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Los empresarios de EEUU pierden la confianza en Trump: "Estamos muy preocupados"
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Cunde el pesimismo

Los empresarios de EEUU pierden la confianza en Trump: "Estamos muy preocupados"

Una encuesta revela que los CEO tienen la peor previsión económica desde la crisis financiera. Los consumidores esperan la mayor inflación en más de 30 años

Foto: El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el Despacho Oval. (Reuters)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el Despacho Oval. (Reuters)
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A medida que pasan los días, se va extendiendo el pesimismo económico en Estados Unidos. El presidente, Donald Trump, heredó una economía con altas expectativas y, por difícil que pareciese, ha borrado las buenas sensaciones. Primero se produjo un desplome de la confianza de los consumidores, asustados por el impacto de los aranceles y los despidos en el sector público. Posteriormente se trasladó a los inversores, que retiraron sus ahorros de los mercados, provocando un fuerte desplome del mercado. Y, finalmente, el pesimismo ha llegado a los empresarios.

Una encuesta realizada por Chief Executive a 220 consejeros delegados de empresas americanas refleja su menor confianza desde noviembre de 2012, en los últimos coletazos de la crisis financiera. "Después de un aumento de dos dígitos en el optimismo en los meses posteriores a las elecciones presidenciales de noviembre, la confianza en la comunidad empresarial de Estados Unidos cayó drásticamente la primera semana de marzo", escribe la empresa encuestadora.

El informe de resultados reproduce algunas de las respuestas que han dado los CEO. Uno de ellos explica: "Estamos profundamente preocupados por el impacto de los aranceles y otras disrupciones en las cadenas de suministro globales tradicionales y las alianzas comerciales". Otro de ellos afirma: "Estamos observando un debilitamiento de la demanda de nuestros clientes y un aumento en el coste de los metales, nuestra principal materia prima. Prevemos un futuro difícil".

Cada día que pasa hay más directivos pesimistas. El escenario de una recesión, que parecía imposible cuando se publicó en enero que el PIB estadounidense cerró 2024 con un crecimiento del 2,3% anualizado, ahora ya no es descartable. El 9% de los CEO encuestados anticipa una recesión severa en los próximos seis meses, y el 39% una recesión suave o un frenazo económico. Solo un 23% responde que espera un claro crecimiento económico.

Preguntados por los aranceles, el 38% dice que tendrán efectos negativos de corto plazo y otro 38% que tendrán efectos negativos también de largo plazo. Sólo un 10% cree que los aranceles generarán un impacto positivo en algún momento. El rechazo a la política económica de Trump está siendo ya generalizado entre los empresarios y directivos.

Algunas empresas importantes están empezando a presionar al presidente por el impacto negativo de sus decisiones. Probablemente la más sorprendente haya llegado desde Tesla. El Financial Times publicó el jueves una carta que envió Tesla al representante de Comercio de EEUU, Jamieson Greer, el 11 de marzo, en la que advierte del impacto de la escalada arancelaria. En concreto, señala que los aranceles que están adoptando el resto de países en respuesta a EEUU están afectando especialmente a Tesla.

"Las medidas comerciales de Estados Unidos han dado lugar a reacciones inmediatas de los países afectados, incluyendo el aumento de los aranceles a los vehículos eléctricos importados a esos países", lamentaba Tesla en la misiva. El FT también informó de que ningún empleado de Tesla se atrevió a firmar la carta por temor a ser despedido.

Según el Wall Street Journal, un aluvión de empresarios están llamando a la Casa Blanca para protestar por la política arancelaria de Trump. No sólo critican el aumento de las tarifas, también se quejan de las decisiones erráticas y aparentemente improvisadas del presidente. Reclaman que es posible llevar a cabo esa misma política anticomercial de forma más predecible, para evitar los bandazos.

El periódico cita también una reunión en la Casa Blanca con directores ejecutivos de tecnológicas como IBM, Qualcomm o HP, en la que advirtieron de que la política arancelaria puede lastrar al sector. Sin embargo, el equipo más cercano a Trump insiste en que el presidente está decidido a llevar a cabo su política comercial independientemente de las presiones que reciba.

Estanflación

Trump está convencido de que su política generará efectos positivos para la economía estadounidense en el medio plazo, aunque asume que puede tener un efecto negativo durante los próximos meses. El presidente cree que cuando consiga crear un mercado interior cautivo por los aranceles, la demanda de productos estadounidenses se disparará y las empresas tendrán que invertir dentro del país. El riesgo que tiene su planteamiento es que, en el proceso, puede causar una caída de la demanda que disuada a las empresas de invertir.

Trump tiene que conseguir que la demanda interna resista mientras la oferta se adapta a las nuevas condiciones comerciales. Un ejercicio de funambulismo en medio de un huracán de incertidumbre. La confianza de los consumidores desaparece por momentos, lo que complica que pueda mantener una demanda interna fuerte.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. (EFE/EPA/Jim Lo Scalzo)

Así lo revela uno de los primeros indicadores económicos que mostró un deterioro de la economía bajo el mandato de Trump: la encuesta de confianza de la Universidad de Míchigan. Si en febrero mostró una brusca caída de las expectativas de los hogares, ahora refleja un descenso adicional hasta niveles que no se veían desde noviembre de 2022, medio año después del inicio de la invasión de Ucrania.

Los hogares están convencidos de que viene una gran crisis inflacionista como consecuencia de los aranceles. En concreto, prevén una inflación del 4,9% en los próximos 12 meses y de casi el 3,9% a largo plazo. Es el peor dato recopilado por esta encuesta desde 1993, hace más de 30 años.

Su pesimismo no es subjetivo, sino que tienen razones para pensar que la inflación va a acelerar en los próximos meses. La encuesta de Chief Executive a los CEO muestra que el 63% de las empresas han recibido un aviso de sus proveedores sobre una subida de los precios en 2025.

La respuesta de estas empresas será subir el precio a sus clientes. Sólo un 14% de los CEO encuestados dice que su empresa no elevará las tarifas. Por el contrario, la mayor parte (el 33%) dice que los subirá entre un 2,5 y un 5%, y un 18%, que los incrementará más de un 5%.

Está creciendo el temor a un episodio de estanflación en Estados Unidos. Esto es, inflación y estancamiento económico. Uno de los escenarios más temidos por los economistas, ya que las políticas necesarias para combatir cualquiera de los dos problemas están contraindicadas para el otro. Por ejemplo, aumentar el gasto público para reactivar la economía generaría aún más inflación. Trump puede verse arrastrado por las implicaciones de sus políticas y alejarse para siempre de su tierra prometida en la que América es grande otra vez.

A medida que pasan los días, se va extendiendo el pesimismo económico en Estados Unidos. El presidente, Donald Trump, heredó una economía con altas expectativas y, por difícil que pareciese, ha borrado las buenas sensaciones. Primero se produjo un desplome de la confianza de los consumidores, asustados por el impacto de los aranceles y los despidos en el sector público. Posteriormente se trasladó a los inversores, que retiraron sus ahorros de los mercados, provocando un fuerte desplome del mercado. Y, finalmente, el pesimismo ha llegado a los empresarios.

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