Es noticia
Trump pierde el relato de que es un genio del crecimiento económico
  1. Economía
Dudas de su capacidad de gestión

Trump pierde el relato de que es un genio del crecimiento económico

Las encuestas, las bolsas, incluso las 'criptos' muestran un deterioro de la confianza de los agentes en Estados Unidos. Trump confía en revertir la situación, pero si espera mucho, puede ser demasiado tarde

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump, charla con periodistas en el Air Force One. (Reuters/Kevin Lamarque)
El presidente de EEUU, Donald Trump, charla con periodistas en el Air Force One. (Reuters/Kevin Lamarque)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El 40% de los votantes estadounidenses decidió su voto en las últimas elecciones pensando en quién sería el mejor gestor de la economía y de ellos, casi el 70% se decantó por el candidato republicano, a la postre presidente de EEUU, Donald Trump. El magnate volvió al poder gracias a su imagen de gurú económico. De hecho, incluso llegó a burlarse de los miembros de la Reserva Federal: "Yo he hecho mucho dinero. He sido muy exitoso. Y creo que tengo mejor instinto que, en muchos casos, personas que están en la Fed, o que su presidente".

Toda esta confianza se está diluyendo rápidamente. Los consumidores creen que las decisiones que está adoptando el presidente van a tener un impacto negativo sobre la economía. Es más, el temor gira en torno a los dos pilares de la economía que más criticó Trump de la gestión de su antecesor, Joe Biden: la inflación y el deterioro del mercado laboral.

La pérdida de confianza es generalizada. Afecta a los inversores, como evidencian las caídas de Wall Street, que han borrado todas las ganancias conseguidas en los días posteriores a la victoria de Trump; a las empresas y también a los consumidores. El último desplome de la bolsa estadounidense, ocurrido el lunes, responde precisamente a un nuevo sondeo de confianza que muestra el aumento de la preocupación.

Se trata de la encuesta mensual que realiza la Reserva Federal de Nueva York. El 27,4% de los consumidores temen que la situación financiera de su hogar sea peor o mucho peor dentro de un año. Se trata del peor dato desde noviembre de 2023, hace casi un año y medio.

La caída de la confianza ha sido muy rápida. Cuando Trump ganó las elecciones se produjo un gran salto en las expectativas. El porcentaje de hogares que esperaba que su economía fuese bien o muy bien a 1 año vista dio un salto del 30% al 38%. Y el saldo entre respuestas optimistas menos pesimistas fue el mejor desde los meses posteriores al covid. Trump ha dilapidado su capital intangible en unas pocas semanas.

Hay otros datos reveladores en la encuesta. El porcentaje de ocupados dispuestos a abandonar voluntariamente su trabajo se redujo por debajo del 18%, el dato más bajo desde julio de 2023. Este indicador es proporcional a la confianza en el mercado laboral, ya que sólo abandona un trabajo aquel que piensa que encontrará algo mejor. Por el contrario, cuando ganó Trump casi un 21% de los ocupados pensaba en cambiar de trabajo, tres puntos más.

La esperanza

Trump está perdiendo su halo de genio económico. No sólo los indicadores de confianza se están deteriorando, también los indicadores duros. Por ejemplo, el mercado laboral ha sufrido una brusca ralentización desde su toma de posesión, las importaciones se han disparado por el temor a los aranceles y la inflación empieza a repuntar.

Las evidencias son ya indiscutibles. Es imposible anticipar si las medidas adoptadas, como la escalada arancelaria o los despidos de funcionarios, servirán para mejorar el crecimiento potencial futuro. Pero, a corto plazo, la economía se está frenando bruscamente. El propio Trump ha reconocido, en una entrevista en la Fox, que la economía puede ir mal durante los próximos meses. "Hay un periodo de transición", asumió preguntado sobre si habría una recesión este año, “estamos haciendo cosas muy grandes”.

Foto: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Reuters/Leah Millis)

El escenario de recesión, o siquiera de desaceleración, no tenía hueco en el discurso de Trump durante la campaña electoral. Sus medidas harían grande a América otra vez sin necesidad de pasar por una crisis, por muy transitoria que fuera. El relato argumental se complica por momentos. Esto ya no es convencer a los votantes de que existe una cacería judicial contra Trump, sino de persuadir de que la economía va mejor mientras ésta empeora.

Trump confía en que la pérdida de confianza sea un bache coyuntural que se recupere cuando despegue la inversión provocada por los aranceles. Algunas multinacionales extranjeras han anunciado que instalarán centros productivos dentro de EEUU para evitar el paso por la aduana. El presidente confía en que este movimiento sea masivo y permita reactivar el empleo y el crecimiento.

Sin embargo, la confianza de las empresas será clave para determinar la inversión. Si la demanda interna se contrae porque los consumidores eligen aumentar su ahorro, las empresas no invertirán. Máxime cuando la producción dentro de Estados Unidos ya no sirve para la exportación por los aranceles que están adoptando el resto de países contra EEUU en represalia.

Investigadores de las Universidades de Stanford, Chicago y Northwestern elaboran un índice de incertidumbre de política económica para medir cómo afectan las decisiones gubernamentales a la economía. El último dato, correspondiente al mes de febrero, muestra cómo se ha disparado la incertidumbre hasta máximos históricos si se descuentan los meses de la pandemia.

¿Qué pasa con la bolsa?

Además de la confianza, las empresas necesitan capital y crédito barato para invertir. Sin embargo, lo que está provocando Trump en los mercados es un temor a la estanflación: estancamiento económico y alta inflación. Es el riesgo que conllevan los aranceles en el corto plazo. El miedo al estancamiento económico está provocando una fuerte caída de las bolsas y el temor a una inflación encarece los costes financieros.

La encuesta de la Fed de Nueva York también revela una caída de las expectativas en el desempeño de las bolsas. Las probabilidades que dan los consumidores a que la bolsa americana suba durante el próximo año es la más baja desde diciembre de 2023 y se sitúa por debajo de la media histórica.

Los ahorradores empiezan a pensar que la bolsa irá a peor con Trump. Ni siquiera el bitcoin escapa a las caídas por la pérdida de confianza de los inversores y cotiza ya en mínimos desde noviembre. Un mal presagio para el precio de las acciones. Y la caída ha sido especialmente intensa entre las rentas altas (de más de 100.000 dólares de ingresos anuales). Trump no sólo está defraudando a las clases populares, también a los capitalistas. Si no consigue que las bolsas vayan mejor que con Biden, tendrá muy complicado mantener su reputación de buen gestor económico.

El 40% de los votantes estadounidenses decidió su voto en las últimas elecciones pensando en quién sería el mejor gestor de la economía y de ellos, casi el 70% se decantó por el candidato republicano, a la postre presidente de EEUU, Donald Trump. El magnate volvió al poder gracias a su imagen de gurú económico. De hecho, incluso llegó a burlarse de los miembros de la Reserva Federal: "Yo he hecho mucho dinero. He sido muy exitoso. Y creo que tengo mejor instinto que, en muchos casos, personas que están en la Fed, o que su presidente".

Donald Trump Economía
El redactor recomienda