competitividad si no se compensa con aumentos de la productividad.
La OCDE ha sido el primer organismo internacional al que le ha tocado recalcular sus previsiones económicas teniendo en cuenta el impacto de la guerra arancelaria iniciada por el presidente de EEUU, Donald Trump. El organismo ha elaborado su escenario central sobre la hipótesis de que las tarifas se mantienen contenidas y sólo se aplica un 25% adicional de aranceles con Canadá y México, que sería contestado por ambos en la misma cuantía.