Hungría maniobra para levantar las sanciones al oligarca ruso del holding que controla DIA
Los Veintisiete negocian la renovación de sanciones individuales por la invasión rusa de Ucrania, con algunos intentos de sacar de la lista al oligarca clave en el fondo que controla los supermercados DIA
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La negociación para renovar las sanciones contra unos 2.000 individuos por la invasión rusa de Ucrania está chocando con un sospechoso habitual: Hungría. Los embajadores representantes permanentes de los Veintisiete ante la Unión Europea llevan días trabajando para la renovación de unas medidas que se traducen en prohibición de viaje y congelación de activos para los que forman parte de la lista y a los que se les presupone un rol, aunque sea secundario, en la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. Hay maniobras para excluir de la lista a algunos individuos. Uno de los oligarcas rusos que esperan poder salir de la lista es Mijaíl Fridman, uno de los principales accionistas de LetterOne, el fondo que controla el 77,7% de los supermercados DIA.
El Financial Times ha adelantado este jueves que Budapest maniobraba con el objetivo de sacarle de la lista de sancionados, y que lo hacía con el apoyo de Luxemburgo. Más tarde, varias fuentes diplomáticas han confirmado a El Confidencial la información, aunque todas se han mostrado escépticas sobre las opciones reales de Fridman de ser excluido, ya que Hungría, el país más cercano al Kremlin dentro de la Unión Europea y que suele complicar la renovación de sanciones, no lo estaba convirtiendo en una prioridad en las negociaciones que se han estado desarrollando en las últimas horas en Bruselas. Los embajadores se han reunido este jueves y aunque las conversaciones "continúan", según explican fuentes diplomáticas, lo normal sería que retomen la discusión este viernes, cuando tienen fijada una nueva reunión. Es necesario lograr la unanimidad para tener un acuerdo sobre las sanciones.
Fridman, que también tiene la nacionalidad israelí, abandonó el consejo de LetterOne cuando fue sancionado a los pocos días del inicio del ataque contra Ucrania, pero a diferencia de otros oligarcas rusos sancionados que también tenían acciones en el vehículo él nunca las vendió, como tampoco lo hizo uno de sus socios, Petr Aven. Lo que sí han hecho recientemente Fridman y Aven es desprenderse de sus acciones en el banco ruso Alfa Bank, con la esperanza de que al cortar lazos con una entidad con una relación mucho más directa con Moscú puedan ser finalmente excluidos de la lista.
Aven y Fridman no sumaban el 50% de las acciones de LetterOne, pero sí que lo rozaban, con una participación clave de la Mark Foundation for Cancer Research. La salida de las sanciones permitiría a Fridman volver a estar al frente de manera efectiva de LetterOne, del que era presidente hasta que tuvo que dimitir del consejo de dirección. Las acciones de otros dos rusos sancionados, German Khan y Alexey Kuzmichev, fueron compradas por Andrey Kosogov, cofundador del holding y que no se ha visto afectado por las medidas restrictivas de la Unión Europea. En 2022 la cadena de supermercados, que fue adquirida tres años antes por LetterOne, defendió su 'españolidad' y su desvinculación con cualquier sancionado al explicar que a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "ningún accionista persona física de LetterOne ostenta, ni individualmente ni mediante acuerdo con otros accionistas, el control de" LetterOne.
El fondo de inversión ha presionado para que se levanten las sanciones contra Aven y Fridman, señalando que el hecho de que ambos estén sujetos a estas restricciones también ha afectado a las operaciones de LetterOne y, por lo tanto, ha dañado a las economías de la Unión Europea y también del Reino Unido, donde también están sujetos a sanciones. Fridman, nacido en Ucrania, residía en Londres desde 2014, un año después de la fundación del fondo, pero en 2023 regresó a Rusia y ha vuelto a dejarse ver en eventos públicos.
El oligarca logró que en 2024 el Tribunal General de la Unión Europea señalara que los motivos por los que estaba sancionado no estaban "suficientemente acreditados" y que por lo tanto la medida "no estaba justificada". Pero el ruso no salió de la lista, porque lo que hizo el Consejo de la Unión Europea fue reforzar los argumentos sobre los que sostenía el hecho de que estuviera en la lista de personas sancionadas, de la que nunca ha llegado a salir. Hay un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La negociación para renovar las sanciones contra unos 2.000 individuos por la invasión rusa de Ucrania está chocando con un sospechoso habitual: Hungría. Los embajadores representantes permanentes de los Veintisiete ante la Unión Europea llevan días trabajando para la renovación de unas medidas que se traducen en prohibición de viaje y congelación de activos para los que forman parte de la lista y a los que se les presupone un rol, aunque sea secundario, en la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. Hay maniobras para excluir de la lista a algunos individuos. Uno de los oligarcas rusos que esperan poder salir de la lista es Mijaíl Fridman, uno de los principales accionistas de LetterOne, el fondo que controla el 77,7% de los supermercados DIA.